Funcionario del Banco Mundial pide a México involucrar a labriegos en planes rurales

Comunidades, con derecho a defender sus semillas de quienes buscan patentarlas: BM

Insta a ser modestos en las investigaciones y respetar el conocimiento de campesinos

MATILDE PEREZ U.

Desde el inicio de este milenio, las recomendaciones que el Banco Mundial (BM) ha hecho al gobierno mexicano es que mire y tome en cuenta el conocimiento campesino y las experiencias comunitarias para lidiar contra los tiempos adversos y tener muy claro los roles de dicho sector social, los investigadores y del gobierno federal en la aplicación de proyectos enfocados al desarrollo rural, apuntó Juan Martínez, encargado de asuntos indígenas para México y América Latina del Banco Mundial.

"Hay que ser más modestos con las investigaciones y reconocer el conocimiento campesino", particularmente en el tema de la biotecnología y el maíz. El BM ha propuesto que las líneas de investigación consideren y revisen los conocimientos de los habitantes de las localidades, respetando sus costumbres y fomentando la producción de las diversas razas y variedades del grano, sin poner en riesgo los maíces criollos", abundó en entrevista el directivo de origen oaxaqueño.

La propuesta del BM al gobierno mexicano es que se reafirmen los conocimientos campesinos, generar mayor confianza en dicho sector productivo y se trabaje más directamente con las autoridades comunitarias porque hay muchos grupos de interés. "Las comunidades saben que el acceso a la información es clave, lo que les impacta positiva y negativamente; que si fortalecen sus usos y costumbres, su organización interna tendrán mayor poder de gestión y control en torno a la información que entra y sale de sus regiones. Ellos tienen en sus manos la gestión y sus leyes consuetudinarias, el derecho de cultivar lo que han mejorado y de defender sus semillas ante quienes pretendan patentarlas", expresó.

Martínez destacó que México ha sido uno de los gobiernos de vanguardia al firmar y ratificar el Protocolo de Cartagena y el Convenio de la Organización Internacional del Trabajo, en los cuales se reconocen y protegen los derechos de los pueblos indígenas, entre ellos sobre sus recursos naturales. La directriz del BM es que en los proyectos para beneficio de las comunidades se trabaje de acuerdo con la estructura de éstas y que sus decisiones sean las que prevalezcan, ya que la meta es generar mayor estabilidad comunitaria, generar opciones de desarrollo y empleos para frenar la migración.

A partir de septiembre de 2001, cuando se hizo público el hallazgo de la contaminación genética de maíz en la sierra norte de Oaxaca, la discusión en torno a la biotecnología llamó la atención de la población y no es para menos, ya que el maíz constituye el producto que, después del petróleo, es el que más usos tiene: alimento para el humano y el ganado; materia prima para las industrias alimentaria, de pigmentos, anticorrosivos, medicamentos, solventes. Tal es su importancia que en Estados Unidos se produce 42 por ciento del inventario mundial de maíz amarillo.

Los temas agrícola y ambiental son muy importantes para el BM, por ello la insistencia ante el gobierno mexicano para que haga un esfuerzo en fortalecer las iniciativas comunitarias e involucre a sus habitantes en el manejo de los recursos naturales, asentó Juan Martínez, al informar que un representante de dicho organismo participará en la reunión anual, que hoy inicia, del Grupo Consultivo para la Investigación Agrícola Internacional (CGIAR, por sus siglas en inglés).

Los integrantes de CGIAR, creado en 1971 por un grupo de científicos y el apoyo del BM, se reunirá durante los tres próximos días para presentar un balance de las actividades anuales del mismo, entre los temas se espera que aborde el de la biotecnología. Actualmente 8 mil 500 científicos y funcionarios de la agrupación trabajan en un centenar de países; el año pasado dicha agrupación aportó 381 millones de dólares "para movilizar la ciencia en beneficio de las comunidades más pobres del mundo", según su informe.

La reunión ha generado expectativas entre las organizaciones campesinas, ambientalistas, ecologistas y no gubernamentales de derechos humanos para hacer llegar a ese foro su preocupación en torno a la contaminación transgénica del maíz. Casi simultáneamente, la Unión Nacional de Organizaciones Regionales Autónomas Campesinas llevará a cabo el Foro Campesino para las Semillas y la Vida, en que se abundará, desde la mirada campesina, en torno a la defensa del maíz, trigo, arroz, frijol, entre otros, cuya producción de semillas se están controlando por trasnacionales.

"Nuestra defensa del maíz incluye más que la mentada competitividad", asentó el presidente de la Confederación Nacional de Productores Agrícolas de Maíz de México, Efraín García Bello. De los transgénicos, dijo: "No podemos pasar por alto los posibles riesgos al ambiente o la salud humana; el caso del maíz es muy especial, no sabemos cómo van a reaccionar las plantas que incorporen a su ácido desoxirribonucleico los genes que llegan por polinización. Es urgente proteger, mediante una ley, nuestros recursos vegetales, por eso la propuesta de crear una ley del maíz y zonas de reserva de maíces criollos y razas en al menos 10 entidades de la República".