México D.F. Miércoles 27 de octubre de 2004
La verdad mediática se impone cada vez más a las verdades jurídicas y éticas, señala
Corral Jurado: el poder de los medios electrónicos amenaza la democracia
ANDREA BECERRIL Y VICTOR BALLINAS
La democracia en México está en riesgo mientras no se lleven a cabo dos reformas fundamentales: el control del dinero en las campañas electorales y la reglamentación de los medios electrónicos de comunicación, "un poder fáctico que trata de sustituir no sólo a la política, sino a los poderes constitucionales", advirtió el senador panista Javier Corral Jurado.
Durante su participación en el coloquio Consolidación de la democracia en América Latina, planteó que las dos grandes televisoras del país privilegian el escándalo, y en lugar de denunciar e informar se convierten en jueces y tribunales que pueden descalificar a los políticos.
"Estamos bajo el imperio de un nuevo poder informal: el de los medios electrónicos. El ritmo del país no es el debate serio, sino el del escándalo; vivimos una telenovela nacional surrealista sin orden ni claridad", insistió Corral Jurado.
El legislador resaltó que "por faltas bien acreditadas de unos cuantos y por la vulnerabilidad ética de otros", en los medios electrónicos "se mofan casi de todos y pueden descalificar a tal o cual político sin escuchar las razones o los argumentos de los actores políticos".
El problema, dijo, es que también los personajes públicos, por temor a los dueños de las televisoras, le entran a "esa comedia de equivocaciones".
Presidente de la subcomisión encargada de dictaminar la reforma a la Ley Federal de Radio y Televisión, Corral Jurado preguntó si es posible una democracia en la que unos cuantos, en el sector económico y financiero, imponen su criterio y compiten inclusive con el Estado en una disputa por el poder.
Concentración monopólica en radio y tv
Puntualizó que debido a la concentración monopólica de las concesiones para televisión, los medios electrónicos compiten con el Estado por ser el primer poder y en los años recientes "están sustituyendo no sólo a la política, sino a los poderes constitucionales nacidos de nuestra democracia reciente".
Compiten, recalcó, "para dejar claro que ellos son los que mandan, y por supuesto que ellos pueden determinar no sólo el futuro de la arena electoral, sino imponer cada vez más sus verdades mediáticas, las que sustituyen a las verdades jurídicas y éticas".
Ese juego del desprestigio y la magnificación "de las dolencias de la política" en que incurren los medios electrónicos "requiere ser ampliamente discutido", añadió, e insistió en que se requiere "el control del dinero en la política para fortalecer la democracia y la reglamentación de la radio y la televisión.
"Si no se constituyen auténticos sistemas de rendición de cuentas, transparencia en el financiamiento a las campañas, y no se reduce al mínimo el financiamiento privado sobre el público, difícilmente la política dejará de ser rehén del dinero que impone condiciones. Muchos de los escándalos en que se han visto envueltos los partidos en los últimos años tienen que ver, entre otras cosas, con el pago de deudas por publicidad con los medios de comunicación".
Otro de los ponentes en ese coloquio, organizado por el PRD, el senador priísta Carlos Rojas Gutiérrez, coincidió en que se requieren cambios en la legislación electoral que tienen que ver con la regulación de precampañas, "convertidas en motivo de dispendio, y en el uso tramposo de los recursos públicos y privados, nacionales y extranjeros".
Sin embargo, precisó Rojas, aunque hay coincidencias en la necesidad de una reforma del Estado a fondo, lo que debiera ser una discusión plural de propuestas y proyectos "se ha convertido en una lucha de antagonismos, dominada por una sucesión presidencial adelantada, por los desencuentros en el Congreso y por los enfrentamientos dentro y entre los partidos políticos".
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