México D.F. Viernes 27 de agosto de 2004
No ha pedido estudios científicos sobre
efectos de éstos en la salud: Greenpeace
Salud autorizó a las trasnacionales comercializar
transgénicos desde 1995
Soya, papa, algodón, jitomate y maíz,
entre ese tipo de productos en venta
ANGELICA ENCISO L.
Documentos oficiales de la Secretaría de Salud
(Ssa) revelan que desde 1995 ha expedido autorizaciones a diversas empresas
trasnacionales para comercializar al menos 22 variedades de canola, soya,
algodón, maíz, papa y jitomate transgénicos para consumo
humano en México, sin que se hayan realizado evaluaciones científicas
que demuestren que dichos productos no afectan la salud de los consumidores,
manifestó Greenpeace.
Frente
a ello, la organización hizo ayer una toma simbólica
de las instalaciones de la dependencia, donde a partir de las siete de
la mañana se encadenaron dos activistas. Asimismo, colocaron una
manta con la leyenda: "esta dependencia pone en riesgo la salud". Ahí,
esperaron que los recibiera algún funcionario para plantear su inconformidad
por la comercialización de los productos modificados genéticamente.
Areli Carreón, coordinadora de la campaña
de consumidores de Greenpeace, cuestionó que hasta ahora no se haya
informado a la población que hay alimentos en el mercado que han
sido genéticamente modificados. "La dependencia responsable de velar
por nuestra salud no ha llevado a cabo los análisis de riesgos sanitarios,
necesarios para garantizar que un transgénico utilizado como alimento
no afectará la salud de los consumidores mexicanos."
Las autorizaciones para la comercialización de
cultivos transgénicos para consumo humano son soya, papa, algodón,
canola, jitomate y maíz, los cuales fueron desarrollados por Monsanto,
Híbridos Pionner de México y Dow AgroSciences. Todos esos
productos fueron autorizados en calidad de "visto bueno", sin evaluación
y sin sustento legal, por la Dirección de Normalización Sanitaria
de la Secretaria de Salud y por la Comisión Federal para la Protección
contra Riesgos Sanitarios.
Estos productos modificados genéticamente se utilizan
como materia prima para la elaboración de aceites, harinas y jarabes
empleados en diversos alimentos procesados, como conservas, pan, tortillas,
alimentos para bebé, cereales, refrescos y cervezas.
Sin embargo, no tienen el etiquetado correspondiente.
Greenpeace recordó que desde 1999 ha solicitado a la Secretaría
de Salud información sobre la entrada y el consumo de organismos
transgénicos en México, sobre todo de maíz, pero funcionarios
de la dependencia, en reiteradas ocasiones, se han negado a proporcionarla.
Además, las autorizaciones fueron otorgadas únicamente
a partir de información proporcionada por las empresas solicitantes.
La Ssa no realizó evaluaciones de riesgo para saber si algún
alimento puede ser alergénico, tóxico o representa algún
riesgo para la salud de los consumidores.
Frente a ello, Greenpeace demandó a la Secretaría
de Salud cancelar las autorizaciones otorgadas, retirar del mercado los
productos que contengan transgénicos sin el procedimiento de evaluación
adecuado, acatar las disposiciones del Codex Alimentarius para evaluar
la inocuidad de los alimentos y que las etiquetas de los alimentos indiquen
si éstos contienen o son derivados de organismos modificados genéticamente.
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