México D.F. Martes 9 de noviembre de 2004
Teresa del Conde/ I
El ritual de la serpiente de Aby Warburg
El Instituto Warburg, que tuve oportunidad de visitar en varias ocasiones, lleva con toda justicia el nombre de su fundador que lo concibió inicialmente como una biblioteca y fototeca, núcleos esenciales de la institución, abierta a todo aquel que desee adentrarse en ella con propósitos de investigación o profundización de conocimientos.
Desde hace aproximadamente una década, el Instituto Warburg se aloja en Somerset House, antes se encontraba en Woburn, a unos cuantos pasos de las oficinas centrales de la Universidad de Londres. No lejos se encuentra Dillons University Bookshop, una de las librerías mejor surtidas que un estudioso puede encontrar en el mundo.
La Kulturwissenschaftliche Bibliothek Warburg tuvo sus inicios en Hamburgo, ciudad natal de Aby, quien fue discípulo de Jacob Burkhardt. Fue trasladada a Inglaterra en 1933 y en 1944 se incorporó a la Universidad de Londres.
El ritual de la serpiente, ahora disponible en castellano por Editorial Sexto Piso, es un libro de colección gracias a la excelente traducción de Joaquín Etorena Homaeche. Para la elaboración de ese trabajo, Warburg partió del siguiente supuesto que tomó del texto Mito e Scienza, de Vignoli. ''Si indagamos en nuestras mentes, debemos admitir que tendemos todavía a dotar a la imagen de un numen, y que nos encontramos próximos al hombre primitivo. Podemos explicar nuestra postura hacia los retratos sólo con una vaga creencia en la identidad entre imagen y persona".
Warburg pensó que el proceso proyectivo atribuido a la emoción ante la imagen tenía un carácter decisivo. Extrañamente en eso coincide con el concepto de Walter Benjamín, expresado tiempo después, acerca del ''aura" que constituye piedra angular en su multicitado ensayo: ''La obra de arte en la época de la multirreproductibilidad".
En el ensayo que a manera de epílogo (en realidad es un complemento) aporta Ulrich Raulff a la mencionada edición de Sexto Piso, calibramos las circunstancias en las que Warburg pretendió y logró establecer su propia coherencia intelectual ante el auditorio del Hospital Bellevue, justo al final de su estancia en dicha institución que se encontraba en Kreuzlingen, donde pasó recluido varios años debido a severos problemas mentales. Rehizo la bitácora valiéndose de su memoria (y posiblemente de anotaciones suyas que había guardado) acerca de hechos que habían tenido lugar 30 años antes. En el libro se encuentra incluida asimismo su carta a Fritz Saxl, el primer director de la biblioteca exiliada en Londres. Allí el autor de El ritual de la serpiente especifica que la conferencia pronunciada en el Bellevue no debía ser publicada jamás. Nos congratulamos de que ese ''testamento traicionado", según expresión de Milan Kundera relativa a Kafka y a Stravinsky, entre otros, haya visto la luz primero en inglés (es el único de los textos traducidos de Warburg a esa lengua) y ahora en castellano y que sea precisamente nuestro país el que le rinda tributo.
Probablemente Warburg conoció a Franz Boas, uno de los ''padres de la antropología cultural" (1858-1942) y además autor de los principales lineamientos sobre la estructura y funciones de los museos etnográficos. El caso es que en El ritual de la serpiente se refiere a experiencias en vivo, relativas a los Indios Pueblo y a otras locaciones tribales en la zona del altiplano de las Montañas Rocallosas, donde colindan los estados de Colorado, Utah, Nuevo México y Arizona.
Examinó varios puntos de concordancia y de contraste entre los diferentes poblados que visitó, realizando una diferencia tajante entre las comunidades Pueblo que conservan sus tradiciones y sus reglas, y los derivados de los pueblos nómadas, mismos que acusan un grado menor de empeños civilizatorios o culturales. Los Pueblo son en realidad comunidades ya con influjo estadunidense, pero que conservan sus características étnicas y tradiciones. Le llamó la atención la presencia de dibujos de serpientes en vasijas y ornamentos. Recopiló diseños y -cosa muy importante- tomó fotografías que se encuentran reproducidas en la edición de Sexto Piso.
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