México D.F. Martes 26 de octubre de 2004
Es una alternativa al radicalismo del mandatario, dice
The New Yorker anuncia su simpatía a la campaña presidencial del senador
DAVID BROOKS Y JIM CASON CORRESPONSALES
Nueva York y Washington, 25 de octubre. La revista cultural y de investigación periodística más prestigiada de Estados Unidos opinó hoy que "esta campaña presidencial ha sido tan fea y agria como cualquiera en la memoria estadunidense", en gran medida por George W. Bush, y se declaró en favor de la elección del candidato demócrata John Kerry.
The New Yorker, revista legendaria por ser la casa de algunos de los más destacados escritores, poetas, caricaturistas, ensayistas y periodistas estadunidenses, publicó este lunes un amplio editorial que examina la trayectoria de Bush desde las sospechosas maniobras para ganar la elección en 2000, sus políticas domésticas en beneficio de los ricos, y los engaños y costos de su aventura bélica. "Los daños infligidos a Estados Unidos y a su reputación en el mundo por el mal e imprudente manejo de la confianza pública no serán fáciles de revertir. Y para muchos votantes el deseo de frenar el daño es razón suficiente para votar por John Kerry", afirman los editores.
En un detallado recuento de la historia de esta presidencia, la cual empezó con la Suprema Corte "burlándose no sólo de la democracia popular sino también del republicanismo constitucional" al instalar a Bush, el New Yorker critica tanto la forma como el contenido de la política de este gobierno.
Señalando la política económica para favorecer a los ricos y dejar en crisis fiscal al país, su abrazo al movimiento conservador evangélico, su manejo de temas como el ambiente, los editores dicen que, gozando de su mayoría en el Congreso, el gobierno de Bush tuvo éxito en imponer sus intenciones. Sin embargo, señala, "sustantivamente su récord ha sido uno de fracaso, arrogancia e.... incompetencia".
"El secreto y la arrogancia han sido las piedras angulares del Departamento de Justicia bajo el gobierno de Bush", acusa la revista, señalando el arresto de más de mil personas después de los atentados del 11-S, pero destaca que ni uno solo ha sido condenado por un acto terrorista.
Sobre la guerra contra Irak, los editores recuerdan que las justificaciones geopolíticas, de interés nacional y antiterroristas se han colapsado, y condenan los engaños y las consecuencias tanto para Estados Unidos como para la comunidad internacional de esta "aventura".
Kerry, añaden, tiene más que ofrecer que sólo no ser Bush, y afirman que en todos los rubros de política doméstica e internacional de preocupación para los electores, Kerry ofrece una alternativa "a la mezcla curiosa de satisfacción vanidosa, radicalismo y demagogia de Bush".
Recuerdan que Kerry ha demostrado seriedad y consistencia de carácter, desde su valentía en combate como la que demostró al expresar su oposición a esa guerra, y que como senador ayudó a revelar la corrupción de un banco internacional (el famoso caso del BCCI), incluyendo la de algunos de sus colegas.
New Yorker también recuerda que el demócrata se dedicó a perseguir a Oliver North en el escándalo de Irán-contra, y ayudó, junto con su colega republicano John McCain a sentar las bases para la normalización de relaciones con Hanoi.
Los editores elogian su comportamiento ante el incesante ataque personal al guardar compostura a lo largo de esta campaña electoral. A pesar de algunos errores en las tácticas de su campaña, concluyen, Kerry "es claramente la mejor opción. Como observadores, reporteros y comentaristas, lo sujetaremos a las normas más altas de honestidad y desempeño. Por ahora, como ciudadanos, esperamos su victoria".
Las plumas del New Yorker han incluido una lista incomparable de los escritores y poetas más reconocidos como John Updike, V.S. Naipul, Dorothy Parker, Edwidge Danticat, Joan Didion, y Mark Strand. Fue casa de grandes caricaturistas e ilustradores como Charles Addams (de la Familia Addams), Saul Steinberg y Abel Quezada, entre decenas, y continúa con la tradición de ofrecer lo más sofisticado en caricatura, incluidas sus famosas portadas.
Más recientemente se ha destacado por extraordinarios reportajes de investigación que han tenido impacto nacional realizados por periodistas reconocidos como Seymour Hersh y Jon Lee Anderson.
Hasta su muerte hace un par de semanas, el primer fotógrafo de la revista fue Richard Avedon. Además, The New Yorker -que a pesar de su nombre siempre ha tenido una presencia nacional e internacional- sigue siendo guía obligada a la cultura, tanto por su calendario semanal como por algunos de los mejores críticos de cine, teatro, danza, música y televisión.
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