México D.F. Domingo 31 de octubre de 2004
Hoy concluye el festival chiapaneco
Danza en el epílogo del Cervantino Barroco
Agrupaciones de Sudáfrica y México actuaron
en San Cristóbal de las Casas
ARTURO JIMENEZ ENVIADO
San Cristobal de Las Casas, Chis., 30 de octubre.
Las danzas mexicanas y sudafricanas -prehispánicas, tradicionales,
folklóricas y contemporáneas- caracterizaron la recta final
del tercer Festival Internacional Cervantino Barroco, que durante una semana
se ha desarrollado en esta ciudad colonial de los Altos de Chiapas y que
concluye este domingo.
Si por algún momento llegó a pensarse que
el carácter más bien reservado de los sancristobalenses les
impedía soltarse el pelo y gritar y aplaudir de manera desaforada,
ese estereotipo quedó hecho añicos la noche del viernes con
la presentación en la Plaza de la Catedral del grupo de danza Amabutho,
de Sudáfrica, un híbrido urbano de origen zulú.
Y es que el fuerte golpeteo de las botas de hule adornadas
con sonajas de corcholatas de los bailarines de Amabutho prendieron sobre
todo el ánimo del público femenino, quienes gritaron aún
más fuerte cuando los intérpretes se despojaron de sus camisetas
amarillo canario.
El trabajo de este grupo de danza profundamente sudafricana
destaca porque el ritmo es marcado sobre todo por los pasos de los bailarines,
quienes sólo son acompañados por una pequeña dotación
de percusiones.
El extinto régimen de apartheid en Sudáfrica
prohibió muchas cosas, pero nunca pudo impedir que el pueblo bailara,
y la danza es una de las mayores riquezas culturales de ese país.
Noche de danza
La noche del sábado se presentaron en el mismo
escenario abierto y también abrigados por el frío, el Ballet
Folclórico de la Universidad Autónoma de Chiapas, dirigido
por el maestro Juan C. Cano, y el grupo de danza prehispánica tabasqueño
de Villa de Chablé, a cargo del maestro Azoor Jiménez.
Y este domingo la ceremonia de clausura, también
realizada en la Plaza de la Catedral, fue allanada por la Danza de los
Kurpites, tradición purépecha proveniente de Calzontzin,
municipio de Uruapan, Michoacán, y dirigida por el maestro Antonio
Mediano.
Kurpites significa en purépecha "los que se juntan"
y es una danza sólo bailada por jóvenes solteros cuyos orígenes
se ubican en el siglo XIX. Muchos investigadores coinciden en que los integrantes
de esta danza representan a una familia en el que t'arhepiti es el papá,
la maringuía la mamá y los k'urpites, los hijos.
Así, el cierre de este festival tuvo el sabor de
la Danza de los kurpites, pues durante todo el festival al menos tres culturas
básicas -indígena, europea y africana- "se juntaron" e interactuaron
para realizar lo que el poeta Oscar Oliva, titular del Consejo Estatal
para la Cultura y las Artes, llamó "un diálogo profundo"
entre los grupos artísticos y el público, el cual ya comienza
a hacer de este Festival Internacional Cervantino Barroco una buena tradición.
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