México D.F. Miércoles 6 de octubre de 2004
El presidente Fox encabeza hoy la inauguración
del festival Cervantino
Con la música se dice mucho, sin meterse en
problemas: Mankunku
El saxofonista tenor se presentará con su sexteto
y la cantante Judith Sephuma como parte de una amplia delegación
artística de Sudáfrica Realizarán gira por varias
ciudades del país
MERRY MAC MASTERS
El saxofonista tenor sudafricano Winston ''Mankunku",
mediante su música, repite con insistencia: ''Te amo, te amo, te
amo". Sin embargo, no siempre fue así.
Nacido en el seno de una familia de músicos -''la
gente se ponía a cantar, lo que me encantaba"- y a diferencia de
otros colegas que desarrollaron carreras en Europa y Estados Unidos, el
joven Winston Monwabisi ''Mankunku" Ngozi optó por permanecer en
Cape Town, su ciudad natal.
Esa decisión significó que estuvo sujeto
al decreto oficial del Area de Actas de Grupo que separaba a los negros
de los blancos, así como a la legislación de la segregación
racial (el apartheid).
Primera visita a México
Asimismo, se suele rememorar aquella actuación
de Winston en 1964, con una banda de músicos blancos en el ayuntamiento
de Cape Town, durante la cual se vio forzado a tocar detrás de la
cortina, fuera de la vista del público.
Había
una lucha social y la situación era muy difícil. Winston
recuerda, no obstante, que la música servía para decir muchas
cosas, sin meterlo a uno en problemas.
''No te arrestaban, porque no sabían de qué
hablabas. Por eso era tan especial. Por ejemplo, tengo muchos números
que supuestamente no debía grabar porque eran políticos.
Con la música uno puede decir una cosa, pero referirse a algo más.
Así es como nos comunicábamos", explica.
Su disco Yakhal Inkomo habló en su momento
sobre la situación racial en su país. Allí se expresa
en lengua xhosa el bramido de los toros antes de ser conducidos
al matadero, en alusión directa a la situación social prevaleciente
entre sus compatriotas negros.
Hoy día los sudafricanos hablan de paz: ''Queremos
que la gente disfrute y ame a los demás".
Winston reconoce que ese cambio ha sido difícil.
-¿Cómo lo afectó en lo personal?
-Todavía no estoy del todo bien. Muchas personas
no lo están. Pero lo intentamos, porque todo se tiene que remediar.
Por lo menos eso creemos.
Winston, quien a sus 61 años se considera un "viejo",
por ser una edad ''equivalente a dos mil un años de vivir uno en
Sudáfrica", se presentará junto con su sexteto Mankunku y
la cantante Judith Sephuma en un espectáculo denominado Dos generaciones
de jazz, el sábado 9 en la explanada de la Alhóndiga
de Granaditas, de la ciudad de Guanajuato, en el contexto de la versión
32 del Festival Internacional Cervantino (FIC), cuyas actividades comienzan
hoy. La inauguración será encabezada por el presidente Vicente
Fox.
En lo que constituye su primera gira por el continente
americano, Winston ''Mankunku" y su grupo también se presentarán
en las ciudades de Querétaro, Morelia, Campeche, Ciudad del Carmen,
el Distrito Federal y Hermosillo.
La huella de John Coltrane
En la conversación con La Jornada, Winston
se refiere a su música como una mezcla de lo africano con el jazz
que, a su parecer, se combinan muy bien, ya que permiten decir ''muchas
cosas".
Explica: ''Soy muy emotivo. Soy ese tipo de hombre. Un
viejo emotivo, en especial cuando se trata de música en vista de
que me permite hablar. Puedo decir 'te quiero', lo que luego no puedo expresar
con palabras".
De niño escuchó discos de Glenn Miller,
también conoció las notas de Charlie Parker. Sin embargo,
John Coltrane fue quizá su más grande fuente de inspiración.
La inclinación musical de Winston fue alimentada
por su madre y cantante, Gertrude.
Después de haber experimentado con el piano, el
clarinete y la trompeta, optó por el saxofón.
-¿Por qué el saxofón?
-Amo el sonido del saxofón tenor. Pensé
que quizá ese fuera un buen sonido para mí, con el que pudiera
aprender a hablar.
-¿Cómo aprendió usted a tocar ese
instrumento?
-Eso es algo chistoso, porque no tenía un saxofón,
pero había personas con una banda -de hecho, se suponía que
iba a tocar el piano, pero no había uno.
''De mi escuela me pasaba al salón, donde ensayaban
y como dejaban sus instrumentos allí, empezaba a vagar; inclusive
llegué a romper algunos. Así aprendí. No tengo una
enseñanza formal.''
A mediados de los años 80, Winston empezó
a confrontar su arte en un plano internacional mediante giras realizadas
por Alemania, Gran Bretaña, al lado del pianista Mike Perry, mientras
que con el Quinteto de Cape Town se desplazó por Suecia y Noruega.
En 1996 gustaron sus actuaciones, junto con el pianista Jack van Poll.
Protagonista de álbumes como Dudula, Molo
Africa y su más reciente Abantwana be Afrika (Hijos de
Africa), Winston dice mezclar la música para mantener juntas las
culturas y que se den a conocer ''también desde nuestro lado".
Reconoce que cuando la música se mezcla se convierte
en otra cosa, sin embargo ''se logra escuchar de dónde vengo, de
dónde venimos, pero enriquecido a la vez. Y suena bien.
''Además, no queríamos que el público
se olvidara de grandes personajes como John Coltrane. No digo que la música
africana sea todo, pero es como hablar en inglés y no sólo
idiomas africanos. Puede ser muy emotiva."
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