México D.F. Miércoles 3 de noviembre de 2004
"Cada voto contará; lucharemos por el
sufragio": asegura el compañero de fórmula de Kerry
Cuatro años después, otra vez la duda;
Ohio definirá la contienda
CBS otorga 249 votos electorales a Bush y 242 a su rival
demócrata; la diferencia en el sufragio popular es de varios cientos
de miles Resultados definitivos podrían darse en 11 días
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Washington y Nueva York, miercoles 3 de noviembre.
La elección presidencial estadunidense de este martes casi repitió
el escenario de hace cuatro años con un margen muy estrecho entre
los candidatos republicano y demócrata, y una conclusión
en suspenso, pero que al cierre de esta edición indicaba un eventual
triunfo de George W. Bush y la consolidación del control del Poder
Legislativo por el Partido Republicano.
Pero
a las 2:30 de esta madrugada, hora de Washington, la campaña de
John Kerry rehusó conceder el triunfo. John Edwards, candidato vicepresidencial
demócrata, declaró: "ha sido una larga noche, pero hemos
esperado cuatro años para este triunfo, podemos esperar una noche
más". Ante miles de simpatizantes reunidos en Boston, añadió:
"John Kerry y yo hemos hecho una promesa al pueblo estadunidense; en esta
elección todo voto contará y cada uno será contado...
lucharemos por cada sufragio".
Con eso, no hay resultado final esta noche.
Ohio es el factor decisivo, como lo fue Florida en 2000,
y la disputa ahora es si este proceso se alargará antes de ofrecer
un resultado final. Sin embargo, los indicadores del voto en ese estado
son favorables a Bush.
A la vez, los resultados parciales a escala nacional muestran
una ventaja de cientos de miles de votos para Bush. Esta madrugada el republicano
tenía 51 por ciento del sufragio popular y el demócrata 48
por ciento. En cuanto al voto electoral, la cadena CBS le otorgaba 249
votos a Bush y 242 a Kerry. Se requieren 270 votos para conquistar la Casa
Blanca.
Una elevada ola de participación electoral y tal
vez histórica dejó esta elección justo donde empezó:
en manos de unos cuantos estados indecisos y un país aparentemente
dividido en partes iguales.
En una jornada electoral de suspenso real, donde ningún
experto o político podía pronosticar el resultado en el transcurso
del día, el factor central fue el índice de participación
ciudadana. Al mismo tiempo, fue evidente que esta jornada se trataba más
de un referéndum sobre Bush y sus políticas que de una opción
por Kerry.
De hecho, la tendencia es que Bush podría surgir
de esta elección con mayor apoyo popular y político que hace
cuatro años. Estos comicios también demostraron que aproximadamente
la mitad de la población de este país no sólo se opone
a Bush, sino que es ferozmente contraria a su visión, tanto en política
interna como internacional, y que el martes proclamó su repudio.
Los grandes temas en estos comicios fueron la economía
y la guerra en Irak. Pero las encuestas de salida indicaron que los republicanos
también lograron apoyo para los llamados temas "culturales" como
el aborto, el matrimonio gay y las armas. El gobernador demócrata
de Pensilvania, Ed Rendell, afirmó que los dos temas principales
en la elección en su estado fueron la economía y el sistema
de salud.
Datos
de encuestas de salida hechas por CNN parecieron confirmar esto, al señalar
que un tercio de los votantes a escala nacional tienen un familiar que
perdió un empleo durante la presidencia de Bush.
El tema de la economía y el empleo fueron particularmente
señalados en estados claves como Ohio. Pero en ese mismo estado
se registró una alta participación del voto evangélico,
como lo demuestra la aprobación de una propuesta para prohibir el
matrimonio gay.
El entusiasmo y la pasión que ha provocado esta
contienda electoral también es evidencia de una gran disputa social
y política por el futuro inmediato del país. Aunque habrá
todo tipo de retórica sobre la "reconciliación" y "unidad"
al concluir este proceso, la polarización manifestada en esta contienda
continuará caracterizando a esta nación.
El día comenzó con cierta preocupación
por posibles disputas legales de resultados en estados como Florida, Pensilvania
y Ohio, pero hasta el momento no se había provocado nada parecido
al fiasco de Florida hace cuatro años.
En las primeras horas, ya con indicios de la numerosa
participación, los demócratas no escondieron su creciente
optimismo. Para las 16 horas (local) del martes, algunas encuestas de salida
alimentaron ese optimismo al indicar tendencias favorables a Kerry en Florida,
Ohio y Pensilvania, entre otros de los 10 estados decisivos.
Pero al avanzar la noche, los resultados reales anularon
la posibilidad de una clara y marcada ventaja para Kerry. El demócrata
sí ganó el estado clave de Pensilvania, pero poco antes de
la medianoche Bush logró el triunfo en Florida.
El mapa electoral se fue complicando y la elección
fue reducida a una espera por los resultados en menos de seis o siete estados.
Esta madrugada, las cifras parciales en Ohio indicaban que Bush estaba
ganando por poco más de 100 mil votos en ese estado. El secretario
de estado de la entidad, Ken Blackwell, reconoció que hay más
de 200 mil votos provisionales sin contar y, por lo tanto, bajo la ley
estatal no podía emitirse un resultado final quizá hasta
en 11 días.
También esta madrugada el estado de Iowa declaró
que por problemas técnicos, no sería posible entregar resultados
finales hasta el próximo miércoles.
La participación electoral
El factor más importante, sin duda, fue el incremento
en la participación electoral, con algunos cálculos preliminares
que indican que podría ser la tasa de participación más
alta en 40 años. Aunque no se sabrán los datos finales durante
unos cuantos días, las enormes colas de votantes frente a las casillas
se repitieron por todo el país.
En Ohio algunos votantes reportaron que debieron esperar
hasta seis horas para votar. En algunos distritos de dicho estado y de
Pensilvania, las casillas permanecieron abiertas varias horas más
después de su hora de cierre debido al flujo de votantes.
En Tallahassee, Florida, las autoridades electorales calcularon
que hubo una tasa de participación de 80 por ciento, cifra extraordinaria
en un país donde en la última elección sólo
51 por ciento del electorado sufragó. Anécdotas como estas
se repitieron en todas partes de país.
Los otros comicios
Los republicanos mantendrán el control del Poder
Legislativo en el país con la Cámara de Representantes y
el Senado en su favor.
Entre algunos resultados notables, el demócrata
de Illinois Obama Barack será el único afroamericano en el
Senado, y sólo el tercer negro desde los tiempos de posguerra civil
en llegar a la cámara alta. El demócrata Ken Salazar, de
Colorado, triunfó y será uno de los primeros latinos en el
Senado en la historia no provenientes de Nuevo México.
Al cierre de esta edición, el líder de la
bancada demócrata en el Senado, Tom Daschle, estaba a punto de perder
su relección, y si eso ocurre sería sólo el tercer
líder de una bancada del Senado en perder su elección en
la historia, el último ocurrió a principios de los años
50.
Habrá algunas caras nuevas en el Congreso, pero
el balance del poder continuará más o menos igual.
El demócrata Barack Obama festeja con su esposa
Michelle, y sus hijas Sasha y Malia, su triunfo como senador en Chicago,
Ilinois. Educado en Harvard, de padre keniano y madre estadunidense, es
el segundo hombre de raza negra en llegar al Senado de Estados Unidos en
casi 100 años FOTO AFP
El candidato demócrata a la vicepresidencia estadunidense,
John Edwards, apareció ante la prensa en Boston, la madrugada de
hoy, para explicar que no hablarían de resultados: "Hemos esperado
cuatro años para este triunfo, podemos esperar una noche más"
FOTO AFP
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