México D.F. Jueves 14 de octubre de 2004
Wendy, una historia de abuso paterno
Merida, Yuc., 13 de octubre. La vida de Wendy es un trágico ejemplo de la violencia intrafamiliar.
Cuando ella tenía ocho años de edad su padre, José Felipe, empezó a ultrajarla.
Hoy tiene once años y cuatro meses de embarazo. Sus condiciones de desnutrición y la edad de la pequeña hacen dudar a los médicos que pueda dar a luz sin problemas que afecten su salud.
A la situación de violencia que vivió la menor se han sumado la pobreza y el rechazo social.
Las críticas de vecinos y familiares hicieron que la madre de Wendy, decidiera irse a vivir a población rural del estado, sin que las autoridades tengan la posibilidad de seguir el desarrollo de la situación.
Nadie regresó al juzgado octavo de Defensa Social para ratificar la denuncia.
El juez Luis Felipe Santana Sandoval dice que sólo dará la orden de interrumpir el embarazo en caso de que la madre de la afectada lo solicite formalmente.
Pero además, si la madre de la pequeña no se presenta al juzgado a ratificar la acusación contra su todavía cónyuge, es posible que éste quede libre en breve.
Antes de que madre e hija desaparecieran hubo un careo entre la menor y el presunto agresor, donde la chica lo acusó de la agresión.
Sandra Peniche Quintal, directora general de la Unidad de Atención Sicológica, Sexológica y Educativa para el Crecimiento Personal, asegura que es ética y moral la interrupción de la concepción, y argumenta: "La niña no está apta física ni sicológicamente para dar a luz. Además sus características físicas, a tan temprana edad, representan un riesgo para su propia vida en caso de que se siga adelante con el embarazo". (LUIS A. BOFFIL, CORRESPONSAL)
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