Schilling y sus relevistas sólo admitieron cinco hits

Boston, a medio camino del título: 6-2 a Cardenales

AGENCIAS

Boston, 24 de octubre. Medias Rojas de Boston, que no gana una Serie Mundial desde 1918, ahora tiene la mitad del mítico título del orbe en la bolsa al doblegar 6-2 a Cardenales de San Luis, en el segundo juego de la confrontación, a ganar cuatro de siete partidos.

Curt Schilling, abridor de Boston, espació cuatro hits de los pájaros rojos en las seis entradas en que estuvo en la loma, para acreditarse la victoria del partido jugado bajó una llovizna que hizo descender la temperatura a ocho grados centígrados.

Schilling estaba casi desahuciado en la serie por el título de la Liga Americana ante Yanquis, debido a una lesión en el talón de Aquiles que le impedía apoyarse adecuadamente.

El clásico de otoño se reanudará el martes en San Luis, en el estadio Busch y Jeff Suppan trepará a la loma por los de casa, mientras Pedro Martínez será la carta de Boston.

Matt Bellhorn volvió a ser el jugador clave en la ofensiva de Medias Rojas al remolcar un par de carreras con un doble al fondo del jardín central, en la cuarta entrada, ya con dos outs ante los lanzamientos de Matt Morris.

San Luis no ha tenido suerte en la postemporada y no ha podido ganar en cuatro juegos como visitante.

Jason Varitek empezó la fiesta ofensiva de Boston en el inning de apertura con un triple a lo profundo del prado central que remolcó a Manny Ramírez y a David Ortiz, embasados por pasaporte

Las otras dos anotaciones de Medias Rojas cayeron luego de dos outs en la sexta entrada, por sencillos ligados de John Damon, Orlando Cabrera y Ramírez.

En la séptima, Jim Edmonds realizó una espectacular atrapada al filo de la barda del central, de espaldas al home, a batazo de Varitek.

Los timbrazos de San Luis ocurrieron en la cuarta entrada que abrió Albert Pujols con doblete al izquierdo. Rolen lo adelantó a tercera con elevado al derecho y anotó en un yerro del antesalista Mueller en rodado de Reggie Sanders.

No fue hasta el octavo rollo cuando Cardenales volvió a pisar el plato con base a Rentería, imparable de Pujols y globo de sacrificio de Rolen.