México D.F. Viernes 17 de septiembre de 2004
La cuentas en el Riggs Bank, en la mira de Garzón
Seguirá el juez Juan Guzmán al frente
del juicio a Pinochet
ENRIQUE GUTIERREZ CORRESPONSAL
Santiago, 16 de septiembre. La Corte de Apelaciones
de Santiago ratificó hoy que el juez Juan Guzmán Tapia siga
al frente del juicio contra Augusto Pinochet por los crímenes de
la Operación Cóndor, al rechazar una recusación
de la defensa que pretendía fuera removido por supuesta falta de
imparcialidad.
El ex dictador fue internado en el Hospital Militar de
esta capital, el miércoles anterior a mediodía, "afectado
por un cuadro respiratorio agudo y para revaluación de su diabetes",
según comunicado médico en que se señaló que
sería dado de alta en cuanto se recupere, posiblemente este jueves.
Al cierre de esta edición, Pinochet continuaba hospitalizado.
La
tercera sala de la corte emitió su veredicto inapelable, al denegar
por unanimidad un recurso de la defensa que argumentaba que Guzmán
Tapia sentía "animadversión" por su cliente, y que además
debería someterlo primero a exámenes mé-dicos antes
de citarlo a interrogatorio, como se proponía hacer el magistrado.
El abogado querellante Hugo Gutiérrez señaló
que ahora se ha "restablecido el estado de derecho" y que el juez "recupera
la competencia que nunca debió haber perdido". Afirmó que
éste es "un gran día para el país y para la comunidad
internacional que estaba esperando esta resolución".
Eduardo Contreras, también abogado de la acusación,
apuntó que lo que viene ahora es que el magistrado fije nueva fecha
para someter a interrogatorio al ex dictador, cu-ya defensa logró
en dos ocasiones posponer la indagatoria. Dijo que lo anterior es una buena
noticia, que termina "la farsa", y que hay que ponerse a trabajar.
Pinochet, de 88 años de edad, logró librarse
de un primer proceso judicial en julio de 2002 por cargos de asesinatos
y secuestros en el caso de la caravana de la muerte, gracias a que
entonces la Corte Suprema de Justicia lo sobreseyó al avalar un
controvertido informe médico que le diagnosticaba "demencia progresiva".
Mientras, desde Madrid el juez español Baltasar
Garzón ordenó ampliar una querella contra Pinochet, su esposa
Lucía Hiriart y un responsable del banco estadunidense Riggs por
"alzamiento de bienes y blanqueo" de 8 millones de dólares, al considerar
que hubo "acuerdo doloso" en torno a esos fondos que en todo caso hubieran
servido para indemnizar a las víctimas por genocidio, terrorismo
y tortura.
Pidió a sus pares de Estados Unidos, Gran Bretaña
y Bahamas, entre otros países, como Suiza, así como a diversos
bancos, le informen sobre cualquier cuenta del aludido o sus familiares
o empresas allegadas, y que ordenen su bloqueo o embargo.
En tanto, el comandante en jefe del ejército, general
Juan Emilio Cheyre, justificó que su visita de la víspera
a Pinochet en el Hospital Militar fue sólo un "gesto humanitario"
y no una "señal" a los generales retirados, quienes reclaman que
la institución se alejó del ex dictador.
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