Especialistas cuestionan reforma a la ley respectiva

Reglas claras para desvincular a los casinos de ilícitos, piden académicos

MIRIAM POSADA GARCIA

La reapertura de casinos en México debe tener como principio el desarrollo económico y social de los destinos en los que se instalen, por lo que tendrán que basarse en reglas claras que los desvinculen de delitos como el lavado de dinero, narcotráfico y trata de blancas, advirtieron investigadores de distintas universidades reunidos en el Foro Nacional Académico sobre Casinos en México.

En este encuentro destacaron que la iniciativa de reforma de la Ley de Juegos con Apuestas y Sorteos que se encuentra en el Congreso de la Unión, no es clara en cuanto a la recaudación que generaría la legalización del juego. Por ello, urgieron a los legisladores a basar sus decisiones en estudios serios y acabar con la simulación que permite la operación de más de mil centros ilegales de juego.

Indicaron que el auge de los casinos en México se dio durante la época de la prohibición de consumo de bebidas alcohólicas en Estados Unidos bajo la ley Volstead, y que los más importantes fueron propiedad, o al menos tuvo participación en ellos, el ex presidente Abelardo L. Rodríguez, por lo que se dice que logró acumular una fortuna de 100 millones de pesos de aquella época.

Durante el encuentro organizado por la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística en coordinación con el Colegio Nacional de Licenciados en Turismo, el presidente del Consejo Nacional para la Calidad de la Educación Turística, Rafael Gutiérrez Niebla, advirtió que en México se practica una gran simulación en lo referente a los centros de juegos con apuestas, debido a que se sabe que operan en todo el país. Por ello instó al Poder Legislativo a tomar las decisiones necesarias.

Aseguró que esta discusión lleva por lo menos 12 años, a lo largo de los cuales los legisladores han ignorado a los académicos mexicanos, y han basado sus declaraciones en supuestos o estudios poco serios, por lo que advirtió que las decisiones que se tomen deben tener como principios básicos la generación de riqueza para las comunidades en las que se instalen y una distribución equitativa entre la federación, estados y municipios.

Asimismo, el investigador de la Universidad de Baja California, Onésimo Cuamea Velásquez, puntualizó que la iniciativa sobre casinos elaborada en 2004 y en proceso de análisis en el Congreso ''fue hecha sobre las rodillas'', toda vez que no es posible que en ella se prevea que el fisco captará un promedio de 500 millones de dólares anuales con la operación de casinos, al igual que en la iniciativa presentada tres años antes.

Destacó que uno de los mayores impedimentos para que se autoricen los casinos en México consiste en que no hay confianza en la transparencia de su operación, por lo que consideró indispensable que con reglas claras estos establecimientos se desvinculen de negocios ilícitos como el contrabando, lavado de dinero, narcotráfico o prostitución, entre otros.

Indicó que al ser aprobados, estos establecimientos deben destacar por su participación en el crecimiento económico de los destinos turísticos en los que se establezcan, la creación de empresas colaterales a la actividad de los casinos, el mejoramiento de servicios públicos e infraestructura, la captación de fuentes de financiamiento y el incremento de inversiones nacionales y extranjeras.

Onésimo Cuamea precisó que los legisladores mexicanos deben poner un candado en la integración de las sociedades que se crearán para instalar casinos, consistente en que el capital mexicano debe ser mayoritario para evitar así ''que los extranjeros quieran imponer sus reglas''.

El investigador destacó que como parte de la oferta turística nacional, los casinos deben ser un atractivo no sólo para turistas extranjeros, sino en especial para los nacionales, porque ellos serán sus principales clientes.