.. | México D.F. Domingo 17 de octubre de 2004
¿LA FIESTA EN PAZ?
Leonardo Páez
Admiración fotográfica
Muestra de imágenes taurinas de Rosa Elmira
Pérez
CUANDO LO VULGAR ha tomado carta de ciudadanía
en nuestra sociedad, bueno es desarrollar el noble ejercicio de admirar
con la cabeza, los sentidos y el corazón. De ahí que no pocos
aficionados sensibles hayan optado por un esteticismo emergente o por una
admiración indulgente hacia la fiesta de toros, mientras los taurinos
se salpican unos a otros su ilimitada autocomplacencia.
ROSA
ELMIRA PEREZ, sensitiva fotógrafa mexicana en blanco y negro,
sin tema aborrecido, no ha tenido inconveniente en aproximarse al espectáculo
taurino no como aficionada, sino con la mirada de quien, armado de su cámara,
reinventa realidades, inclusive taurinas, y desde una óptica antisolemne
y desmitificadora de eventuales hazañas en el ruedo consigue imágenes
de notable originalidad, ya en el callejón, el tendido o el ruedo.
EN SU EXPOSICION Imágenes de arte,
que durante el mes de octubre se presenta en el original Chaise Lounge
Café, de Río Atoyac 89, en la colonia Cuauhtémoc,
a espaldas de la infame mole del edificio denominado Torre Mayor, Rosa
Elmira observa con cálida irreverencia lo que los fotógrafos
taurinos no pueden mirar: La sombra de un picador proyectada en la barrera,
debajo de la cabeza de un civil en el callejón que lo convierte,
despiadadamente, en grotesco piquero de a pie; o un desolado espectador
en el tendido demandando la oreja, quizá para él mismo; o
el espléndido retrato de Jesús El Ciego Muñoz
como sereno testigo de su increíble epopeya, o el torilero Gonzalo
Rivero El Chino, prisionero, por más de 50 años, tras
su puerta de toriles en la México...
EL CHE GUEVARA, "con
los ojos bien puestos en la lejanía", en primera fila de la plaza
de Las Ventas, el 3 de septiembre de 1959, percibe descreído una
atmósfera que no lo atrapará. La Pérez aclara que
se trata de una reproducción de la foto de Botán, el gran
fotógrafo español, que ella adquirió en Madrid, y
que la incluye como homenaje al Che y a lo heroico de la fiesta.
"EN EL ULTIMO medio siglo -abunda Rosa Elmira-
la grafía con luz ha desplazado a la grafía con letras y
ello incluye al arte de la lidia que, digan lo que digan, me parece que
es el espectáculo más original surgido en occidente y parte
importante en la configuración de la cultura mexicana. Ahora, recrearse
en la sangre es un lugar común fotográfico, pero descubrir
lo interesante de aquello que no sea sanguinolento, es más creativo."
"CREO QUE FUE Octavio Paz -añade la también
ganadora de no pocos premios y menciones- quien afirmó que la realidad
es más real en blanco y negro. Y es que de alguna manera el color
'maquilla' una realidad pocas veces colorida. La muestra fotográfica
que ahora presento, procura transmitir diversos representativos del ambiente
de la corrida que, estando allí, nadie se ocupa de ver, como unas
manos nerviosas liándose el capote de paseo, o la sombra de unos
pitones sobre la muleta, o el diálogo entre toreros en el callejón,
o un solitario capote de brega en la barrera. Y si bien la fiesta de toros
es mejorable en muchos sentidos, aún permite capturar este tipo
de imágenes."
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