México D.F. Martes 9 de noviembre de 2004
Proclama victoria sandinista; OEA convalida
resultados
Sin fusiles se combatió en Nicaragua corrupción,
tiranía y crimen: Ortega
DPA, REUTERS Y AFP
Managua,
8 de noviembre. El opositor Frente Sandinista de Liberación
Nacional (FSLN) de Nicaragua, que perdió la revolución en
las urnas en 1990, resultó el gran vencedor de las elecciones municipales
del domingo, marcadas por uno de los índices de abstención
más altos en la historia reciente del país.
El presidente del Consejo Supremo Electoral (CSE), Roberto
Rivas, indicó que escrutado 80 por ciento de las 10 mil 314 mesas
de votación, el FSLN ganó 91 alcaldías, y el derechista
Partido Liberal Constitucionalista (PLC) 47. La Alianza por la República,
del presidente Enrique Bolaños, obtuvo seis alcaldías; el
Partido de la Resistencia (ex contras), liderado por Edén
Pastora, ganó dos, y el Movimiento de Unidad Costeña un ayuntamiento
en la zona caribeña.
En los pasados comicios de 2000, los liberales obtuvieron
94 alcaldías, los sandinistas 52, y el minoritario Partido Conservador
ganó cinco ayuntamientos.
Aún antes de conocer los resultados oficiales,
divulgados poco después de la medianoche (local) del domingo, miles
de sandinistas se lanzaron a las calles a celebrar, mientras su candidato
vencedor en Managua, Dionisio Marenco, llamaba a sus rivales políticos
a trabajar juntos por una alcaldía para todos.
El ex presidente y líder sandinista Daniel Ortega,
al proclamar el triunfo electoral más importante de su partido desde
la caída de la dictadura de Anastasio Somoza en 1979, llamó
a los sandinistas a "respetar" a sus adversarios que perdieron en la elección.
Al pronunciar un discurso de dos horas en el mausoleo
de su fundador Carlos Fonseca Amador (muerto en combate hace 28 años)
prometió "no traicionar ese voto de confianza, mantener la lucha
contra la corrupción y trabajar por la reconciliación entre
todos los nicaragüenses".
Agregó: "no han hecho falta los fusiles para combatir
la corrupción, la tiranía y el crimen", y advirtió:
"este fue un referéndum en contra de la corrupción y de las
mentiras de las promesas de campañas, que han modificado la correlación
de las fuerzas políticas a nivel nacional".
Pedro Joaquín Chamorro, hijo de la ex presidenta
Violeta Barrios viuda de Chamorro, quien buscó la alcaldía
de Managua por el PLC (cuyo líder, el ex presidente Arnoldo Alemán,
cumple una condena de 20 años por corrupción), atribuyó
su derrota al "altísimo nivel de abstención".
La euforia inicial del sandinismo opacó relativamente
la preocupación de los observadores locales y extranjeros por el
alto nivel de abstencionismo, que según el CSE podría oscilar
entre 48 y 52 por ciento a nivel nacional.
Problemas de desubicación de votantes en el padrón
electoral fueron señalados por algunos como causas de la desmotivación
de personas que no pudieron ejercer el sufragio en muchas mesas de votación.
Sin embargo, para otros, la abstención sería
un reflejo del desencanto de la mayoría de los nicaragüenses
por los partidos políticos, muchos de cuyos líderes han sido
acusados de corrupción, fraudes, estafas y hasta de violencia intrafamiliar
y delitos sexuales, en un país agobiado por el desempleo y donde
80 por ciento de la población vive en la pobreza desde hace años.
La Organización de Estados Americanos valoró
positivamente la jornada electoral e hizo un llamado a todos los candidatos
a aceptar los resultados oficiales.
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