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México D.F. Jueves 14 de octubre de 2004
Exigen el cumplimiento de las recomendaciones
del relator especial de la ONU
En Jalisco nahuas y huicholes rechazan iniciativa de
ley local en materia indígena
Piden modificar la Constitución federal en términos
de los acuerdos de San Andrés
ROSA ROJAS
Ante
la pretensión del Congreso de Jalisco de aprobar una ley estatal
en materia de derechos y cultura indígenas, en la que participen
las comunidades originarias en una "consulta" al respecto, las autoridades
de los pueblos wixarikas (huicholes) y la organización de médicos
tradicionales de la comunidad nahua de Tuxpan, manifestaron su rotundo
rechazo a cualquier reforma en la materia "hasta no ver concretada la modificación
de la Constitución federal en los términos de los acuerdos
de San Andrés y la ley Cocopa".
En asamblea y en sendos documentos, los wixarikas determinaron
exigir el cumplimiento de las recomendaciones del relator especial de la
Organización de las Naciones Unidas (ONU) para los Derechos Humanos
y las Libertades Fundamentales de los Indígenas, Rodolfo Stavenhagen,
de que se revise la reforma constitucional de 2001 en la materia, "para
ajustarla mejor a la iniciativa de la ley Cocopa", señalaron
las autoridades de la comunidad autónoma Wixarika de Bancos de San
Hipólito, Durango, así como de la comunidad Tuapurie-Santa
Catarina Cuexcomatitlán, municipio de Mezquitic, Jalisco.
Los médicos tradicionales nahuas rechazaron su
vez "la clandestina consulta" que pretende realizar el Congreso local el
próximo día 30 en su comunidad, "sin que hayan sido enterados
de su próxima realización los barrios y rancherías
donde se encuentra asentada la población indígena de Tuxpan".
Las autoridades de bienes comunales y los gobernadores
tradicionales wixarikas, en documento del 9 de octubre, enviado a los congresos
de Jalisco y de la Unión, a la Comisión Nacional para el
Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), a la sociedad civil,
a las comunidades originarias del país, a las juntas de buen gobierno
zapatistas y a la comandancia general del Ejército Zapatista de
Liberación Nacional, exigen que se respete su postura, expresada
al propio Stavenhagen en junio de 2003 y al Congreso local el pasado 2
de septiembre, "porque desnaturaliza y resulta absurdo participar y validar
una reforma estatal mientras que la ley federal que afecta profundamente
nuestros derechos está siendo debatida a escala nacional e internacional
por las más altas instancias".
En el documento del 2 de septiembre, los wixarikas recordaron
que en los pasados nueve años, conjuntamente con todos los pueblos
indígenas del país "nos esforzamos por hacer acuerdos entre
los pueblos indígenas, la sociedad y el gobierno, de ahí
que participamos en la elaboración de los acuerdos de San Andrés
y los hemos ratificado múltiples veces.
"En marzo de 2001 fuimos al Congreso de la Unión,
junto con otros pueblos indígenas, a exigir que se aprobara la ley
Cocopa y aún así no la aprobaron, en cambio aprobaron
una ley promovida por líderes del Senado de los tres principales
partidos políticos del país (Bartlett, del PRI, Fernández
de Cevallos, del PAN, y Ortega, del PRD)."
Esa ley, agregan, limita su derecho a asociarse libremente,
a disfrutar de su territorio, a tener medios de comunicación propios
y su libre determinación y autonomía. "Todas esas violaciones
a nuestros derechos son del ámbito federal".
Recuerdan que para reclamar contra esa ley tramitaron,
con muchas autoridades y ayuntamientos indígenas más de 300
controversias constitucionales contra esa reforma y, una vez que la Suprema
Corte de Justicia de la Nación resolvió en su contra, los
wixarikas tramitaron un amparo que aún no se ha resuelto.
Por ello, decidieron no aceptar ninguna reforma a la Constitución
estatal en la materia, ya que una ley menor -estatal- no puede otorgar
los reclamos anteriormente exigidos a una ley mayor -federal-, y "con base
en los acuerdos que hemos tomado con los pueblos indígenas del país
y del estado de Jalisco, como los nahuas, las comunidades que conformamos
el pueblo wixarika, abajo firmante, hemos decidido continuar el camino
de nuestra autonomía en los hechos desde nuestra raíz, como
anteriormente lo señalado y como lo marca nuestra historia y nuestro
destino".
Los médicos nahuas, a su vez, denuncian: "frente
a un orden constitucional en materia indígena que ha sido unánimemente
repudiado por los pueblos indígenas y por amplios sectores de la
sociedad civil nacional y estatal, y en contra del cual existen diversos
recursos de impugnación en las instancias jurídicas internacionales,
los gobiernos federal y locales -incluidas las legislaturas de los estados-
han implementado la estrategia de aprobar el mayor número de leyes
locales en materia indígena, que lógicamente tendrán
que estar subordinadas a la reforma constitucional, con el fin de 'legitimar'
en los estados tan repudiada reforma legal e imponerla a nuestros pueblos
por la vía de leyes estatales".
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