México D.F. Martes 7 de septiembre de 2004
Señala que ningún funcionario
ha sido removido por ese motivo; analiza 74 incidentes
Involucrados en desacato, desde ediles hasta el Presidente:
Mariano Azuela
JESUS ARANDA
El
presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN),
Mariano Azuela Güitrón, aseveró ayer que las sentencias
de amparo deben cumplirse, y cuestionó a los que incurren en desacato,
"desde la terquedad de no cumplir" hasta quienes alegan ignorancia por
no saber cómo hacerlo.
Aclaró que aun cuando el incumplimiento de sentencias
ocurre en casos "excepcionales", actualmente la SCJN analiza 74 incidentes
de inejecución de sentencia, en los que pese a que hay sentencia
"firme", ninguno de los funcionarios -desde el presidente de la República
hasta alcaldes- ha sido removido de su cargo.
Por otra parte, Azuela señaló que la aplicación
de juicios orales, previstos en la reforma al sistema judicial, podrá
llevarse a cabo el año próximo, en caso de que el Poder Judicial
federal reciba un incremento en su presupuesto.
En lo que respecta a los incidentes de inejecución
de sentencia, Azuela explicó que hay casos en los que la SCJN llega
al grado de llamar al funcionario involucrado 24 horas antes de que el
pleno resuelva su consignación penal por desacato (lo cual no sucede
cuando ocurren presuntas violaciones a suspensiones definitivas, como en
el caso de Andrés Manuel López Obrador, donde un juez de
distrito decide de manera unilateral si inicia un proceso penal y da parte
directamente a la Procuraduría General de la República),
porque lo fundamental es que se cumpla con la sentencia de amparo.
"En incidentes de inejecución de sentencia en realidad
hemos advertido que en casos contadísimos se llega a presentar un
proyecto destituyendo al funcionario público y consignándolo
ante un juez de distrito, y en ese momento se le habla, se le hace una
notificación si se ha presentado en el pleno de la Corte un proyecto
resolutivo, y en menos de 24 horas está cumplida la sentencia."
Azuela indicó lo anterior en conferencia de prensa,
en la que dio a conocer los avances de la Consulta Nacional sobre una Reforma
Integral y Coherente al Sistema de Impartición de Justicia en el
Estado Mexicano, organizada por el máximo tribunal, con la que se
espera en un plazo aproximado de cinco años lograr las reformas
constitucionales y legales necesarias para garantizar el acceso a una justicia
pronta, completa, imparcial y gratuita.
En lo que pareció una alusión al caso de
Andrés Manuel López Obrador, quien fue consignado por la
Procuraduría General de la República por haber incurrido
presuntamente en violación de una suspensión definitiva,
Azuela comentó que "ha habido resoluciones muy ruidosas de inejecuciones
de sentencia; se ha tenido la impresión de que esto es un gran problema
del Poder Judicial, pero afortunadamente no".
Flanqueado por los ministros José de Jesús
Gudiño Pelayo y José Ramón Cossío, Azuela precisó
que en caso de violaciones a las suspensiones no interviene la Corte, "pero
en incidentes de inejecución de sentencia en realidad hemos advertido
que en casos contadísimos se llega a presentar un proyecto destituyendo
al funcionario público y consignándolo ante juez de distrito".
Señaló que la SCJN realiza una labor de
seguimiento del cumplimiento de las sentencias y "normalmente va logrando
que se cumplan sin necesidad de que esto sea noticia", porque lo que noticioso
es el caso excepcional de que no se cumpla.
Eficacia en duda
Por otra parte, tras señalar que la consulta realizada
a iniciativa de la Corte ha logrado en el transcurso de un año una
amplia participación de especialistas, jueces, magistrados, académicos,
litigantes y miembros de la sociedad civil en general, hasta sumar casi
6 mil ponencias, Azuela Güitrón comentó que la reciente
iniciativa dada a conocer por el presidente Vicente Fox en materia de justicia
-en la que el juicio oral juega juega un papel fundamental- constituye
una propuesta "muy ambiciosa", en la que se tiene la ilusión de
que se va a "abaratar" la justicia por medio de juicios abreviados.
Explicó que el Ejecutivo confía en que muchos
van a optar por el juicio abreviado, lo que reducirá costos en la
impartición de justicia. Sutilmente cuestionó la propuesta:
"yo también formularía otra hipótesis: si son muy
pocos o nadie que se va al juicio abreviado, pues entonces lógicamente
el volumen de asuntos tendrá que aumentar y, por lo mismo, el costo
en los tribunales también".
Recordó que el Poder Judicial Federal no es el
que aprueba su presupuesto: propone un proyecto, pero es la Cámara
de Diputados la que tiene la última palabra, y si los legisladores
consideran que "debemos movernos con estos topes, haremos lo que esto nos
permita".
Para dar una idea de lo que implicaría la aplicación
de los juicios orales -en el entendido de que el juez de distrito esté
presente en todas las diligencias y no como sucede actualmente en la mayoría
de los casos, que son los secretarios del juzgado los que presiden las
audiencias-, el ministro comentó que en Chiapas se inició
con este modelo a partir de la reciente puesta en marcha del nuevo penal
de ese estado. En lugar de poner un juzgado se pusieron dos, "porque al
tener 50 por ciento de ingreso, el juez puede estar presente en las audiencias"
y dirigirlas adecuadamente, pero implica que no está en su despacho
estudiando los proyectos de acuerdos y sentencias.
Azuela admitió que la aplicación de los
juicios orales signficaría para el Poder Judicial de la Federación
la necesidad de mayores recursos, para crear más juzgados y tribunales,
y por supuesto para cubrir las nuevas plazas de juzgadores.
Ante esa situación, Azuela comentó que una
forma de reducir costos para la judicatura federal sería la realización
de reformas constitucionales y legales para "racionalizar" el costo de
la impartición de justicia.
Por ejemplo, tan sólo en lo que va del año
juzgados y tribunales federales han dictado 55 mil 390 sentencias de amparo
(de las cuales 74 están en la Corte como inejecuciones de sentencia),
pero en muchos de estos casos se trata de amparos directos en contra de
resoluciones de los tribunales de justicia de los estados y del Distrito
Federal.
En este contexto comentó que de modificarse la
ley, para que sólo en casos excepcionales la justicia federal revisara
estos asuntos, el número de casos que conocen los juzgadores federales
se reduciría sensiblemente.
También llamó la atención sobre la
serie de recursos que se pueden interponer en un juicio antes de que se
adopte una resolución definitiva, donde "aunque la Corte ha tendido
a que se salvaguarde el cumplimiento de las sentencias, hay el riesgo de
tener un sistema terriblemente complejo".
|