Francois Houtart habla de las iniciativas surgidas en los foros alternativos globales

"Hemos pasado a la cultura de que otro mundo es posible"

KARINA AVILES

Con las iniciativas de los foros alternativos mundiales "asistimos al nacimiento de una conciencia colectiva" creciente, pues de la cultura que asegura que no hay opciones "hemos pasado a la cultura de que otro mundo es posible", expresó el sociólogo Francois Houtart, uno de los grandes impulsores del Foro Social Mundial (FSM).

Al dictar la conferencia El desarrollo del altermundismo en el marco del programa de investigación El mundo actual en el siglo xxi, del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades de la Universidad Nacional Autónoma de México, destacó la necesidad de aceptar las divergencias para conservar el carácter aglutinador de estos puntos de encuentro mundiales y locales.

Houtart hizo una amplia exposición, en la que primero se refirió al desarrollo que ha presentado el FSM en sus cuatro ediciones, para luego reflexionar sobre su historia, su cultura y estructura.

Recordó que en el primer FSM, en 2001, participaron unos 20 mil ciudadanos, y para el cuarto foro celebrado en Bombay, India, el número de asistentes llegó a 110 mil.

El también director del Centro Tricontinental manifestó que si bien hubo dificultades en un principio para la integración, porque "hasta 2003 eran actos mundiales, pero de hecho iniciativas latinoamericanas y europeas", el encuentro de Bombay en enero de este año representó un paso adelante, porque "significó la integración de Asia".

Fue una presencia masiva de India, pero también participaron Japón, Filipinas, Indonesia, China y Vietnam. Otra cuestión de fundamental importancia en Bombay, agregó, fue la presencia de los más pobres, de los más excluidos, no sólo en términos económicos, sino sociales y culturales, añadió.

La mayoría no participaba en talleres por problemas de lengua, pero estaba presente todo el día. "Hacían teatro de calle, discutiendo entre ellos. La solidaridad fue una cosa extraordinaria", indicó.

Además, se desarrolló un foro paralelo con el lema "Otro foro es posible". Es decir, fue un coloquio crítico del acto central, en el que el cuestionamiento fue que el FSM estaba "dominado por organizaciones no gubernamentales reformistas" y los críticos se identificaban como "revolucionarios y populares".

En referencia a la composición social del FSM, señaló que los participantes tienen un nivel intelectual muy alto. Por otro lado, expresó que en Bombay una mayoría de los asistentes pertenecía a la llamada clase media, lo cual plantea un problema de participación popular real, expresó.

Indicó que los jóvenes acuden atraídos por la idea, pero "no vienen de movimientos organizados".

Por otro lado, puntualizó que el FSM tiene un secretariado que se encarga de organizar los foros, así como un consejo internacional, cuya función es discutir las orientaciones internas. "El foro nunca hace una declaración y nadie puede hablar en nombre de los foros", indicó.

Houtart expresó que este tipo de encuentros "se quieren radicalmente democráticos y se quiere encontrar formas al carácter aglutinador de las diferencias". Indicó que el FSM de 2005 se organizará con tiempo para que en los dos últimos días los diferentes movimientos se encuentren para intercambiar de forma más transcultural y social.

Al hablar sobre la eficacia de estos espacios, señaló que de la cultura que difunde que no hay alternativas se ha pasado a la cultura de que otro mundo es posible, lo cual significa que el modelo actual está agotado y es necesario luchar en conjunto para construir.

Tal vez el FSM, como establece Boaventura de Souza Santos, es la primera utopía crítica del siglo xxi, concluyó.