México D.F. Jueves 14 de octubre de 2004
La tropa chicana desató por igual aceptación
que morbo, en el FIC
Práctica total de nudismo y violencia
en el performance de La Pocha Nostra
ANA MONICA RODRIGUEZ ENVIADA
Guanajuato, Gto., 13 de octubre. Previa advertencia:
''Escenas de nudismo y violencia. Entre bajo su propia responsabilidad".
Era la sentencia para evidenciar el performance/instalación
de Guillermo Gómez-Peña y La Pocha Nostra, quienes se presentaron
por primera vez en el patio de las antiguas instalaciones de la Facultad
de Relaciones Industriales de la Universidad de Guanajuato durante la versión
32 del Festival Internacional Cervantino (FIC).
La
noche del miércoles, ante un público en su mayoría
joven, la controvertida tropa chicana llenó el recinto y propició
sentimientos encontrados: aceptación, disgusto, indiferencia o sólo
morbo. La interacción de los espectadores con La Pocha fue bastante
generosa.
Un museo viviente de monstruosidades fronterizas,
montado por Michelle Ceballos, Emiko. R. Lewis, Violeta Luna y el propio
Gómez-Peña, causó expectación desde antes de
comenzar el espectáculo.
La fila para entrar al recinto no era la esperada por
los organizadores. Vino de honor disfrutaron los asistentes.
Cuatro protagonistas
Sobre cuatro templetes estaban los protagonistas: en la
primera mesa La vestida narco chamánica -encarnada por Gómez-Peña-,
hizo de las suyas. La metamorfosis del líder del movimiento chicano
fue provocadora. Silla de ruedas, muletas, penacho, falda de tul negra
o roja, zapatillas, pelucas, cascabeles, collares de huesos, entre otros
accesorios necesarios para la transformación del Mad Mex al Mexterminator,
o del Super mojado al Border Brujo.
En ese ambiente oscuro, montado ex profeso y bajo
el cielo limpio, dos pantallas grandes mostraban imágenes de la
legendaria banda, luces, sonido y humo se unían a la representación
de escenas de agría crítica política, de discriminación
racial, la migra estadunidense en acción con pistola en mano
lista para matar, la violencia, el sadomasoquismo y sexo y más sexo.
La nieta apócrifa de Frida Kahlo también
sobresalió esta noche. Comió corazón crudo, utilizó
clavos como palillos de dientes, gesticulaba como poseída y mudaba
de posturas según lo indicaba el cambio de vestuario. También
orinó en una bacinica y vertió el contenido sobre el templete.
Algunos dijeron que además lo había bebido.
Conforme trascurrían las imágenes -posturas
congeladas- Michelle se transformó en una Femma Latina Extreme,
''capaz de representar, encarnar, accionar o simular hasta 69 identidades".
La Geisha Apocalíptica, también abrió
la expectante programación con la mesa ''Orientalismo afectado".
Desnuda, le pincharon agujas con las banderas de Estados
Unidos y de Irak, las cuales le fueron retiradas por el mismo público
bajo la leyenda: ''Quita la bandera para descolonizar este cuerpo".
En otro templete, Miguel Angel Corona se convirtió
en un torturado prisionero iraquí. Desnudo, con capucha y careta,
mostraba las vejaciones perpetradas por los militares estadunidenses; en
clara alusión a una de las imágenes más difundidas
por los medios de comunicación tras el conflicto bélico en
Irak.
Postales visuales
Máscaras de los más diversos personajes
fueron utilizadas también para las ''postales visuales".
La participación de los asistentes fue tímida
al principio y conforme transcurrían los minutos se hizo más
extrema, sobre todo con la dirección escénica de Guillermo
Gómez-Peña, quien alentaba a cinco participantes a crear
y liberarse: ''La gente quiere ver más sexo, política y violencia".
El público deambuló entre cada una de las
plataformas, aprisionado al principio y después con amplio espacio
para desplazarse.
La interacción que necesita La Pocha Nostra para
realizar sus espectáculos no fue limitada por los asistentes, que
permanecieron por más de dos horas en ese recinto guanajuatense.
La culminación de la serie de imágenes fue
la reunión de las tres mujeres en un templete. Violeta -en su papel-,
se mojó la cara y el cuerpo -con un frío que ya calaba-,
llegó Michelle -con saco y casco de policía gringo-
y le vació el resto del líquido que estaba en una tinaja;
por último llegó Emiko -cabeza a rape- y se les unió
en la tarima que había sido testigo de varias representaciones.
Gómez-Peña tomó de la mano a sus
colaboradoras y se enfilaron hacia los camerinos. Este miércoles,
los integrantes de La Pocha Nostra no recibieron flores ni reconocimiento
por su participación en el FIC, como los demás invitados.
La experiencia fue total, dijo al final una de los participantes
en el performance. ''Me liberé. Subí a la mesa pensando
que mi participación sería durante dos minutos y cuando menos
lo sentí ya estaba casi desnuda".
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