México D.F. Miércoles 27 de octubre de 2004
El hombre de Hershey, del grupo La Manga, en Nueva York
Sobre un ring, espectáculo de danza contra la violencia
ANA MONICA RODRIGUEZ
En un llamado contra la violencia, la compañía interdisciplinaria La Manga presentará sobre un ring el espectáculo El Hombre de Hershey (The Hershey Man) en el contexto del Festival México Now, que inició el sábado pasado en Nueva York.
"La idea surgió cuando vi que en una tienda golpeaban salvajemente a un hombre por robar un frasco de chocolates Hershey", dijo la coreógrafa Gabriela Medina, quien, junto con el director de arte Mario Villa, encabeza el colectivo dancístico que participará los días 5 y 7 de noviembre en la Gran Manzana. Además, agregó, que el proyectó se concretó debido a la atroz invasión que se desató contra Irak en esos días.
Sobre la propuesta escénico-corporal abundó: "Un mexicano que trabajaba en la tienda acusó al hombre que robó con el dueño, quien lo agarró a patadas en un acto de violencia que no tuvo respuesta de la gente que vio el incidente. Además por esas fechas inició el conflicto bélico a raíz de lo cual empezamos a recolectar imágenes de violencia en libros, artículos de revista y periódicos, proceso que inició en 2003 y que culminó ahora con El Hombre de Hershey".
Con una serie de imágenes en movimiento, las bailarinas Gabriela Medina y Mariana Granados mostrarán al público neoyorquino "las atrocidades del mundo actual" en una pelea de box pactada a tres rounds, en los cuales alternarán la violencia y la belleza del ser humano.
El ingrediente especial, refiere Medina, será la participación de la filósofa Maxine Greene, quien durante el receso entre cada episodio reflexionará sobre las escenas dancísticas que serán presentadas en el Teatro de la Universidad neoyorquina (NYU).
Medina, quien reside desde hace tres años en Nueva York, comentó que La Manga, agrupación fundada en México en 1994 -sin fines de lucro-, produce obras de danza-teatro y video, al igual que proyectos de investigación en movimientos que involucran a diversos sectores, a quienes tradicionalmente les ha sido negado el acceso a la danza, como los débiles visuales, los niños en situación de calle, gente en silla de ruedas o las mujeres de 30 a 60 años.
"La compañía ha desarrollado la metodología de danza teatral integrada (DTI), con la cual incorpora personas con capacidades diferentes o a bailarines y actores profesionales retirados para abrir nuevas formas de expresión y comunicación con la sociedad y el entorno".
En El Hombre de Hershey, explicó la coreógrafa -quien estudió en Nueva York la maestría en administración del arte-, trabajamos con tres tipos de violencia: en el primer round la agresión "contra ti mismo", la cual atañe a las agresiones cotidianas como ponerse a dieta, tomar o comer demasiado, juzgar a otras personas o el entrenamiento feroz al que están sujetos los bailarines para mantener el cuerpo dentro de los canónes artísticos.
Tras el receso del primer combate, reanuda el segundo episodio con la demostración dancística "de belleza y plenitud absoluta. Es una historia personal de paz interna e ingenuidad".
Durante el tercer round regresa la violencia "proyectada en grupos grandes e imágenes intensas mostradas a través del lenguaje coreográfico".
Además de la participación de las bailarinas y la filósofa, integran el colectivo artístico Mario Villa -quien junto con Medina fundó la compañía-, el músico Carlo Nicolau, Guillermo Maldonado, Patricia Camacho y el asistente de producción Fidel Romero.
En La Manga, concluye Medina, buscamos abolir la idea "del obligado cuerpo perfecto" como herramienta única para la expresión dancística. La compañía trabajará el próximo año en Kioto, Japón, con un proyecto dirigido a la comunidad infantil del Centro de las Artes.
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