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México D.F. Martes 26 de octubre de 2004
Funcionario estatal desmiente afirmación
de Usabiaga de que el brote "está controlado"
Se extiende a Vallarta plaga de cochinilla rosada;
incineran más de mil 500 árboles
JAVIER SANTOS CORRESPONSAL
Puerto Vallarta, Jal., 16 de octubre. La plaga
de la cochinilla rosada comienza a extenderse por el municipio de Puerto
Vallarta, por lo que se han debido incinerar mil 500 árboles infectados,
y se impuso cuarentena, para evitar que se propaguen a vegetales comestibles.
Javier Usabiaga, titular de la Secretaría de Agricultura, Ganadería,
Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), aseguró
que ese mal que afecta las plantas está "controlado en la región",
versión que desmintió el encargado de la Oficina de Fomento
Agropecuario Forestal de Bahía de Banderas, Nemesio Ruiz, con el
argumento de que "si bien es cierto que unas áreas están
controladas, otras ni siquiera han sido inspeccionadas".
Para
enfrentar el problema se creó un comité en el que participan
los tres niveles de gobierno, e incluye a la Policía Ecológica,
a la Dirección de Protección Civil, a la Sagarpa, así
como a las direcciones estatales de Fomento Agropecuario y Turismo, instancia
involucrada por haberse detectado la plaga en hoteles de Bahía de
Banderas.
El director de la Junta de Sanidad Vegetal, Clemente Robles,
informó que la cochinilla afectó el estero Boca de Tomates
y, para evitar su proliferación, los árboles de la zona fueron
rociados con diesel y se les prendió fuego, entre otras acciones
-que cuestan al municipio 27 mil pesos semanales- como fumigación
e introducción de especies que comen larvas de cochinilla. Robles
aseguró que el mangle del estero no sería afectado, afirmación
que contradijo Arturo Peña, ingeniero agrónomo y regidor
independiente.
La destrucción de árboles en distintos puntos
de Vallarta, sobre todo en el estero, causó descontento de ecologistas
locales, quienes consideraron que se pudo usar un método menos agresivo
al ambiente que quemar plantas con diesel.
El biólogo Rafel Girón, director del área
protegida del estero El Salado y docente de la Universidad de Guadalajara,
comentó que no obstante el cerco sanitario activado en toda la costa
de Jalisco, la cochinilla rosada "es muy resistente". Por lo anterior,
afirmó que "no queda más que utilizar mecanismos de rápido
control", como incinerar árboles, pero sería más provechoso
detectar "a tiempo" las larvas del insecto en vegetales.
Para el regidor Peña, el problema "está
creciendo, nosotros hacemos todo lo posible, por eso capacitamos a la gente".
Actualmente tres cuadrillas se dedican a atacar la enfermedad
y a mediados de octubre fueron contratados tres ingenieros agrónomos
para determinar qué regiones están afectadas. "Se certificarán
los terrenos libres de plaga", y no se podrán comercializar las
cosechas obtenidas en predios perjudicados, señaló el edil.
Usabiaga aseguró que el primer brote de cochinilla
fue erradicado y se han reforzado las medidas de seguridad en el municipio,
de tal forma que no pueden salir de la demarcación frutas, hortalizas
o ganado sin la certificación respectiva.
Entrevistado la semana pasada en Vallarta, Usabiaga insistió
en que la cochinilla "está bajo control y a punto de ser erradicada",
lo cual desmintió Nemesio Ruiz al destacar que la plaga podría
afectar, inclusive, 10 mil hectáreas que serían cultivadas
con chile, melón, sandía y hortalizas. Agregó que
se realizaron análisis en terrenos sembrados de jitomate para ver
si tenían plaga y resultaron "positivos, pese a que hubo fumigación
aérea.
Ruiz acotó que solamente el municipio ha erogado
alrededor de medio millón de pesos en el combate a la plaga, y la
Sagarpa "mucho más", pues desde hace casi un año "tiene a
siete cuadrillas laborando".
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