México D.F. Martes 2 de noviembre de 2004
La plancha del Zócalo, convertida en
camposanto monumental
Llamado de López Obrador a conservar y extender
tradiciones
Inaugura el gobernante ofrenda entre olores a mirra,
incienso, copal y pan recién elaborado
BERTHA TERESA RAMIREZ
La
celebración del Día de Muertos y sus coloridas ofrendas transformaron
la plancha del Zócalo en una típica plaza mexicana. Desde
temprano, familias completas aprovecharon el asueto para transitar a una
dimensión que les permitió escapar de las presiones cotidianas
de la ciudad y recorrer, entre aromas de copal y pan recién hecho,
la exposición de flores de cempasúchil, frutos, y platillos
mexicanos que, de acuerdo con la tradición, se ofrecen a los seres
queridos que ya fallecieron.
Entre las exposiciones montadas este año en la
Plaza de la Constitución destaca la ofrenda monumental montada por
don Alejandro Montero, un viejo trabajador de la construcción que
desde hace 10 años se transformó en artesano especializado
en el manejo del cartón.
La ofrenda, comentó, tiene una extensión
de 400 metros y representa un panteón adornado con cempasúchil
y en el centro la calavera de un soldado español que simboliza la
conquista y el inicio de la evangelización de Tenochtitlán.
Incluye 91 calacas hechas con cartón, papel, engrudo, resistol y
pintura, y en algunas se utilizó madera.
El artesano, originario del populoso barrio de Peralvillo,
dijo que se tardó ocho meses en realizar todas las figuras y explicó
que en ellas se colocaron 800 veladoras que, de acuerdo "con la ideología
moderna, constituirán la luz que iluminará la llegada de
los muertos".
El ciclo mesoamericano
Añadió que en la gran ofrenda se incluyeron
calacas con vestidos típicos de diversas entidades del país,
así como de la Danza de los viejitos, el ritual de los voladores
de Papantla y figuras de guerreros aztecas. Cabe mencionar que algunas
de estas figuras sorprendieron a los visitantes porque al soplar el viento
movían la cabeza y las manos. Indicó que en una parte de
la ofrenda representó "el ciclo mesoamericano", el cual representó
con 52 cráneos.
Además se montó un altar prehispánico
sobre una pirámide azteca en torno a la cual se realizarán
danzas precolombinas y escenificaciones mortuorias que el público
pudo disfrutar este lunes y que continuarán hoy.
Uno de los primeros en visitar la ofrenda monumental fue
el jefe de Gobierno, Andrés Manuel López Obrador, quien destacó
la necesidad de mantener y prolongar nuestras tradiciones.
Acompañado de varios miembros de su gabinete, también
visitó las ofrendas de la Universidad de la Ciudad de México
y de varias delegaciones políticas.
Sobre la plaza también se montó una panadería
"viva" en donde tahoneros se dedicaron a hornear pan de muerto en un gran
horno de ladrillo que ya tiene una tradición de seis años
acompañando el ritual en la Plaza de la Constitución.
Así,
decenas de transeúntes se recrearon con la exposición de
las ofrendas y también fueron convidados del pan recién hecho
desde temprano, cortesía de la Cámara Nacional de la Industria
del Pan.
Los turistas tambien disfrutaron de la exposicón.
Ana Celia, de Sao Paulo, Brasil, dijo que simplemente estaba encantada
con esta expresión de la cultura mexicana y de la forma de congraciarse
con la muerte.
Por su parte, diversos padres de familia comentaron que
decidieron recorrer las ofrendas en el Zócalo para enseñar
a sus hijos esta tradición, y manifestaron su preocupación
por el hecho de que el halloween pueda ganar terreno.
Por la mañana, el jefe de Gobierno dijo hoy no
habría conferencia de prensa, debido a que viajaría a Tabasco
para visitar la tumba de su esposa Rocío Beltrán.
Abandonadas, tumbas bajo el régimen de perpetuidad, señala funcionaria
Supera la demanda la cifra de espacios disponibles en el panteón de Dolores
Autoridades de Miguel Hidalgo realizan un censo para recuperar más de 37 mil lugares
El panteón de Dolores tiene una demanda anual para sepultar alrededor de 3 mil 800 cadáveres. Sin embargo, en la actualidad en este cementerio sólo se dispone de un promedio mensual de ocho lugares bajo el régimen de temporalidad. Por ello la delegación Miguel Hidalgo lleva a cabo un censo de más de 37 mil lugares, de los aproximadamente 700 mil que tiene este sitio, con la finalidad de recuperar las criptas que tienen perpetuidad y están abandonadas. Este procedimiento permitirá conocer con precisión de cuántos nuevos espacios se puede disponer y atender así la demanda de servicios.
Laura Palma Parga, subdirectora de Servicios al Público, explicó que el censo tiene un avance de 90 por ciento y en diciembre próximo estará concluido. Dijo que este proceso no es sencillo, ya que anteriores administraciones no previeron tener un banco de datos sobre el número de criptas útiles y en desuso de este cementerio, el cual data de 1830.
Explicó que para realizar el censo se consideraron aspectos como el estado físico de la tumba y de sus monumentos, su limpieza, la antigüedad de la lápida y el reuso que ha tenido durante los últimos años.
El Panteón Civil de Dolores cuenta con 700 mil tumbas, que lo convierten en uno de los camposantos más grandes de América Latina, de las cuales sólo mil 500 están bajo el régimen de temporalidad mínima de siete años, mismas que son insuficientes para atender la demanda.
Indicó que las fosas restantes tienen régimen de perpetuidad, que sólo compromete a sus dueños a pagar un refrendo, cada siete años, por 64 pesos, lo que provoca que mucha gente se olvide de sus fosas y solamente realice sus pagos correspondientes o les dé mantenimiento cuando tiene la necesidad de ocuparla o en las celebraciones del Día de Muertos.
Aclaró que este problema no ocurre en el panteón Sanctórum, que tiene 90 mil fosas, de las cuales 7 por ciento son tumbas bajo el régimen temporal, que se renuevan cada siete años. El camposanto es más familiar y sus criptas son más visitadas por sus propietarios, indicó.
Señaló que ante la falta de espacios en los panteones de la ciudad de México, la delegación fomenta entre los usuarios la cultura de la cremación. Dijo que se cuenta con una infraestructura de cuatro hornos que operan en el Panteón Civil de Dolores, donde diariamente se realizan más de 12 incineraciones de cadáveres y restos áridos. Precisó que anualmente se llevan a cabo 2 mil 328 cremaciones en este cementerio. MIRNA SERVIN VEGA
Despliegan 3 mil policías en la ciudad por el Día de Muertos
Con la finalidad de dar seguridad a quienes visitan los 117 panteones de la ciudad, con motivo del Día de Muertos, el Gobierno del Distrito Federal aplica un operativo en el que participan 3 mil efectivos de la policía capitalina, el cual se mantendrá hasta el 3 de noviembre. Al mismo tiempo, se puso en operación un dispositivo para resguardar el regreso de paseantes a partir de este martes en las casetas de entrada a la ciudad de México. El secretario de Gobierno, Alejandro Encinas, y el subsecretario de Seguridad Pública, Gabriel Regino, señalaron en conferencia de prensa que la mayor concentración de visitantes se espera en 42 cementerios, donde se espera la afluencia de medio millón de personas, de manera particular en el poblado de Mixquic, en la delegación Tláhuac. Regino precisó que los panteones más visitados son el de San Isidro, en la delegación Azcapotzalco; cerro del Tepeyac, de Dolores, San Nicolás Tolentino y Civil de San Lorenzo Tezonco. Encinas sostuvo que a pesar de la gran concentración de familias, está totalmente garantizada la seguridad, asistencia médica, protección civil y abasto de agua. Por otra parte, ante los cambios bruscos de temperatura las autoridades recomendaron extremar cuidados, principalmente en niños y adultos mayores, para evitar problemas de deshidratación y desmayos; inclusive sugirió utilizar un solo vehículo o transporte público para facilitar el tránsito en las inmediaciones de los pan-teones. Este martes continúa suspendido el programa Hoy no circula para que la gente tenga facilidad de desplazamiento. BERTHA T. RAMIREZ
Ella no discrimina, dice el padre Arturo, quien
oficia misa en el santuario de Tepito
Aumentan los altares a la Santa Muerte en los barrios
bravos
En la colonia Doctores existe uno con una efigie de
1.90 metros En la Morelos, Caridad y Esperanza son los nombres con los
que se venera a la también llamada Niña Blanca
PERLA MONCADA SILVA Y ARTURO CRUZ BARCENAS
En el Distrito Federal han proliferado los altares con
los que se rinde culto a la Santa Muerte, como en Tepito, la colonia Guerrero,
la Doctores, en Iztapalapa, etc. Practicamente en todos los barrios bravos
de la capital, esta efigie es adorada, y si bien la Iglesia católica
no la reconoce, al contrario critica el fanatismo de sus seguidores, su
culto es similar al de cualquier santo cristiano a quienes se les pone
un altar.
Con
alto grado de superstición la Santa Muerte ha sido inpiradora de
oraciones, reportajes, varios ensayos y libros, los cuales son parte de
la fundamentacion de esta imagen cadavérica que acerca sobre todo
a personas de origen humilde, con empleos informales, reclusos, policías,
prostitutas, comerciantes, asaltantes y sobre todo a quienes han tenido
paso por la tragedia.
Altar en tepito
Caridad espera vestida con encajes morados en la esquina
de Bravo y Zapata, en el barrio de Tepito. A sus pies decenas de colillas
de cigarros, botellas de agua y un licorcito. Su atuendo es elegante, y
enjoyada en oro y perlas -tal vez de fantasía- permanece erguida
con el mundo y la justicia en la mano derecha, en la otra, anillada, la
guadaña. Espera a los visitantes, que de Toluca, Ecatepec o Neza
vienen a ver a la otra señora, a la grande y más elegante:
Esperanza.
Ellas son sólo dos de un conjunto de más
de 20 representaciones de la Santísima Muerte venerada desde hace
más de 3 años en el número 35 de la calle Bravo en
la colonia Morelos, y que es festejada del 31 de octubre al 2 de noviembre,
aunque su fiesta patronal es el 15 de agosto.
Las joyas, los cigarros, el agua y el licorcito son la
ofrenda que sus devotos visitantes le ofrecen a cambio de algún
favor recibido. "Ella las merece", afirma la señora Lourdes Juárez,
mujer de aspecto humilde, delgada y de rostro afilado, demacrado, quien
hace dos meses pidió a la Niña Blanca que su hijo
pasara al otro lado. "La Niña cumplió. El está
bien, pasó vivo y sin ningún daño, por eso le vine
a pagar el favor".
El padre Arturo, quien oficia misa en el santuario, dice
que es el primero en fundarse en la República Mexicana, entre la
proliferación de nichos que han construido en distintas partes del
Distrito Federal, 40, de acuerdo con el sacerdote, como en Tacuba, Escandón,
Valle Gómez y Peralvillo.
La devoción a la Santa Muerte ha llegado a varios
estados de la República, como Monterrey, Oaxaca, Puebla, Veracruz,
Guerrero e Hidalgo, porque se trata de una santa que no discrimina, "esta
iglesia, la tradicional ortodoxa, no ha cedido a la modernidad; sin embargo,
ha mantenido siempre sus puertas abiertas a todo tipo de personas. Aquí
llegan alcohólicos, prostitutas, rateros, drogadictos, homosexuales,
lesbianas; aquí no vemos la etiqueta en la gente, esta iglesia es
libre", reitera el padre Arturo.
Esperanza, como llaman a la efigie principal del santuario,
está ataviada con ropa adornada de encajes negros y porta un sombrero
parecido al de La Catrina, de José Guadalupe Posada. Tiene
arracadas de oro colgadas en el manto que la cubre, además de cadenas
y collares del mismo metal. A sus pies, el piso está lleno de manzanas,
cigarros o botellas de vino, entre otros.
A pesar de la oposición de algunos sectores de
la iglesia (heterodoxa), que se manifiesta en voces como la de una de las
monjas que colaboran en la Casa del Peregrino, en las inmediaciones de
la Basílica de Guadalupe y que asegura tajante: "Esa dichosa santa
ni existe. No existe. ¿O qué, acaso hay un santo nacimiento
y un santo crecimiento?".
Altar en la Doctores
Ladra un perro criollo. A su lado corre un gato negro.
En la sala de ese cuarto en ruinas del número 66 de la calle Doctor
Liceaga de la colonia Doctores, escenografía involuntariamente ad-hoc
para la Santa Muerte, todo lo inunda "ella". En una mesa hay otras figuras
y cada uno de sus cinco hijos trae colgado, cual escapulario, una especie
de medalla con la figura del culto.
Para Alicia, la Santa Muerte es vida, su santo de cabecera.
"Me ha ayudado a muchas cosas, desde siempre. Mi papá la veneraba
y nosotros también lo hacemos desde que éramos chamacos."
Su culto se acentuó cuando su hija fue salvada por La Señora,
La Niña, La Blanca, luego de que se quemó al caerle en la
cara y mitad del cuerpo agua hirviente de una cubeta que estaba en la lumbre
de una estufa, hace cinco años.
Para ir a trabajar, dejaba a su hija encargada. Es vendedora
ambulante de cosméticos. Las quemaduras fueron de tercer grado.
La niña ahora tiene siete años y el día de la entrevista
ayudaba a su mamá en la elaboración del nuevo vestido para
la efigie de la Santa Muerte, de casi dos metros de altura, blanca totalmente.
Pareciera que se está riendo, que su cadavérico rictus mutara
según el ángulo desde el que se le mire.
Pone el "altar" desde el 15 de abril pasado. "Hay gente
que nomás viene, pero como no sabe de ella la relacionan con la
brujería, con cosas malas, pero con todo se puede hacer mal, hasta
con la mirada."
Por la tarde retira el altar. Dijo que cada vez acude
más gente a verla.
-Ustedes le piden. ¿Ella les pide algo?
Se enoja: "¿A usted la Virgen de Guadalupe baja
y le pide algo?"
-¿Cuánto mide esta figura?
-¿Esta qué?
-Esta...
-Es una señora. ¿Esta qué?
-Esta... señora.
-Uno noventa.
A un lado hay una "señora" vestida de azul. "Ese
color es para que le vaya bien a los estudiantes. Yo todos los días
le pido que me deje viva, nada más, para llevarlos por el camino
del bien. Aquí no estamos en un lecho de rosas. Todos vamos a morir,
pero cuando eso ocurra no vamos a estar con ella. Sólo es un mensajero
que manda Dios nuestro señor.
"A Tepito van viciosos, criminales, mariguanos, borrachos.
Eso no es un respeto. Respeto es oír el rosario -para ella- bien."
Hay presos que se tatúan la imagen. "Cada quien es libre de hacer
lo que quiera. Todos los maleantes le rinden culto a algún santo,
no sólo a la Santa Muerte."
-¿La han criticado por su culto?
-Sí, pero que Dios los bendiga. No me han dicho
que estoy mal de la cabeza.
ROSTROS DEL DIA DE MUERTOS En el Zócalo capitalino los aromas del copal, de las veladoras, del cempasúchil, del pan de muerto, de los platillos típicos, se agolparon en la enorme ofrenda montada por don Alejandro Montero, artesano especializado en trabajo en cartón. En otras zonas de la ciudad de México, como en Tepito, las colonias Guerrero, Doctores, así como en algunos reclusorios, la devoción por la Santa Muerte (la imagen corresponde a Santa Marta Acatitla) va en aumento. La efigie es adorada, y aunque la Iglesia católica no la reconoce y critica ese ''fanatismo'', su culto es similar al de cualquier santo cristiano FOTOS CARLOS RAMOS MAMAHUA Y JOSE CARLO GONZALEZ
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