Existen progresos en la situación humanitaria, pero cada vez hay más desplazados

Crecen violaciones al alto el fuego en Darfur por gobierno y rebeldes: ONU

AFP

Abuja, Nigeria, 24 de octubre. El gobierno de Sudán y las fuerzas rebeldes respetan cada vez menos el alto el fuego en la occidental región de Darfur, pese a que existen progresos en las negociaciones de paz, declaró hoy el enviado de la Organización de Naciones Unidas (ONU) al convulsionado país africano, Jan Pronk.

"La situación es tensa. En materia de seguridad es más bien difícil, porque hay violaciones del alto el fuego por ambos bandos", subrayó Pronk. "Me reuní la semana pasada en Egipto con la comisión de alto el fuego, que declaró que había un número creciente de violaciones de ambas partes, lo que no ayuda" al proceso de paz.

"En cuestión humanitaria avanzamos, pero corremos detrás de los acontecimientos porque cada vez hay más personas desplazadas", deploró Jan Pronk.

El representante especial para Sudán del secretario general de la ONU advirtió a los delegados presentes en las negociaciones de paz en la capital nigeriana que la comunidad internacional no tolerará ninguna falta en lo que concierne la protección de civiles y personal humanitario. "El conflicto de Darfur no sólo es grave para el gobierno y la población de Sudán, sino también para el mundo entero", declaró Pronk.

Al respecto, el alto representante para la Política Exterior de la Unión Europea, Javier Solana, en visita oficial en la capital sudanesa, Jartum, declaró que si bien hay progresos en las áreas de seguridad y la situación humanitaria en Darfur, existen aspectos negativos que la Unión Africana (UA) debe resolver.

Las negociaciones de paz sobre Darfur, organizadas por la UA, comenzaron oficialmente el jueves pasado en Abuja, en presencia de las delegaciones de Jartum y de los dos movimientos rebeldes sudaneses.

La primera ronda de conversaciones, celebrada del 23 de agosto al 18 de septiembre, sólo sirvió para constatar los desacuerdos entre las partes en conflicto.

Desde febrero de 2003 dos movimientos rebeldes de la población negra local de Darfur luchan contra las milicias pro-gubernamentales árabes apoyadas por las tropas sudanesas. Se acusa al bando gubernamental de abusos sistemáticos contra civiles de tribus minoritarias.

El conflicto ha causado unos 70 mil muertos y 1.5 millones de refugiados, de acuerdo con la ONU.