México D.F. Martes 7 de septiembre de 2004
El Presidente canceló una estampilla
conmemorativa por los 70 años de la editorial
El FCE ''es un espacio ajeno a la coerción y
la censura'', dijo Fox
Entregó reconocimientos a los trabajadores más
antiguos, como el poeta Alí Chumacero
Tiene recursos, fortaleza y experiencia para encaminarse
a 100 años, dijo su directora
ANA MONICA RODRIGUEZ
Extender la democracia más allá de la política
conlleva a ampliar y democratizar el acceso a la cultura, dijo ayer el
presidente Vicente Fox al presidir la ceremonia con motivo del aniversario
70 del Fondo de Cultura Económica (FCE).
El objetivo que perseguimos, añadió, es
convertir a México en un país de lectores; ''por ello instalamos
en cada aula una pequeña biblioteca, de las cuales existen hasta
ahora 850 mil con un acervo de cerca de 50 millones de libros".
Explicó
que para complementar la enseñanza serán instalados también
pizarrones electrónicos en cada una de las aulas de quinto y sexto
grados de primaria.
El mandatario, quien en su cuarto Informe de gobierno
se refirió a la formación de nuevos lectores, esta vez resaltó
que ''cada libro expande la mente y el espíritu. Nos hace mejores,
más tolerantes y más libres al tomar decisiones".
Cuando un mexicano abre un libro del FCE, agregó,
despierta su imaginación, abre las ventanas del conocimiento y se
torna más crítico y mejor preparado.
Espacios para la cultura
Respecto del rubro cultural, en el que no profundizó
la semana pasada ante el Congreso de la Unión, Fox explicó:
''Estamos descentralizando las oportunidades de formación artística
profesional en todos los estados de la República Mexicana y abriendo
nuevos espacios para el disfrute de la cultura y las artes en todo el país.
''La cultura nos da identidad y refuerza nuestros valores
para mostrarlos al mundo como una nación orgullosa de su historia
y tradiciones.''
El mandatario, quien estuvo acompañado por su esposa,
Marta Sahagún; Consuelo Sáizar, directora del FCE, Reyes
Támez y Sari Bermúdez, titulares de Educación Pública
y del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, respectivamente, canceló
el sello postal conmemorativo del FCE.
Fox Quesada refrendó el apoyo del gobierno al sello
editorial surgido en 1934, del que dijo ''es un espacio ajeno a la coerción
y a la censura", en donde convergen la inteligencia, la crítica,
la creatividad y la defensa de los valores democráticos.
En un somero recuento realizado en la Unidad Cultural
Jesús Silva Herzog del FCE, el titular del Ejecutivo mencionó
que durante las siete décadas de vida de dicha editorial se han
publicado más de 9 mil títulos y 92 millones de libros. Y
tan sólo en su administración el sello ha puesto en circulación
mil 100 títulos y 9.5 millones de obras. Además de ''elaborar
y distribuir más de 91.2 millones de libros de textos gratuitos
y materiales de apoyo para los estudiantes".
Fox también entregó reconocimientos a los
empleados más antiguos de la editorial, entre los que figuró
el poeta Alí Chumacero, con 31 años de trabajo. Además
de las personas que por más de 26 años han colaborado para
que el Fondo de Cultura Económica sea reconocido en los ámbitos
nacional e internacional.
Tres actos de libertad
El FCE ha sido enriquecido a partir de tres actos de libertad,
según dijo en su discurso Vicente Fox:
''De la libertad de los republicanos españoles,
décadas después de la libertad de los exiliados latinoamericanos,
y en todo momento, de la libertad del pueblo y el gobierno de México."
La editorial considerada la más importante en América
Latina fue fundada por Daniel Cosío Villegas, Eduardo Villaseñor,
Manuel Gómez Morín , Miguel Palacios Macedo y Emigdio Martínez,
entre otros.
A decir de su directora Consuelo Sáizar, el FCE
''nació libre cuando en el mundo no eran tiempos fáciles
para la libertad; sufrió atropellos mientras México buscaba
su propio camino democrático".
Agregó: ''A 70 años de su fundación,
el Fondo de Cultura Económica tiene los recursos, la fortaleza,
la estructura y la experiencia necesarios para encaminarse a sus cien años".
Durante los festejos, que culminaron con un brindis, estuvieron
destacados escritores, libreros, traductores y empleados del sello editorial.
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