México D.F. Martes 26 de octubre de 2004
Debe la PGJDF esclarecer el paradero de las obras
Desaparecidas, las pinturas que se disputan los Azcárraga
Empresario mediático y su sobrina se acusan mutuamente de tener la veintena de cuadros valuados en millones de dólares
SUSANA GONZALEZ G.
A más de dos meses de que integrantes de la familia Azcárraga iniciaron una disputa por la posesión legal de por lo menos una veintena de cuadros de pintores famosos, con valor de varios millones de dólares y que podrían ser considerados patrimonio nacional, sigue sin conocerse el paradero de dicha obra, pues las partes involucradas se responsabilizan mutuamente de tener los cuadros en su poder.
Rogerio Azcárraga Madero, presidente del Grupo Radio Fórmula, fue acusado penalmente desde el 18 de agosto pasado ante la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) de haberse apoderado de la colección de pinturas que originalmente pertenecía a su hermana, Olga Azcárraga Madero, entre las que se incluyen cuadros de José Clemente Orozco, Diego Rivera, Rufino Tamayo, Francisco de Goya, Frida Kahlo y Marc Chagall.
La sobrina de ambos, Patricia Cortina Azcárraga denunció que su tía, fallecida en noviembre del año pasado, dispuso en su testamento heredar dichas obras a la asociación civil Acción Generosa en Regiones Especiales, dedicada a apoyar a sacerdotes en condiciones de pobreza, pero que el empresario no estuvo de acuerdo con la decisión y el mismo día que falleció su hermana, 21 de noviembre pasado, extrajo de su residencia los cuadros mencionados.
La denuncia fue interpuesta por el abogado Miguel Santibáñez Guzmán, quien representa tanto a Jaime Matute Labrador, albacea del testamento de la finada Olga Azcárraga, como a Acción Generosa en Regiones Especiales, que preside Patricia Cortina.
Sin embargo, la investigación del caso ha tomado un nuevo giro desde hace 15 días, luego de que Rogerio Azcárraga Madero fue citado a declarar por la Fiscalía para Delitos Financieros de la PGJDF, pues aunque se reservó dicho derecho y se abstuvo de responder, la semana pasada sus abogados defensores entregaron al Ministerio Público diversos documentos para acreditar que los cuadros están en posesión de quienes acusan a su cliente, indicaron fuentes de la dependencia.
Entre las obras en disputa se incluyen Mujer caminando, del oaxaqueño Rufino Tamayo, que por sí sola alcanza una cotización de un millón de dólares; Tunas, de Frida Kahlo; Autorretrato, de Oskar Kokoshka; El baile, de Francisco Goitia; Erupción del volcán, del Doctor Atl (Gerardo Murillo); Naturaleza, de Diego Rivera; Las barcas, de Joaquín Sorolla, y Sandías blancas, de Tamayo, así como otras de Leonora Carrington, De Goya, Pablo Picasso, Marc Chagall y Amedeo Modigliani. Incluso la parte acusadora ha asegurado que la casa subastadora de arte Sotheby's hizo una oferta a Rogerio Azcárraga para adquirir los cuadros.
A la procuraduría capitalina corresponde demostrar si tal colección privada fue o no robada, por lo que investiga cuál de las partes en conflicto tiene acreditada la posesión legal de las obras, pero también debe esclarecer quién las tiene físicamente.
La principal prueba que presentó la parte acusadora contra Rogerio Azcárraga es el testimonio de un policía bancario, encargado de la vigilancia de la residencia de Olga Azcárraga, quien declaró que tanto el día que falleció la señora como otro posterior el empresario sacó los cuadros del domicilio.
Pero la defensa del dueño de Grupo Radio Fórmula trata de revertir dicha acusación con documentos legales de diversa índole, en los que supuestamente se asienta que la parte acusadora tiene en su poder los cuadros, indicaron las fuentes consultadas cercanas a la investigación.
Ahora la PGJDF tiene que corroborar la validez de dichas pruebas. Mientras, el tiempo pasa y, a 11 meses de la muerte de Olga Azcárraga, los cuadros no han sido ubicados.
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