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México D.F. Miércoles 3 de noviembre de 2004
La perpetuidad y el tiempo, causas del deterioro
Muchas tumbas de los panteones de la ciudad, víctimas
del olvido
CAROLINA GOMEZ MENA
Algunas tumbas en los diferentes cementerios de la ciudad
datan de hace más de siglo y medio, y su aspecto es fiel reflejo
de lo que hacen el tiempo y el olvido. Lucen con infinidad de cuarteaduras,
desniveles, ángeles decapitados y caídos, que contrastan
con modernos diseños arquitectónicos, con imponentes columnas,
pequeñas estatuas, motivos egipcios y en estos días colmadas
de flores amarillas y blancas.
También
están aquellas que pese a no estar olvidadas muestran un diseño
"con muy poco gusto", sobrecargadas, barrocas, que les quita solemnidad,
y las hace parecer cualquier cosa, menos un lugar de reposo eterno. Y es
que para algunos visitantes consultados "hasta en la muerte nos puede ganar
el mal gusto".
En el panteón Civil Nicolás Tolentino, de
Iztapalapa, aunque no hay gran cantidad de "tumbas olvidadas", también
se empieza a presentar el problema, señaló Leobardo, un trabajador
del cementerio, quien explicó eso se debe a la desatención
de los familiares y al hecho de que algunas están bajo el régimen
de perpetuidad, en general las que caen en ese abandono, y "nada se puede
hacer porque son propiedad privada". Las otras están por "refrendos
de siete años", y una vez cumplido el plazo "la mayoría se
lleva los restos de sus familiares a otro lado".
El Panteón Francés hay tumbas en las que
se pueden leer fechas de mediados de 1800, pero paradójicamente
algunas están en mucho mejores condiciones que otras que son un
siglo más jóvenes. "Pese a que pareciera que ya nos acostumbramos
a esto de la muerte, y que hasta dicen que tenemos el corazón más
duro, sí nos da tristeza ver esas tumbas que nadie visita, que se
caen a pedazos, pero no se pueden quitar, además hay alguien ahí
enterrado, sería como profanar su tumba", comentó a este
diario uno de los guardias.
En este panteón muchos de los apellidos son De
la Garza, Girard, Mohar, Ponzanelli, pero no se ven el gentío, la
música de mariachi y de la marimba.
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