México D.F. Lunes 25 de octubre de 2004
Sugiere experto la desaparición de centro internacional
Excluyen a campesinos mexicanos de reunión sobre maíz transgénico
ELIZABETH VELASCO C.
Organizaciones campesinas y de la sociedad civil consideran un "agravio" la exclusión de los campesinos de México y el mundo de la reunión del Grupo Consultivo de Investigación Agrícola Internacional (GCIAR, por sus siglas en inglés) -auspiciada por la Secretaría de Agricultura-, en la que se debatirá el desarrollo de maíz transgénico, con el cual se han contaminado tierras mexicanas, refirió Silvia Ribeiro, investigadora del Grupo de Acción sobre Erosión, Tecnología y Concentración (ETC Group).
Al encuentro, del 25 al 29 de octubre en un hotel capitalino, asistirán ministros de Agricultura de los países del primer mundo, de América Latina y el Caribe; científicos y expertos en investigación agrícola, y trasnacionales que dominan el mercado de los transgénicos, detalló.
El GCIAR está presente en México por conducto del Centro Internacional de Mejoramiento del Maíz y Trigo (CIMMYT), el cual posee un banco con más de 600 mil genes de semillas obtenidas en predios rurales del mundo, entre ellas el maíz de México, centro de origen y diversidad genética de ese grano.
Según un acuerdo establecido con la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el CIMMYT mantiene esas colecciones en "beneficio de la humanidad". La semilla es conservada a largo plazo y debe estar exenta de cualquier protección de propiedad intelectual.
Ribeiro manifestó su preocupación, pues el director general del CIMMYT, Masa Iwanaga, ha declarado que "están manipulando el trigo transgénico, que no existe en ninguna parte, y además van a hacer maíz transgénico, cuando el gobierno mexicano no ha manifestado nada al respecto". Agrega que asiste todo el grupo consultivo que trabaja con semillas de arroz, papa, frijol y otras semillas. "En la reunión se va a discutir la política de investigación para el futuro, y las agrupaciones campesinas están excluidas."
El CIMMYT, explicó Ribeiro, tiene su sede en México desde 1943, aunque "en esa fecha tenía otro nombre". Fue creado por el gobierno mexicano y las fundaciones Rockefeller y Ford para financiar investigaciones de la llamada "revolución verde", con el argumento de que era necesario solucionar los problemas de producción agrícola, hambre y pobreza. Desde la década de 1960 ha mantenido estrecha relación con agencias del gobierno de Estados Unidos y con la industria agrobiotecnológica.
Por ejemplo, expresa Ribeiro, en su consejo de directores hay un representante de la Fundación Novartis, institución de investigación de una de las cinco trasnacionales que dominan el marcado de los trasgénicos. El CIMMYT también recibe financiamiento del Banco Mundial y otros organismos internacionales.
Pat Mooney, premio Nobel Alternativo por su trabajo sobre la situación global de las semillas agrícolas y director de ETC-Canadá, refirió que a finales de agosto pasado, en un encuentro del GCIAR en Roma, el CIMMYT también se negó a escuchar a los campesinos mexicanos, pese a que fueron apoyados por 400 organizaciones de todo el mundo. En esa reunión estuvieron las trasnacionales Monsanto, Dupont y Syngenta.
"Si el CIMMYT fue creado para solucionar los problemas sociales del campo, y no lo está haciendo, creo que sería mejor que desapareciera", opinó Mooney.
Demandas sin respuesta de Sagarpa
Por su parte, señala Ribeiro, la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) en tres años no ha dado respuesta a las demandas campesinas (de Oaxaca y Puebla, entre otros) sobre la contaminación de maíz criollo y, en cambio, ha promovido la privatización de las instituciones públicas de investigación. Ahora es anfitriona de la asamblea internacional del CGIAR, la mayor red internacional pública de investigación agrícola.
Comentaron que ambientalistas y agricultores de diversas organizaciones, entre ellas la Unión Nacional de Organizaciones Regionales Campesinas Autónomas, así como expertos en el tema como Mooney y Peter Rosset, coautor del libro 12 mitos sobre el hambre en el mundo, entre muchas otras publicaciones sobre temas agrícolas, comercio y soberanía, convocarán al encuentro La contaminación transgénica y el secuestro de la investigación pública, de manera alterna a la reunión del CIMMYT y la Sagarpa.
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