México D.F. Miércoles 27 de octubre de 2004
Compartirán escenario en el Zócalo capitalino
Sábado de sensibilidad femenina con Omara, Oumou y Eugenia
JUAN JOSE OLIVARES
El Zócalo capitalino se llenará de sensibilidad y profundidad femenina el próximo 30 de octubre cuando a las ocho de la noche suban al mismo escenario tres damas de la canción: la cubana Omara Portuondo, la maliense Oumou Sangare y la mexicana Eugenia León en el concierto nombrado En alta voz, que se espera sea un encuentro entre las tres mujeres, más que tres conciertos en un proscenio.
Omara Portuondo, llamada La dama del filin, se inició como bailarina en Tropicana en los años más glamorosos de La Habana junto con su hermana Haydee con quien formó el Cuarteto D'Aida, el cual surgió al mismo tiempo que el coctel musical denominado filin (hecho con piezas de jazz, bossa nova, son y boleros). El grupo, que en alguna ocasión compartió escenario con Nat King Cole, lo completaban Moraima Secada y Elena Bourke, "la número uno de Cuba", según Omara, quien, a su vez, ha sido calificada por algunos como la Edith Piaf de Cuba, aunque ya ha tenido el reconocimiento por medio de sus muchas giras por todo el mundo con el fenómeno Buena Vista Social Club.
Omara es una cantante de gran calidez y empatía que nos lleva, entre reminiscencias, por una serie de piezas cubanas. Su disco transita por una variedad de estilos. El tema que abre, el atmosférico Tabú, está teñido de ritmos africanos y deshila un clarinete sobre la base de tambores batá, intrumentos tradicionales de la isla. Domina su arte, canta con autoridad, entendimiento y profundidad de emociones, lo que hace que cada tema suene como si la hubieran escrito especialmente para ella.
La africana Oumou, más que una intérprete es una cantautora, vocera y cronista social que está más próxima a ser un fenómeno musical que encarna a la mujer que no teme decir las verdades. Nació en Bámako (capital de Malí) en 1968, pero desde pequeña sintió el arraigo por Wassoulou, terruño de su madre, quien también era cantante y quien tuvo el destino de la mayoría de las mujeres malienses: compartir el marido.
Oumou es de dulce y aguda voz tribal; la acompañan las percusiones djembé y dou doumba, y el sonido de calabazas llenas de caracoles, que sus coristas lanzan al aire en los momentos de éxtasisis y catarsis, de liberación femenina. Es una música tradicional, aunque no de los griot (músicos y cantantes tradicionales que amenizaban las fiestas de los nobles) sí es heredera del mandinga y propagadora del idioma barbará (el refugio del saber).
Eugenia León es una de las mejores cantantes de México. Ha triunfado en el extranjero. Por más de tres décadas ha interpretado a los mejores compositores nacionales. Maneja un sinnúmero de géneros musicales, desde los más tradicionales y folclóricos hasta los más contemporáneos.
Eugenia también es conductora del programa de televisión Acústico, de Canal 22 y creadora 21 discos.
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