México D.F. Miércoles 10 de noviembre de 2004
soloVinos
La producción de buenos vinos mexicanos es muy escasa. Pero los hay. No están en los anaqueles de las grandes cadenas comerciales ni en la televisión. Casi siempre se llega a ellos por la recomendación de un buen amigo, y cuando se les pregunta a los dueños de las bodegas si tienen la intención de masificarse, la respuesta generalmente es: no. Y es que el cultivo de uva en México y su embotellamiento tiene sus complejidades (escaso terreno, poca agua, la Secretaría de Hacienda....), además de la histórica tradición nacional de que el buen vino o es español o es francés.
Sin embargo los primeros esfuerzos -iniciados hace 10 años en el Valle de Guadalupe- están fructificando. Adobe Guadalupe acaba de presentar su sexta cosecha -2003- de un proyecto con tres tintos: Gabriel, Serafiel y Querubiel. Una producción de mil 700 cajas, que para 2005 llegarán a 5 mil y no más. El matrimonio Miller, dueño del viñedo, sólo tiene en el mercado un producto más, Erubiel, un rosado cuya primera producción es de 2001.
Esta familia de arcángeles es de gran calidad. El ensamble de Serafiel fue reforzado por Hugo D' Acosta -el etnólogo de la casa- con Cabernet Sauvignon hasta concentrar un 80 por ciento, y sólo están en el marcado 6 mil 669 botellas. Querubiel es una mezcla de Syrah (44 por ciento), Merlot (26 por ciento), Grenache (13 por ciento) y otras.
La presentación la hizo D'Acosta -quien tiene su propia bodega, Casa de Piedra- en el restaurante Entrevinos (en Polanco) y los invitados fueron fundamentalmente otros productores, todos bajacalifornianos, como Alvaro Ptacnik y Antonio Badan. MIREYA CUÉLLAR
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