México D.F. Miércoles 3 de noviembre de 2004
Surgen disputas legales por intimidación,
urnas que no llegan, muertos que sufragan...
Impera el "juego sucio" en un proceso electoral que
no garantiza transparencia
Cada estado tiene sus propias normas y nadie puede asegurar
que "cada voto cuenta"
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Washington y Nueva York, 2 de noviembre. Indígenas
intimidados, votantes cuestionados, de-mandas legales por denuncias de
fraude, listas de empadronados que no aparecen, y una mayoría de
estadunidenses que antes de llegar a las urnas ya sabía que no todos
sus votos serían contados y que había grandes posibilidades
de que, otra vez, se "cayera el sistema".
Cuatro años después de la elección
presidencial que devino desastre democrático -el recuento y disputa
por los resultados duraron 36 días-, con la Suprema Corte robando
el derecho del electorado a determinar el presidente e imponiendo a George
W. Bush en la Casa Blanca, poco se ha hecho para reparar un sistema incapaz
de garantizar un proceso electoral imparcial y transparente.
Hoy hubo multitud de ejemplos de los juegos sucios, posible
fraude y otras maniobras para viciar las elecciones en el país que
se autoproclama modelo democrático para el mundo.
En Dakota del Sur republicanos fueron acusados de intimidar
a indígenas que llegaban a las casillas. Los rodeaban, se paraban
muy cerca, tomaban notas en libretas y apuntaban el número de las
placas de sus automóviles y los amenazaban con seguirlos a sus casas.
Un juez federal falló en favor de los demócratas y ordenó
que los republicanos cesaran estas tácticas.
En Michigan los republicanos denunciaron 30 mil muertos
en el padrón electoral estatal (al parecer, temen que los muertos
voten por los demócratas). Pero esta es una antigua tradición
estadunidense, los muertos frecuentemente votan, y a veces representan
el margen de victoria para candidatos (además, es Día de
Muertos).
En el condado de Broward, en Florida, -lugar que favorece
a los demócratas- los republicanos solicitaron a un juez ordenar
la actualización del padrón electoral local para evitar que
los ciudadanos votaran más de una vez. Argumentaron que no existe
ningún mecanismo para asegurar que los que sufragaron en elecciones
"tempranas" la semana pasada, no acudieran hoy para intentar votar de nuevo.
Triunfos y derrotas legales
Pero en Ohio los republicanos fueron favorecidos esta
mañana por un fallo de un juez federal que permite a miles de sus
militantes ingresar a las casillas para preguntar a los votantes sobre
si han cumplido los requisitos para votar. Fue una derrota legal para los
demócratas, ya que consideraban que esto intimidaría a votantes,
particularmente de minorías. Los republicanos insisten en que sólo
desean evitar el fraude, argumento que fue validado por el juez después
de una intensa disputa legal.
Los republicanos en Ohio también han acusado a
los demócratas y sus simpatizantes de promover el fraude con diversas
acciones como llamar a votantes republicanos y ofrecerles información
incorrecta sobre la ubicación de casillas, entre otras cosas.
Un programa de radio liberal de Las Vegas difundió
la versión completamente falsa (hasta donde se sabe) en el sentido
de que en su mensaje Osama Bin Laden, líder de Al Qaeda, habría
dicho que aquellos estados que no voten por Bush serán excluidos
como objetivos de atentados en el futuro.
En Madison, Wisconsin, seis camionetas que estaban listas
para transportar a votantes republicanos a las casillas fueron saboteadas
cuando alguien acuchilló sus llantas.
En pleno Greenwhich Village, en Manhattan, una maestra
de primaria informó a este diario que al acudir temprano a la casilla
que le correspondía, ella y cientos de votantes fueron informados
que no había llegado el padrón, y por lo tanto no podrían
votar. Se les ofreció llenar una papeleta provisional que sería
procesada en otro momento, o que podían esperar por si llegaba el
famoso listado.
La primera disputa legal del día fue en Filadelfia,
donde los republicanos acusaron que varias máquinas electrónicas
de votación ya habían registrado varios sufragios antes de
que se abrieran las casillas.
Estos sucesos se repitieron a lo largo del país,
en zonas rurales, urbanas, suburbanas, ricas y pobres. Ejércitos
de abogados fueron desplegados por ambos partidos para preparar las disputas
legales que inevitablemente surgieron de este sistema electoral descompuesto
y sujeto a manipulación de todo tipo.
Los problemas fundamentales son: este país no tiene
un padrón nacional, ni un sistema uniforme para registrar a votantes,
resolver disputas, diseñar boletas, garantizar el acceso a las casillas,
contar los votos ni hacer recuentos. Cada estado y cada condado establece
sus propias normas y procesos, o sea, hay 51 sistemas diferentes (incluido
el Distrito de Columbia), con variaciones en normas y reglas. Y en cada
entidad hay sistemas diferentes para votar, por ejemplo, sólo en
Pensilvania se emplean cinco tipos de máquinas para votar.
Tampoco hay una autoridad imparcial e independiente para
administrar elecciones nacionales, estas instancias son controladas por
demócratas y republicanos, y sujetas al gobierno estatal en turno.
Fue por esto que el ex presidente Jimmy Carter calificó de "tragedia"
que el sistema electoral estadunidense sea inferior al de muchos países
del tercer mundo, y que a falta de una infraestructura electoral nacional
uniforme, su Centro Carter no pueda monitorear una elección en su
propio país.
Los juegos sucios de todo tipo, como la intimidación
de votantes y otras maneras de suprimir el voto, así como las dudas
sobre imparcialidad y transparencia, florecen. Lo que está claro,
aun antes de concluir el proceso, es que el fundamento de la democracia
electoral de un ciudadano, un voto, aquí no es cierto, y menos aquella
consigna de que "cada voto cuenta", ya que no se garantiza que se cuente
cada voto aquí (o tal vez se cuentan más).
En la Calle 8 de La Pequeña Habana, en Miami,
simpatizantes de George W. Bush promueven el voto. A su vez, un grupo de
demócratas recorre las calles de Filadelfia en apoyo a John Kerry
FOTO REUTERS
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