Continúa la impunidad de los crímenes: rector de la UCA

Conmemoran matanza en la capital de El Salvador

Procesión en memoria de los sacerdotes jesuitas abatidos

AFP

San Salvador, 14 de noviembre. Una procesión y una misa al aire libre congregó en San Salvador a cientos de sacerdotes, estudiantes y miembros de organizaciones sociales, en conemoración del asesinato de seis sacerdotes jesuitas y dos trabajadoras domésticas perpetrado por el ejército el 16 de noviembre de 1989, en plena ofenisva del entonces insurgente Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).

Cientos de estudiantes de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA), dirigida por jesuitas, junto a miembros de organizaciones feministas y defensoras de los derechos humanos recorrieron en la procesión la noche del sabado, portando faroles encendidos, las instalaciones de ese centro de estudios, en el sector suroeste de San Salvador.

Luego se celebró una misa encabezada por el rector de la UCA, el sacerdote jesuita José María Tojeira, quien criticó el sistema judicial del país. "No da espacio a la justicia para las miles de víctimas" que murieron durante la pasada guerra civil de 12 años (1980-1992), lamentó Tojeira en la homilía en memoria del ex rector de esa universidad, Ignacio Ellacuría y los otros cinco sacerdotes, así como las mujeres.

Pese al insistente esfuerzo de la UCA por que se investigue a los autores intelectuales del crimen de los jesuitas, la justicia salvadoreña ha alegado que la petición no procede.

La madrugada del 16 de noviembre de 1989, en la más grande ofensiva militar de la guerrilla del FMLN en San Salvador, efectivos del ejército se introdujeron al campus de la UCA y asesinaron a los seis sacerdotes y las dos mujeres.

Las víctimas fueron el rector Ignacio Ellacuría, el vicerrector Ignacio Martín Baró, Segundo Montes, Amando López y Juan Ramón Moreno, todos sacerdotes españoles, así como el salvadoreño Joaquín López, la empleada doméstica Elba Ramos y su hija Celina.

Por el crimen múltiple, el 27 de septiembre de 1991 un jurado declaró culpables al director de la escuela militar de San Salvador, coronel Guillermo Alfredo Benavides, y al teniente Yusshy René Mendoza. El jurado exoneró de cargos a dos tenientes, dos sargentos, un cabo y dos soldados.

Benavides y Mendoza fueron liberados en virtud de una ley de amnistía decretada en 1993, un año después de concluir la guerra civil mediante la firma de acuerdos de paz gobierno-guerrilla, el 16 de enero de 1992

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