México D.F. Lunes 15 de noviembre de 2004
Asegura el ejército estadunidense haber
dado muerte a más de mil 200 combatientes
"Clara victoria sobre insurgentes y terroristas" en
Fallujah: Iyad Allawi
Fuerzas ocupantes dejan atrás una ciudad devastada;
riesgo de que crezca la resistencia
KIM SENGUPTA THE INDEPENDENT
Campo Dogwood, Irak, 14 de noviembre. Autoridades
estadunidenses e iraquíes anunciaron este domingo que Fallujah ha
sido pacificada pues, según afirmaron, ya acabaron con las últimas
líneas de resistencia y dieron muerte a más de mil 200 combatientes.
Donald
Rumsfeld, secretario de Defensa de Estados Unidos, aseguró que las
fuerzas aliadas "han completado el movimiento, para todos los propósitos
prácticos, de norte a sur de la ciudad". El primer ministro iraquí,
Iyad Allawi, sostuvo que ha habido "una clara victoria sobre insurgentes
y terroristas".
Sin embargo, la pacificación del bastión
rebelde podría ser una victoria hueca. Los estadunidenses dejarán
detrás una ciudad devastada, luego de lanzar todo el poder de su
ejército contra unos 6 mil insurgentes.
En todo Irak ha habido gran cantidad de signos de que
la guerra dista mucho de haber terminado, y es probable que la devastación
de Fallujah haya alimentado la resistencia.
Las fuerzas estadunidenses e iraquíes aún
"trapeaban" focos de resistencia este domingo y realizaban cateos casa
por casa; en tanto, un comandante reconoció que la ciudad había
sido "ocupada, pero no sometida".
El ejército ocupante admitió también
que el líder militante jordano Abu Musab Zarqawi y otros miembros
prominentes de la insurgencia habían escapado de la ciudad. Sin
embargo Allawi cacareó: "Fallujah ya no es un refugio seguro para
los terroristas", aunque sin dejar de reconocer que se necesitarán
"algunos días" para limpiar los "nidos" restantes.
La ofensiva de seis días por aire y tierra cobró
la vida de 31 soldados estadunidenses y seis del gobierno iraquí,
según el Pentágono. Más de 200 soldados de la ocupación
resultaron heridos. Según los estadunidenses, 200 de los insurgentes
muertos eran extranjeros.
Después del fracaso de abril pasado en arrebatar
Fallujah a los insurgentes en un asalto de tres semanas, esta vez la fuerza
atacante expresó su orgullo por la rapidez de la operación,
en la cual fue desplegado seis veces el número de efectivos despachados
hace siete meses.
No hay cifras de civiles muertos
Sin embargo, no se mencionó la cifra de civiles
iraquíes muertos o lesionados en el combate, después que
Allawi dijo el sábado que no había reportes de víctimas
civiles.
Rumsfeld aseveró con confianza la semana pasada
que se había informado a los civiles cómo evitar ser lastimados.
"Los civiles inocentes de esa ciudad tienen toda la guía que necesitan
para evitar meterse en problemas. No habrá grandes números
de civiles muertos y sin duda no a manos de las fuerzas estadunidenses",
sostuvo.
Hasta la mitad de los 300 mil habitantes de la ciudad
habían escapado antes o durante la operación militar destinada
a pacificar la ciudad con el fin de permitir que se lleven a cabo elecciones
en enero. Sin embargo, miles quedaron varados.
Este domingo había cuerpos achicharrados dispersos
en las calles, donde hileras de edificios quedaron en ruinas.
La gente que permanecía en la ciudad indicaba que
no tenía agua ni comida, y las agencias de ayuda advirtieron que
Fallujah y las zonas circundantes enfrentan una "catástrofe humanitaria".
Han ocurrido brotes de tifoidea y otras enfermedades. Algunos de quienes
abandonan la ciudad describieron que se amontonan cadáveres en descomposición
y que hay aún miles de personas varadas, muchas de ellas heridas,
sin acceso a atención médica.
Sin embargo, un convoy con ayuda fue detenido en el hospital
principal, cerca de la entrada oriente de la ciudad. El capitán
Adam Collier, del ejército estadunidense, adujo razones de seguridad
para explicar que no se permitiría el paso a siete camiones y ambulancias
enviados por la Media Luna Roja iraquí a Fallujah con medicinas,
alimentos, frazadas y tabletas para purificar agua.
A su vez, un oficial dentro de la ciudad, el coronel Mike
Shupp, de los marines, aseguró: "No hay necesidad de traer
provisiones porque tenemos las nuestras para la población. Ahora
que se abra el puente podré transportar a los heridos y todo el
trabajo se puede hacer aquí".
Este domingo los iraquíes marcaban el final de
las fiestas del mes de Ramadán, mientras arreciaban las batallas
en todo Irak.
Helicópteros armados estadundidenses atacaron Baji,
en el norte, y tanques avanzaron hacia el centro de la ciudad. En la también
norteña ciudad de Mosul, fuerzas estadunidenses e iraquíes
pasaron trabajos para retomar una estación de policía que
había sido capturada por insurgentes.
Indicaron que las fuerzas de seguridad locales habían
perdido control de buena parte de Mosul, la tercera ciudad del país,
con una población de 1.8 millones de árabes, kurdos, turcomanos
y cristianos asirios. "Mosul estaba a punto de perderse", señaló
el brigadier Anwar Dolan.
También en la región dominada por los kurdos,
hombres armados emboscaron y mataron a un alto funcionario del Partido
Comunista Iraquí y miembro de la asamblea nacional,
Waddah Hassan Abdel Amir, en el camino a Erbil.
Hubo otros ataques armados en el centro de Bagdad, así
como una ominosa escisión política como consecuencia directa
de la operación en Fallujah. Un importante auxiliar de Moqtada Sadr,
el clérigo chiíta que ya ha encabezado dos levantamientos
contra los estadunidenses, declaró el sábado por televisión
que Sadr no tomará parte en las elecciones en tanto "ciudades iraquíes
estén sujetas a ataques".
© The Independent
Traducción: Jorge Anaya
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