México D.F. Martes 2 de noviembre de 2004
Los prelados buscarán fortalecer el organismo
durante su 78 asamblea plenaria
Analizarán obispos el papel que ha jugado el
Episcopado a casi 50 años de su creación
Deliberarán a puerta cerrada sobre las cartas
apostólicas del papa Juan Pablo II
JOSE ANTONIO ROMAN
Tras la celebración del 48 Congreso Eucarístico
Internacional, realizado hace unas semanas en Guadalajara, los obispos
mexicanos se alistan ya a la celebración de su 78 asamblea plenaria
del Episcopado mexicano, en busca de un fortalecimiento de su colegialidad,
pero también para una seria revisión del papel que ha jugado
el Episcopado como estructura orgánica, a casi 50 años de
haber sido creada.
Durante
cinco días, del 8 al 12 de noviembre, más de un centenar
de obispos se reunirán a puerta cerrada para deliberar sobre las
cartas apostólicas del papa Juan Pablo II, Motu proprio apostolus
suos y Pastores gregis, que tienen como tema central la comunión
entre los obispos y las iglesias en el ámbito local, así
como el papel que deben jugar las conferencias episcopales en el trabajo
pastoral y sus repercusiones en el ámbito social.
Como pocas veces ocurre, la celebración religiosa
de apertura no se realizará en la sede episcopal de Lago de Guadalupe,
en el municipio mexiquense de Cuautitlán Izcalli, sino en la Basílica
de Guadalupe, la tarde del próximo lunes 8 de noviembre, la cual
será encabezada por el presidente del organismo y obispo de la diócesis
de León, José Guadalupe Martín Rábago.
En la carta Pastores gregis, el papa Juan Pablo
II insiste en que la relación de los obispos se debe traducir también
en una colegialidad y comunión entre las diversas iglesias locales
o diócesis, y en una ayuda mutua para superar el sufrimiento que
llegan a sentir los obispos al compartir las dificultades de sus feligreses.
En esta tarea el pontífice pide también
a la jerarquía no olvidar a los obispos eméritos, es decir,
a aquellos que han dejado el gobierno pastoral de las diócesis por
llegar al límite de los 75 años, edad que establece el Código
de Derecho Canónico para presentar su renuncia. En México
hay 37 obispos y arzobispos que se encuentran en esta situación.
"Resulta obligado poner todo cuidado para asegurarles
condiciones de serenidad espiritual y económica, en el contexto
humano que razonablemente deseen. Además de que su experiencia debe
ser aprovechada aún en el ámbito de los diversos organismos
de las conferencias episcopales", dice el documento papal que será
objeto de estudio por los obispos durante la asamblea.
La segunda carta destaca la importancia y la utilidad
que tienen para los obispos las conferencias episcopales, cuya creación
fue sugerida en la primera asamblea plenaria de la Conferencia del Episcopado
Latinoamericano (Celam) de Río de Janeiro, en 1955.
En su definición, la Conferencia Episcopal es una
institución de carácter permanente y es la asamblea de los
obispos de una nación o territorio determinado, que ejercen unidos
algunas funciones pastorales respecto de los fieles en su territorio, para
promover conforme a la norma del derecho el mayor bien que la Iglesia proporciona
a los hombres, de acuerdo con las circunstancias de tiempo y lugar.
No obstante, se debe precisar que cada uno de los obispos
es autónomo para tomar sus decisiones dentro de la diócesis
dejada a su responsabilidad, pues el único que le puede pedir cuentas
de su trabajo es el Papa, al que, de hecho, le rinde un informe quinquenal
sobre su trabajo, que lo presenta en Roma en lo que se conoce como visita
ad limina, que por cierto están a punto de emprender los
obispos mexicanos.
Puesto que la finalidad de las conferencias de los obispos
es promover el bien común de las iglesias particulares de un territorio
mediante la colaboración de los pastores a cuyos cuidados han sido
confiadas, cada conferencia debe comprender a todos los obispos diocesanos
y quienes se les equipare en derecho, como los obispos coadjutores (con
derechos a sucesión), los auxiliares, prelados y demás titulares
que cumplen en dicho territorio un encargo de la Santa Sede.
La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) está
integrada por un total de 146 obispos y arzobispos, titulares o auxiliares,
en activo y eméritos.
La asamblea será un momento propicio para que los
obispos retomen el añejo tema de la restructuración de la
CEM, en cuanto a la conformación de las 25 comisiones en que se
divide el organismo para su mejor funcionamiento. Esta discusión
se ha visto postergada desde hace ya varias asambleas, ya sea por temas
más urgentes y coyunturales, como por considerar que todavía
no se tenía claridad en el proyecto de restructuración, por
lo que era mejor posponer su análisis y no cometer algún
error por la premura.
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