México D.F. Martes 7 de septiembre de 2004
Nace la primera universidad intercultural
Contrapeso a la globalización loca, expuso
León-Portilla en la apertura de cursos
CLAUDIA HERRERA BELTRAL ENVIADA
San Felipe del Progreso, Edomex, 6 de septiembre. Para
jóvenes mazahuas, otomíes, matlazincas y tlahuicas hoy fue
un día de festejos. En el Centro Ceremonial Mazahua se inauguraron
los cursos de la primera universidad intercultural del país, y no
pudo ser de mejor forma que escuchando la voz del historiador Miguel León-Portilla,
quien consideró a los alumnos baluartes "contra esa globalización
loca" que va en contra de las culturas y las lenguas.
Emocionado por la apertura de esta universidad, pionera
en la enseñanza de las licenciaturas de comunica- ción, desarrollo
sustentable y lengua y cultura con enfoque intercultural, el ex director
del Instituto Indigenista Interamericano habló sobre la "globalización
fatal", ésa que intentan imponer a los pueblos originarios, y recitó
un poema de su autoría sobre la muerte de las lenguas y de lo que
pierde el mundo cuando éstas desaparecen: "La humanidad se empobrece",
dijo.
El autor de La visión de los vencidos expuso,
ante jóvenes que buscan recuperar las culturas y las lenguas de
sus ancestros, que "la historia de los pueblos indígenas es triste"
y lamentó que se hayan necesitado 180 años para que se reconocieran
sus lenguas en la Constitución.
Este día las palabras de León-Portilla demostraron
su vigencia, a pesar de que se trataba de un momento de celebración
para los indígenas. Molestos, los integrantes del Consejo Supremo
Mazahua se presentaron sorpresivamente a la ceremonia y después
de dialogar con algunas autoridades, aceptaron incorporarse y realizar
un rito de bienvenida.
"Tal
vez no hemos tenido un doctorado en ninguna universidad, pero tenemos el
que nos ha dado la vida. Fue una falta de respeto no haber invitado a nuestro
grupo; lo borraron del mapa, pero vamos a buscar que nos tomen en cuenta",
dijo en entrevista Margarito Sánchez, presidente del Consejo Supremo
Mazahua, quien demandó al rector Felipe González Ortiz que
sume a este proyecto a los dirigentes indígenas de otras cuatro
etnias, que podrán enviar a sus hijos a las aulas de la Universidad
Intercultural del Estado de México.
La inconformidad de esta organización surgió
porque en el programa sólo fueron consideradas las autoridades municipales,
estatales y federales. El acto pareció haber sido desdeñado
por el subsecretario de Educación Superior, Julio Rubio, y el secretario
de Educación del estado de México, Agustín Gasca,
quienes cancelaron su participación de última hora; el segundo
envió un representante.
Pero eso no fue obstáculo para que hubiera un ánimo
de optimismo. En el corazón de la región mazahua abrió
sus puertas la primera universidad intercultural, que ha olvidado las reglas
de centros tradicionales: cerca de 70 por ciento de su alumnado lo integran
mujeres, dedicará un año a impartir cursos remediales
y enseñará a escribir a los indígenas en sus lenguas
maternas.
Los 270 estudiantes y sus padres, reunidos en una cabaña
del centro ceremonial mazahua, fueron testigos del comienzo de esta nueva
apuesta educativa, que en principio operará en pequeños salones
rentados.
Hasta estas tierras, ubicadas en las partes más
altas del estado de México -a tres horas de la ciudad de México-,
León-Portilla llevó su discurso en favor de las culturas
de México.
Recordó que cuando se conmemoraron los 500 años
de la llegada de los españoles a América, decía que
si de algo debíamos alegrarnos era de la residencia de los pueblos
originarios. Expresó: ''no perdieron sus lenguas y la prueba la
tenemos en los 180 mil hermanos mazahuas, así como en los nahuas,
mayas, tzeltales y purépechas''.
Sólo los zapotecos hablan cinco lenguas distintas.
El historiador informó que en México se hablan más
de 100 lenguas.
Después hizo una disertación sobre los efectos
de la globalización. "La tecnológica es buena, con ciertas
reservas, pero hay otra fatal, la cultural, que implica tratar de que yo
sea como quiere el otro.
''La historia de cómo ha sido la vida de los pueblos
originarios en México hasta hace poco, la verdad, es triste'', afirmó
frente a rostros de mujeres y hombres que la han vivido y que en la década
reciente encontraron en la migración una alternativa para sobrellevarla.
También hizo un recuento de esos episodios tristes:
primero la Conquista y las encomiendas, después la Independencia,
que empeoró las cosas porque declaró que en México
no había indios, y la Constitución de 1857, que suprimió
las tierras comunales. Pasó revista a la Revolución Mexicana,
la cual "mejoró un poco la cosa", porque volvió al régimen
de propiedad comunal, lo que -recordó- volvió a debilitarse
en la gestión de Carlos Salinas de Gortari.
Frente a los pobladores de la región mazahua, León-Portilla
defendió su derecho a demandar la autonomía, porque no se
trata de soberanía. "Los pueblos indígenas pueden tener autonomía,
no hay que tener miedo, es posible un país con multiplicidad de
lenguas y culturas", manifestó.
Y convocó a estos jóvenes a que no cejen
en sus estudios, porque tienen la oportunidad de capacitarse para ser mexicanos
de "primerísima", como defensores de la riqueza cultural y lingüística
de México. A ellos dedicó la lectura de su poema escrito
en náhuatl y traducido al español.
Un fragmento: "Cuando muere una lengua ya muchas han muerto
y muchas pueden morir. Espejos para siempre quebrados, sombra de voces
para siempre selladas. La humanidad se empobrece". Se escuchó un
largo aplauso.
Antes, los integrantes del Consejo Supremo Mazahua supieron
hermanarse con León-Portilla y los impulsores del proyecto, entre
ellos, la coordinadora general de Educación Intercultural Bilingüe,
Sylvia Schmelkes. Al ritmo de música de flautas y tambores, llegaron
a la ceremonia y luego a cada uno de ellos les entregaron grandes mazorcas
y collares de flores como símbolo de amistad.
Margarito Sánchez resumió el sentir de los
indígenas de la región: "Ya era tiempo de que le dieran a
nuestro pueblo lo que es de nuestro pueblo".
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