Signos de repudio en comunidades indígenas

Abstencionismo de 60% y hechos de violencia en comicios michoacanos

ERNESTO MARTINEZ Y LA JORNADA MICHOACAN CORRESPONSAL

Michoacan, Mor., 14 de noviembre. Los comicios para renovar los 113 ayuntamientos y el Congreso local se caracterizaron por un elevado abstencionismo que según los primeros reportes oficiales, sería de 60 por ciento del padrón, que incluye a más de 2 millones 700 mil ciudadanos.

El proceso transcurrió en aparente tranquilidad, salvo por incidentes ocurridos en el municipio de Paracho, donde no se instalaron casillas en las comunidades indígenas Quinceo, Nurío, Urapicho, Cheranástico y Aranza. Es esta última localidad, perredistas inconformes con la selección de su candidato a la alcaldía robaron y quemaron la documentación electoral.

La Fundación Movimiento por la Certidumbre, que envió más de 400 observadores a la entidad, cuestionó la actuación en Paracho del Instituto Estatal Electoral (IEE), "por no haber solicitado el apoyo de seguridad ante las instancias correspondientes para garantizar el pleno derecho a la realización de los comicios".

Entre otras irregularidades, destacó que los partidos Acción Nacional y de la Revolución Democrática perpetraron "hechos de coacción del voto".

Señaló que los panistas se aprovecharon de la pobreza en zonas rurales, pues enviaron brigadas que prometieron incluir a campesinos en programas de desarrollo social agropecuarios federales a cambio de sufragios. A los perredistas les imputó pretender coaccionar el voto con amenazas de cancelar programas sociales estatales.

En esta capital, un grupo de panistas golpeó con cadenas a Oscar Celís, candidato suplente por el PRD a la diputación local, con sede en el distrito 17, y a su colaborador Gustavo Valenzuela. El abanderado fue hospitalizado con fracturas en la nariz y otros golpes en el cuerpo.

Baja participación en Morelia y casi seguro triunfo del panista López Orduña

El abstencionismo en Morelia fue de 60 por ciento. Hasta las 24 horas, al computarse 72 por ciento de las casillas, el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) daba el triunfo al candidato del PAN, Salvador López Orduña, con una ventaja de más de casi 10 mil votos sobre el perredista Sergio Magaña Martínez. A esa hora, los panistas convocaron a una fiesta cívica en la plaza Melchor Ocampo.

El Partido de la Revolución Democrática proclamó el triunfo de Magaña Martínez 10 minutos después de que se cerraron las casillas, y llamó a una conferencia de prensa casi a las 23 horas. Según sus cifras, Sergio Magaña habría ganado la alcaldía capitalina, y amenazó con "ratificar" su victoria en los tribunales.

Violenta inconformidad en Paracho

Grupos inconformes con el proceso interno del PRD -avalados por autoridades tradicionales- impidieron la instalación de casillas en las tenencias indígenas (especie de comisarías) de Quinceo, Nurio, Urapicho y Cheranástico, mientras que un grupo de encapuchados robó el material electoral de una casilla de Aranza, así como de otra en la cabecera municipal de Paracho, el cual quemaron.

De su lado, perredistas que perdieron la elección interna -quienes tratan de impedir que sea electo su correligionario Alejandro Querea Zalpa- se llevaron las urnas de las dos casillas de Ahuiran, con intención de que se anule la elección y se realicen comicios extraordinarios.

Momentos antes de que se instalaran las casillas, en la calle Francisco I. Madero de la colonia San Juan, de la cabecera municipal, así como en Aranza, dos personas encapuchadas, a bordo de una camioneta negra, Toyota, interceptaron a los presidentes de un centro de votación, los despojaron del material electoral y lo quemaron, para huir luego.

En Quinceo, los comuneros declararon que se convertirán en municipio autónomo, y los perredistas rebeldes obligaron al presidente de la casilla a redactar un oficio para informar al IEE que la asamblea del pueblo decidió impedir la instalación de mesas de votación; cerca de este grupo estaba una veintena de priístas que exigieron se llevara a cabo la elección. Durante más de una hora la situación fue tensa, pues para entonces muchos ciudadanos tenían intención de votar.

La situación fue aún más delicada en Urapicho. Cuando los reporteros se acercaron a la casilla para constatar que se había instalado, un grupo de personas les exigió que salieran del pueblo.