México D.F. Miércoles 10 de noviembre de 2004
Exhibirán 70 obras del artista en el
museo Carrillo Gil
Critica hijo de Orozco la falta de reconocimiento al
muralista
MERRY MAC MASTERS
La
reunión en el Museo Carrillo Gil de 56 de las 70 obras que José
Clemente Orozco expuso en 1945 en El Colegio de México, fue ocasión
para que el hijo del muralista alzara la voz para exigir a las autoridades
culturales que su padre ''ya ocupe el lugar que le corresponde".
Clemente Orozco Valladares explicó: ''Algo de lo
más grave es el fraude intelectual o cultural o la negligencia.
Es inconcebible que deban pasar más de 50 años para que se
presente esta obra y que no haya un volumen al respecto. Ya alejados de
la parte ideológica, de haber involucrado a Orozco con otros artistas
para la justificación de un partido, es tiempo de dejar a cada quien
en su lugar y presentar su obra.
''En el caso de Orozco hay una ausencia de lesa
cultura de su tremenda obra. Si alguien busca un libro sobre ella es de
una tristeza. La información es paupérrima, no ha habido
investigación seria a pesar de la universidad y los llamados críticos.
Y últimamente ha degenerado hasta en difamación de su personalidad."
La exposición José Clemente Orozco. Serie
La Verdad, integrada por dibujos y dos pinturas, de la cual se editará
un catálogo, será inaugurada mañana a las 20 horas
en el recinto de avenida Revolución 1608, San Angel. Con ella dialogará
Dibujos de la Colección Carrillo Gil, curada por Armando
Sáinz, en el contexto de su programa continuo de revisiones del
acervo permanente compuesto también por 18 trabajos de Orozco, así
como de David Alfaro Siqueiros, Diego Rivera y Luis Nishizawa.
Apasionado de la obra de su progenitor, Clemente (1924)
también tiene medio siglo de localizar, catalogar e investigarla,
señaló Silvia Navarrete. (Acaba de publicar el libro José
Clemente Orozco. Graphic Work.) La coordinadora de la muestra trajo
a colación las aportaciones de Clemente en su calidad de curador
de la misma, como la restitución de los títulos primeros:
''Las obras pasan de un propietario a otro. De repente
no se sabe cuál es el título original y se les atribuye uno
de manera arbitraria. Orozco no es la excepción. Este es el caso
de muchas de sus obras registradas en el INBA, inclusive aquí en
esta colección o bien en el Instituto Cultural Cabañas o
en el Museo Nacional de Arte -de donde provienen las piezas aparte de las
que facilitó la familia.
''Clemente les puso su título original en función
de la exposición de 1945 y del folleto que se imprimió en
esta ocasión. En algunos casos que su padre no había titulado
la obra, Clemente atribuyó nuevos títulos en función
del contenido de la imagen."
Sobre el nombre de la serie, Orozco Valladares lo relacionó
con la etapa en que ''empezaron a juzgar a los criminales de guerra y se
hablaba de las atrocidades. Como siempre era la paja en el ojo ajeno y
no la viga en el propio. Se distorsionaba la verdad a tal grado que era
un insulto a la inteligencia. Obviamente conmovió a mi padre que
nunca fue frívolo. Tal vez por eso le puso a esta serie La verdad.
Pero, al empezar a dibujar se desentiende y ya no se sabe si es la verdad
o la emoción simplemente de la línea tan segura".
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