Teresa del Conde

Aniversario

Si el 50 aniversario luctuoso de Frida Kahlo conllevó tanta acción, Ƒqué se esperará para el no muy lejano 2007 en que se conmemorará (ojalá que sin tantos despliegues de energía) el primer centenario de su nacimiento?

Los lugares comunes se han asentado en los periódicos, a veces mediante plumas tan notables y célebres como la de Elena Poniatowska, pero lo que quizá los promotores de la industria Frida y de la fridomanía no sepan es que los auténticos colegas de ella -o sea los pintores contemporáneos, mujeres y hombres por igual, en su gran mayoría la ignoran, no como personaje, pero sí como artista-. Eso en el mejor de los casos, porque también los hay que la detestan, gracias a la fridomanía, cosa menos mala que ignorarla. E igual sucede con ciertos sectores del público receptor de arte.

Lo que resulta paradójico es que ni los mismos fridómanos conocen bien a Frida, situación que se puso de relieve por medio de lo que voy a mencionar.

Hará algo más de tres meses un diario de circulación nacional (no éste) me solicitó la elaboración de un ''test" con el siguiente título: ''ƑQué sabe usted en realidad sobre Frida Kahlo?" El objetivo era incluirlo en un portal de Internet. Lo hice con 15 preguntas de opción múltiple, con seis reactivos cada una, todos referidos a sus pinturas. No lo entregué al portal mencionado, sino que lo apliqué en el curso de una conferencia que impartí una tarde en la Casa Azul de Coyoacán. No era posible proyectar diapositivas o imágenes digitales en pantalla, porque la plática se llevó a cabo a la intemperie y con luz de día, así que mi contribución, si es que lo fue, se desarrolló verbalmente, seguida de la aplicación del test que gracias a Hilda Trujillo se reprodujo en copias Xerox repartidas entre los asistentes que voluntariamente se prestaron a resolverlo. La ventaja fue que allí mismo, en ese hermoso espacio a manera de atrio, se efectuó la evaluación, intercambiando los documentos entre los integrantes del abundante público. Algo se logró al ir corrigiendo las respuestas, de modo que al terminar la sesión, quienes se sometieron al ''examen" habían adquirido una pizca más de conocimientos o si se quiere de certitudes. A eso contribuyó el hecho de que durante ese mes la colección de la Fundación Olmedo estuvo visible en el recinto, como después lo ha estado en los espacios de La Noria.

Respecto del test, sólo uno de los participantes respondió correctamente 95 por ciento de las preguntas. Mis mismos alumnos, algunos de los cuales estaban presentes, quedaron o reprobados o con un porcentaje bajo de calificación, pero téngase en cuenta que yo no doy clase sobre ese tema, salvo en rarísimas ocasiones.

Desde mi punto de vista la aportación más seria con la que contó el homenaje 2004 está en el terreno libresco. Me refiero a la tercera versión de Escrituras, recopiladas, enriquecidas con algunos hallazgos más, anotadas y prologadas por Raquel Tibol con un hermoso prólogo adicional de Antonio Alatorre. Este emite la siguiente frase en el primer párrafo de su escrito:

''No seré yo quien amplifique el demasiado ruido que hay en torno a Frida (...)"

Alatorre leyó los escritos de Frida que Tibol recopiló, gracias a que ésta le dijo que no hacerlo ''implicaba una buena dosis de prejuicio". šY resultó que le gustaron mucho!, por lo que el volumen publicado este año por Plaza & Janés se inicia con su prólogo que termina afirmando lo siguiente: ''encuentro en su prosa más sustancia literaria (sic) que en cierta poesía que ahora se usa".

Los escritos de Frida recopilados por Raquel Tibol cambian puntos de vista que se han repetido una y otra vez sobre la pintora y ofrecen un continuum que -por su índole- no deparan otros libros por buenos que sean. Lo son cuando se apartan del aspecto meramente comercial, pero estos son la mayoría. La única falla que encuentro respecto de las Escrituras es que todavía ignoramos la contraparte.

El archivo Kahlo-Rivera sigue sin posibilidad, por ahora, de consultarse a pesar de las gestiones que la UNAM ha realizado en aras de resolver esa situación. Tal vez a partir del justificado homenaje que se rendirá a Tibol en un recinto universitario, pueda ventilarse esta situación.