México D.F. Miércoles 6 de octubre de 2004
75% de los médicos y enfermeras piensan
que los enfermos son culpables de su condición
Impera discriminación contra enfermos de VIH
en sector salud
Los prejuicios, relacionados con reacciones negativas
a homosexualidad y pobreza: ONG
ANGELES CRUZ MARTINEZ
El personal médico del sector público también
discrimina a los enfermos de sida. Una investigación realizada por
el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) asegura que 75 por
ciento de los médicos y enfermeras piensan que los pacientes son
culpables de su condición, una tercera parte dijeron que en los
hospitales es mejor aislar a las personas que viven con VIH/sida para proteger
al equipo médico, mientras 40 por ciento opinaron que los patrones
tienen derecho a conocer el estado de salud de sus empleados.
Con
el título Reducción del estigma y la discriminación
relacionados al VIH/sida en México, el proyecto se desarrolla
en coordinación con organismos internacionales como el Proyecto
Policy, Macro Internacional y la Agencia de Estados Unidos para la Investigación
y el Desarrollo, con el objetivo de confrontar la epidemia y mitigar su
impacto. La investigación forma parte de una estrategia global para
disminuir el estigma y la discriminación, para en el futuro eliminarlos
y así respetar los derechos humanos de los afectados.
En la introducción, el informe resalta la dificultad
de establecer relaciones entre actitudes y conceptos, además de
que es posible que las posturas estigmatizantes sean difíciles de
observar e interpretar, no así las acciones concretas de discriminación.
Esta puede tomar formas muy visibles como el despido laboral o expulsión
de la escuela, así como otras más sutiles e imperceptibles.
Ejemplo de esto último se presenta en los servicios de salud, donde
se niega a los enfermos la atención médica o se les postergan
las citas.
A partir de entrevistas a 373 profesionales de la salud
en los estados de México, Yucatán y el Distrito Federal,
que laboran en el Instituto Mexicano del Seguro Social, el Instituto de
Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado y la Secretaría
de Salud, se observó que el estigma en contra de los infectados
está relacionado con una reacción negativa a la homosexualidad,
la promiscuidad y, en algunos casos, a la pobreza.
Se detalla que casi una cuarta parte de los entrevistados
dijeron que la homosexualidad es causa del sida en el país; más
de 25 por ciento mencionaron que no compartirían una casa con un
homosexual, aunque sólo 13 por ciento se negaría a convivir
con un enfermo en el mismo hogar.
El análisis de las respuestas revela que el estigma
relacionado con el VIH/sida se da en diferentes formas, principalmente,
pobre conocimiento de la enfermedad, exagerado sentido de riesgo y la asociación
cercana con la muerte. Aunque el nivel de conocimiento de los entrevistados
es "razonablemente alto", en algunas áreas se encontró "un
nivel pobre de entendimiento" y 25 por ciento estuvo de acuerdo con la
frase "ser VIH positivo es lo mismo que tener sida", cuando en realidad
son dos etapas distintas de la infección: mientras en el primer
caso la persona portadora del virus es físicamente sana y productiva,
en el segundo los individuos desarrollan enfermedades al mismo tiempo que
su sistema inmunológico se ve reducido por el VIH.
El estigma tangible se observó en tres áreas:
identificación de personas infectadas, aislamiento de otras y restricciones
impuestas. Si bien 86 por ciento de los entrevistados piensan que la prueba
de detección del VIH debe ser voluntaria, un porcentaje similar
dijeron que el estudio clínico se debería realizar a los
trabajadores sexuales; 66 por ciento opinaron igual respecto de los hombres
que tienen sexo con hombres y la mitad dijeron que debería aplicarse
a todos los extranjeros.
Mantener confidencialidad
Respecto de la confidencialidad de los enfermos, 90 por
ciento de los entrevistados contestaron que se debe mantener, pero casi
40 por ciento expresaron que los patrones tienen derecho de conocer el
estado de salud de sus empleados. Además, el grupo de encuestadores
observó que diferentes hospitales incluidos en la investigación
tenían procedimientos para distinguir a los pacientes VIH positivo
mediante marcas visibles como bandas de algún color en la muñeca
o con un código.
La investigación del INSP se efectuó también
con el apoyo de las organizaciones civiles Red Mexicana de Personas Viviendo
con VIH/Sida, Colectivo Sol, Letra S, Frente Nacional de Personas Afectadas
por el VIH/Sida (Frenpavih), la em-presa Medilex y el Centro Na-cional
para la Prevención y Control del Sida (Censida), y entre otros resultados
sobresale que 74 por ciento de los médicos y enfermeras comentaron
que el aislamiento de los enfermos de sida en los hospitales es para protegerlos
de infecciones que pudieran tener otros pacientes; 46 por ciento señalaron
que se debía cuidar al resto de los internados, y casi 30 por ciento
dijeron que la medida es para proteger al equipo médico.
Aun cuando 75 por ciento de los encuestados estuvieron
de acuerdo en que las precauciones universales son suficientes para la
atención de personas que viven con VIH/sida, casi la mitad dijeron
que utilizarían medidas adicionales si sospecharan o supieran que
alguien con quien tuvieran contacto fuera seropositivo.
Entre los objetivos del estudio se encuentra la emisión
de recomendaciones encaminadas a reducir la problemática y en una
segunda etapa, realizar un estudio similar a fin de verificar los avances
en la reducción del estigma y la discriminación hacia los
enfermos de sida.
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