México D.F. Miércoles 10 de noviembre de 2004
La fe en Dios bastará para enfrentrarlo,
dice el de AN; deberán involucrarse más militares: el priísta
El narco, eje de las preocupaciones de aspirantes
a gobernar Sinaloa
Heriberto Félix confía en que ahora sí
habrá alternancia; "la gente ya no le teme al priísmo"
CLAUDIA HERRERA Y JAVIER VALDEZ ENVIADA Y CORRESPONSAL
Culiacan, Sin., 9 de noviembre. El símbolo
de la campaña del abanderado panista a la gubernatura, Heriberto
Félix Guerra, es un corazón, y sus respuestas están
salpicadas de alusiones religiosas, como cuando se le pregunta si no le
teme al poder del narcotráfico y señala: "yo creo en mí
y tengo mucha fe en Dios".
Culpa
a los medios de comunicación de haber armado un "mitote" al informar
de la asistencia de dos candidatos del PAN al funeral del narcotraficante
Miguel Angel Beltrán Lugo, El Ceja Güera, pero luego
reconoce que este hecho va a tener costos en el proceso electoral y admite
que el narcotráfico mueve parte de la economía del estado.
Este economista egresado del Tecnológico de Monterrey,
empresario de la industria restaurantera, se presenta como abanderado independiente,
no milita en el blanquiazul, sin embargo ha construido su imagen
retomando la figura de quien fue su suegro, el finado Manuel J. Clouthier,
Maquío, personaje clave en la historia del panismo.
Se propone romper con 70 años de dominio priísta
en el estado, aunque su principal carta de presentación es haber
sido secretario de Desarrollo Económico en la administración
del actual gobernador, Juan S. Millán, donde asegura haber generado
45 mil empleos. De la gestión del priísta Millán tiene
opiniones divergentes. Critica sus resultados en materia de combate al
narcotráfico y lo acusa de haber promovido una elección de
Estado en favor del tricolor, pero dice compartir con él
su estrategia de desarrollo económico.
En este antiguo bastión del PRI, el candidato del
PAN confiesa en entrevista que al principio de la campaña ni los
propios panistas del centro creían que pudiera ganar (tenía
40 puntos de diferencia con respecto a su oponente del PRI, Jesús
González Aguilar), pero el abanderado, cuyo eslogan es Con la fuerza
del corazón, se muestra confiado en que ahora sí habrá
alternancia.
"El
PRI sigue teniendo control, pero la gente ya no tiene miedo", afirma. Dice
que son falsos las encuestas que colocan a su contrincante 10 o 12 puntos
arriba. "Nosotros vamos a ganar con siete puntos de diferencia".
Esposo de Lorena Clouthier, hija de Maquío
-ex candidato del PAN a la Presidencia de la República y al gobierno
estatal-, admite que en su campaña ha retomado los ideales de su
suegro, pero se incomoda cuando se le insiste en el tema: "lo admiro, y
si quieren tomarlo como que estoy continuando y voy a cosechar, tómenlo
como quieran".
Niega que haya divisiones en el PAN sinaloense, pero reconoce
que Sadol Osorio, ex presidente municipal de Culiacán, quien perdió
la postulación, prefirió mantenerse al margen de la campaña,
aunque envió a seguidores. "El PAN está más unido
que nunca", insiste, y más adelante aborda el tema de la narcopolítica,
que ha sido motivo de ataques entre el PRI y el blanquiazul a lo
largo de la campaña.
-¿Cuál es su propuesta para solucionar el
problema del narcotráfico?
-Vamos a recibir un apoyo muy fuerte de la Federación,
hay que recordar que es un delito de orden federal. En primer lugar lo
que se requiere es valor y valores para enfrentar el crimen organizado.
Lo vamos a atacar dándole autonomía a la procuraduría
y poniéndole fin a la impunidad, para que la gente denuncie.
Se
le pregunta sobre la penetración del narcotráfico en la política,
como ocurrió con la asistencia a finales de septiembre pasado de
Saúl Rubio y Wilfredo Veliz, candidatos del PAN a diputado y presidente
municipal de Sinaloa de Leyva.
Félix Guerra responsabiliza a los medios de comunicación
de haber orquestado junto con el PRI una "campaña sucia", pero después
reconoce que la participación de los panistas en el funeral va a
tener costos, porque sí generaron sospechas.
Y señala que de lo que sí hay hechos contundentes
es que el gobierno de Millán está involucrado en el narcotráfico,
porque en la balacera del pasado 11 de septiembre se descubrió que
un comandante de la policía local, Pedro Pérez López,
daba protección al capo Rafael Carrillo Fuentes.
Al final se le insiste si la fe en Dios será suficiente
para enfrentar sin temor el narcotráfico, y responde: "Para mí
sí".
Niega Jesús Aguilar que su candidatura asegure
un maximato del gobernador Juan S. Millán
CLAUDIA HERRERA Y JAVIER VALDEZ ENVIADA Y CORRESPONSAL
Culiacan, Sin., 9 de noviembre. A Jesús
Aguilar Padilla, abanderado del PRI al gobierno del estado, le cuesta trabajo
desmarcarse del gobernador Juan S. Millán. Niega que su candidatura
asegure un maximato del ex líder cetemista -como se denunció
en las propias filas del PRI-, pero no se arriesga cuando se le pide hacer
un balance crítico de la gestión saliente: "es de claroscuros,
pero la mayoría de la población la aprueba".
La principal queja en Sinaloa es el crecimiento del tráfico
de drogas y su penetración en todos los ámbitos. El priísta
niega nexos con el narco y dice tenerle miedo como cualquier ciudadano.
Propone que los militares se involucren más en las labores de la
persecución del crimen organizado y advierte como un "falso dilema"
que pudieran darse abusos en materia de derechos humanos.
Aguilar Padilla es considerado uno de los hombres de mayor
confianza del gobernador. Su postulación no fue producto de un proceso
de elección interna. El ex secretario de Educación Pública,
José Angel Pescador Osuna, y el ex senador Mario Niebla, quienes
buscaban la candidatura, rompieron con el PRI aduciendo que hubo dedazo.
El candidato se defiende diciendo que de eso acusan a otros gobernadores
cuando se logran procesos de "unidad".
A un día de que concluyan las campañas proselitistas
se muestra seguro del triunfo, porque sus encuestas le dan un margen de
17 puntos de diferencia respecto de su más cercano contendiente,
el panista Heriberto Félix Guerra.
Este abogado por la Universidad Autónoma de Sinaloa
ha desarrollado su trayectoria política en el ámbito local.
Fue candidato a diputado federal en 1988, pero fue derrotado. También
se desempeñó como delegado de la Conasupo y del Infonavit
y, durante los primeros tres años del gobierno de Millán,
estuvo a cargo de la Secretaría de Planeación y Desarrollo.
Como su principal adversario asegura que creó 45
mil fuentes de empleo cuando era secretario de Desarrollo Económico,
lo primero que hace es rebatir esas cifras; "son mentiras, apenas llegaron
a 16 mil".
Después desglosa su propuesta para acabar con el
narcotráfico.
"Planeo modificar las leyes locales para que haya un principio
obligatorio de coordinación o coadyuvancia entre las policías
locales, estatales y federales, también crear unidades especializadas
para investigar los homicidios dolosos y el robo de autos y que en este
frente haya elementos del Ejército."
-¿O sea que propone militarizar la policía?
-Más que los mandos, que no es malo, estoy en favor
de la coordinación, que en ese frente también haya efectivos
del ejército. Porque la gente respeta, siente temor y gratitud por
el Ejército, es una de las instituciones con más credibilidad.
-El problema es que se presta a abusos en materia de derechos
humanos
-Es un falso dilema ése, porque lo que pasa es
que muchos intereses que se afectan revientan con el argumento de los derechos
humanos.
-¿No teme enfrentarse al poder del narcotráfico?
-Como hombre público no, porque no tengo nada qué
esconder; como ciudadano, pues le temo como todos.
En la entrevista también habla sobre su relación
con Millán y las críticas a una gestión que, se dice,
ha sido de férreo control.
-Se le atribuye a Millán haber ejercido un priísmo
avasallador, un gobierno que compró voces discordantes. ¿Qué
papel le da a esto en el escenario electoral?
-Son exageraciones, los sinaloenses no somos niños
chiquitos, ni un gobernador es omnipotente; que lo han querido tomar como
enemigo preferido es porque habrá motivación personal de
algunos; el gobernador Millán es respetuoso.
-A usted lo señalan como el candidato del gobernador
para garantizar el maximato y la continuidad.
-Eso lo dice una persona (el ex senador Mario Niebla)
que se salió del PRI y no lo siguió ni su hermano. Alguien
me dijo que ha oído de todo, pero que en este sexenio no hay un
solo preso político, un desterrado.
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