México D.F. Martes 9 de noviembre de 2004
Editorializan, adjetivan la información
y la dosifican a su criterio, acusa el mandatario
Más responsabilidad, demanda Fox Quesada a los
medios de comunicación
Asegura que "no hay saña en lo más mínimo"
de su administración contra López Obrador
ROSA ELVIRA VARGAS
El
"cuarto poder" que representan en México los medios de comunicación
no ha encontrado en esta etapa de transición el "equilibrio apropiado"
entre el manejo de ese poder y el sentido de responsabilidad, afirmó
el presidente Vicente Fox.
Desde su perspectiva, los medios tienen hoy el poder y
la facultad de conducir a la opinión pública y no sólo
informan, sino editorializan, adjetivan la información y la dosifican
a su criterio. Entonces, "tanta más libertad demanda tanta más
responsabilidad" frente a la sociedad y frente a México, demandó.
Primero en una entrevista radiofónica y luego con
los estudiantes de la Universidad Anáhuac, que pertenece a la orden
de los Legionarios de Cristo, el mandatario se refirió a los medios
de comunicación, aunque fue en la primera donde abiertamente los
definió como "cuarto poder".
Para ilustrar esa falta de lo que llamó "equilibrio
apropiado", comentó que "estaba leyendo" un libro del Dalai Lama
que el propio líder religioso le envió de regalo y, "entre
otras cosas, menciona ahí que las buenas noticias también
son noticia, haciendo él un reconocimiento a que los medios de comunicación
no son de lo más propensos a difundir buenas noticias''.
Temas varios tocó el mandatario en esas apariciones
mañaneras. Así, aseguró que "no hay saña, en
lo más mínimo", de su administración contra el jefe
de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador,
y que el proceso que se le sigue es sólo "en cumplimiento de la
ley".
Reiteró que "como nunca antes" el Poder Ejecutivo
acata la letra de la Constitución y respeta las atribuciones de
los demás poderes. Incluso dijo que la Suprema Corte de Justicia
"ha tomado decisiones trascendentes para el país que jamás
habíamos visto en el pasado".
Indicó que eso, apegarse a la legalidad, es lo
que él entiende por firmeza para gobernar, pues en México
ya se ha cerrado el capítulo en que la voluntad presidencial se
acataba por orden expresa o por temor.
Además, y contra su recurrente afirmación
de que a estas alturas de su administración ya se recuperaron los
empleos perdidos, el Presidente admitió que en los tres años
recientes han disminuido los "empleos formales trabajando para una empresa",
y que quienes han sostenido la economía del país son las
3.1 millones de personas autoempleadas. Y mientras hace menos de una semana
comentó en Panamá que la economía mexicana es la novena
en tamaño en el mundo, ayer ya la colocó en el décimo
sitio.
Reprobó a quienes equivocadamente insisten en la
"obsoleta" idea de que los gobiernos deben generar el empleo, pues de ese
modo sólo se endeudan y crean burocracias insostenibles.
"Ahí no está la solución"; ésta
se encuentra del lado de la sociedad civil, de quienes hacen una empresa
y generan empleos con base en inversión y trabajo, el autoempleo,
el "esfuerzo emprendedor". Fue ahí cuando convino en que las grandes
empresas ya no son tan generadoras de empleo como antes.
Coincidente con el concepto de "acción positiva"
que profesan en la Universidad Anáhuac, indicó a los participantes
en el quinto Congreso Internacional Universitario Empresarial que México
tiene mucho para enfrentar los grandes retos que le representa Asia en
términos económicos. Comparó indicadores y subrayó
que mientras el país tiene un ingreso per cápita superior
a 6 mil dólares anuales, el de China se acerca a mil dólares
y el de India está apenas en niveles de 600 dólares.
No obstante su opinión de que México ha
abierto "de par en par" las puertas a la democracia y ha pasado del autoritarismo
que se vivió por 70 años a un régimen participativo
y plural, aseguró que el sentido de responsabilidad de un gobierno
lo lleva a ser y tomar decisiones que a veces no son populares, "pero que
sí están construyendo futuro".
"Hay que ser muy responsables", aseguró Fox, al
lamentar que a veces la gente no entiende las decisiones que se toman,
pero que al final "son buenas para el país" y representan la disyuntiva
entre resolver los problemas urgentes e inmediatos y, al mismo tiempo,
"sembrar a largo plazo".
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