México D.F. Viernes 27 de agosto de 2004
El investigador Ernesto Piedras documenta que esa rama no es ''un pozo sin fondo''
Corrobora estudio la rentabilidad de la cultura que produce México
El Estado debe colocar ese rubro como parte del desarrollo nacional, recomienda el experto
Presentaron su libro sobre la aportación de las industrias protegidas por el derecho de autor
ARTURO JIMENEZ
Los planteamientos erróneos y retrógradas sobre la cultura como un ''pozo sin fondo" consumidor de subsidios, han quedado desmentidos ante los resultados de un estudio del investigador Ernesto Piedras sobre la contribución de las industrias protegidas por el derecho de autor (IPDA) a la economía mexicana.
Ahora ya se sabe que el sector cultura aporta ''al menos" 6.7 por ciento del Producto Interno Bruto, genera 3.6 por ciento de los empleos de la Población Económicamente Activa y mantiene un marcado superávit comercial por encima de la media nacional, pues, por ejemplo, en 2000 tuvo importaciones por casi 14 millones de dólares y exportaciones por poco más de 22 millones de dólares.
Es decir, lo que ya se intuía ha quedado documentado: México es un país generador de cultura y, con un alto nivel de productividad y competitividad, pese a las políticas gubernamentales en contra, se ubica a la par de las potencias culturales del mundo como Inglaterra, Estados Unidos, Italia y Francia.
Brasil, ejemplo a seguir
El Estado mexicano, recomienda Ernesto Piedras, como lo hace el francés y la Comunidad Europea en general, debe proteger y promover la cultura, y generar una política que la coloque como un rubro estratégico para el desarrollo nacional, como lo hace, por ejemplo, Brasil.
De ese 6.7 por ciento, el sector que más aporta es el de la música, con 2.6 por ciento; le siguen cine, con 1.4; industria editorial, con 1.3; ''otras industrias audiovisuales", con 0.8; artes plásticas, con 0.6; y otras actividades, con 1.05.
La suma de estas contribuciones, explica Piedras en su investigación, excede el 6.7 porque varios renglones de las estadísticas oficiales tienen efectos simultáneos en diversas disciplinas culturales y artísticas. Por ejemplo, algunos subsectores musicales contribuyen también en las actividades de cine, teatro u ópera.
El trabajo de Piedras, estudioso del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), duró casi un año y fue encargado por la Sociedad de Autores y Compositores de Música y la Sociedad General de Escritores de México.
Y lo editaron el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana con el título ƑCuánto vale la cultura? Contribución económica de las industrias protegidas por el derecho de autor en México.
El estudio se realizó con base en lineamientos de la Organización Mundial de la Propiedad intelectual y en los datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática. También se emplearon la Clasificación Mexicana de Actividades y Productos y el Sistema de Clasificación Industrial de América del Norte, basados en el llamado "sistema de cuentas nacionales".
Por encima de la media
La citada participación de 6.7 por ciento del sector cultura en el PIB, con un crecimiento mantenido y por encima del promedio nacional, la ubica en un cuarto lugar, sólo por debajo de las industrias maquiladora, con más de 12 por ciento; petrolera, con casi 10; y turística, con más de 8. Y por encima de la industria de la construcción, que aporta 4.3 por ciento, y del sector agropecuario, silvicultor y pesquero, que genera 4.8.
Sin embargo, el aporte de las IPDA al PIB podría colocarse en un tercer lugar si se considera que el sector turismo suma en su total una quinta parte de los activos culturales, mediante el llamado "turismo cultural", aclara el economista.
Deben tomarse en cuenta además los efectos de la llamada "comunicación pública", entendida como "el derecho que cubre la interpretación de las obras en lugares en donde el público puede estar presente", y que aumentaría la participación de la cultura en el PIB a 7.3 por ciento.
También debe considerarse que el 6.7 por ciento se ubicó con datos oficiales de 1998, pero las industrias culturales mantienen una tendencia anual al crecimiento por encima del promedio nacional. Por ejemplo, en 1988 las IPDA aportaron al PIB nacional 3.66 por ciento, pero para 1993 el porcentaje aumentó a 5.38.
Sin embargo, Piedras destaca la paradoja de que aunque el sector cultura hace un aporte importante al PIB, la recaudación por derechos que reciben los autores, compositores y creadores sólo representa 0.02 por ciento de ese producto nacional.
Una idea más clara de la riqueza que genera la cultura en México y que aún no está bien distribuida entre los creadores se advierte cuando se sabe que, por ejemplo, en 2002 las sociedades, asociaciones y cámaras del sector tuvieron ingresos por mil 97 millones de pesos.
''Una cantidad muy pequeña en comparación con todo el valor agregado que generan de la producción de sus obras", apunta el investigador en su trabajo.
Por una política de Estado
En su investigación Ernesto Piedras hace varias recomendaciones, como la de generar una ''cuenta satélite" para el subsector de la industria cultural ante las dificultades que enfrentó para obtener información, medida que ya han tomado países como Colombia y que en México se han creado para rubros como el de turismo con el propósito de contar con datos más detallados.
Otra recomendación es que el Estado y la iniciativa privada inviertan más en cultura dado que, por su productividad y competividad mantienen un superávit comercial y ello ayudaría a contrarrestar el déficit de la balanza comercial nacional con el extranjero.
También sugiere modificar la desventajosa negociación que para el rubro cultural se hizo en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, pues no se protegió la diversidad cultural y sus industrias con un sistema de excepciones, como sí lo hizo Canadá con las propias.
Una más es una reforma legislativa que otorgue protección definitiva a los autores, pues el mercado ilegal y la piratería provocan pérdidas anuales por más de mil 500 millones de dólares.
Además, concluye, ante la importancia de la cultura en México, se debería crear una secretaría del ramo e invertirse el 1 por ciento del PIB en la protección y promoción cultural, como recomienda la UNESCO.
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