Critica clientelismo

Beatriz Paredes niega implicación en toma del PRI

ANDREA BECERRIL, VICTOR BALLINAS Y LAURA GOMEZ

La presidenta de la Fundación Colosio, Beatriz Paredes Rangel, negó estar involucrada en los hechos violentos del fin de semana pasado, cuando un grupo de militantes del Partido Revolucionario Institucional (PRI) tomó las instalaciones de éste en el Distrito Federal. "La presunción sobre nombres y descalificaciones sólo daña el esfuerzo que debe hacer el partido para recuperarse en la ciudad", aseveró.

A insistencia de los reporteros para que opinara sobre el conflicto entre priístas capitalinos, Paredes subrayó: "no participo en especulaciones, mis decisiones políticas las voy a tomar en 2005 y me parece que mi responsabilidad al frente de la fundación es sumamente trascendente, no soy ni nunca he sido independiente".

Añadió que, en términos generales, en la ciudad de México hay un proceso de transformación de la exigencia ciudadana hacia los liderazgos políticos.

"Creo que estos liderazgos clienterales no están recibiendo la simpatía ciudadana en todos los partidos y eso forma parte de esta situación, por lo que la violencia es rechazable en cualquier organización política. No hay elementos que le den soporte a quienes pretenden dedicarse a la política y utilizan la fuerza", concluyó.

En tanto, el secretario general del PRI-DF, Vicente Gutiérrez Camposeco, informó que, independientemente de la investigación o la denuncia que se presente por la irrupción en la asamblea del pasado sábado, se solicitará al Comité Ejecutivo Nacional que emita la convocatoria para que los consejeros elijan a la directiva capitalina, como se aprobó en dicha sesión.

Instó a los militantes a "serenarse y analizar con cuidado si existieron, y en qué magnitud, violaciones estatutarias, o se trató de manifestaciones de algunos priístas tendientes a buscar el camino que ellos consideraban el más conveniente". Señaló que en caso de presentarse una querella la Comisión de Justicia Partidaria analizaría una posible sanción a los participantes.

Ni la violencia física o verbal, y mucho menos la intimidación, forman parte de los mecanismos utilizados por el partido para dirimir diferencias, y si algunos militantes consideran que sus derechos han sido atropellados pueden acudir a las instancias correspondientes, añadió. Confió en que "esta actitud no será el preludio para la designación del candidato priísta a la Presidencia".

Entrevistado durante la sesión ordinaria, ayer, del Consejo General del Instituto Electoral del Distrito Federal, apuntó que la irrupción en el salón de sesiones por integrantes del Movimiento Territorial, encabezados por Cuauhtémoc y Guillermina de la Torre, no impidió que el Consejo Político acordara sobre la elección de la directiva capitalina, mediante una asamblea de consejeros, con el voto de 50 por ciento más uno, como marcan los estatutos.

La toma de las instalaciones del PRI la noche del viernes, cuando se realizaría la sesión del consejo, provocó el cambio de sede, lo cual fue avalado por el secretario técnico, Fernando de Garay, para evitar confrontaciones, así que es legal el proceso de elección definida y conforme a ello se solicitará al CEN del PRI que emita la convocatoria respectiva.