Inapam organiza baile

Alza en pensiones, exigen ancianos a Marta Sahagún

ALMA E. MUÑOZ

"šY para nosotros, naranjas!", gritó ayer un anciano en el Palacio de los Deportes después de que Marta Sahagún de Fox partió el pastel elaborado con motivo de los 25 años de existencia del Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (Inapam), y la mayoría de los asistentes al baile anual que desde hace 23 años organiza la institución se quedaron en espera de una inmediata repartición.

"Así pasa", secundó una mujer que, tras el cerco impuesto por el Estado Mayor Presidencial, se quedó esperando tocar al menos la mano de la esposa del Presidente.

"Las rebanadas son para los de arriba", insistió la señora, mientras Sahagún bailaba con un alumno del Club de la Tercera Edad, instruido ex profeso para conducir a la esposa de Fox a la pista de baile y simular la apertura del mismo, a sabiendas de que ella arribó al palacio casi dos horas después de haber comenzado la celebración.

La presencia de Sahagún despertó abiertas contradicciones entre quienes, se supone, son los homenajeados en estas ocasiones, los mayores de 60 años afiliados al Inapam.

Los que estuvieron cerca de un improvisado templete principal hasta autógrafos pedían, mientras de entre el público que quedó ubicado en las gradas, salieron gritos que exigían aumento a las pensiones.

Ambas partes coincidieron en un punto: lamentaron que el Estado Mayor Presidencial acordonara parte del escenario para proteger a Sahagún y a otros invitados especiales, como Ana Teresa Aranda, responsable del Sistema Nacional Para el Desarrollo Integral de la Familia, y Verónica Ortiz, directora de la Fundación Vamos México.

"Lo que debían de cuidar no lo cuidan, por eso hay tanta corrupción. Esto va de mal en peor, en vez de que el gobierno se acerque al pueblo", gritó insistentemente otra mujer, abrumada por los empellones que ocasionó el suceso.

"Conciencia tranquila"

A Marta Sahagún le brillaban los ojos por el recibimiento que le brindó el director del Inapam, Pedro Borda Hartmann, y su esposa.

Solícita hasta con los reporteros, la señora de Fox dijo estar con la conciencia tranquila por haber cumplido en casi cuatro años de gobierno, y subrayó su disposición por mantener su apoyo al instituto para, al igual que a otros grupos vulnerables, ayudarles a mejorar su situación socioeconómica.

"Nunca están las necesidades resueltas en su totalidad; nunca, así es la vida. Todos estamos conscientes de la escasez de recursos, pero también lo estamos de las necesidades de la gente, de manera puntual con los adultos mayores.

"Hay que hacer un esfuerzo muy grande, hay que hacer más por menos, ser eficientes, eficaces, efectivos. Allí está la gran oportunidad."

Feliz, la cónyuge de Fox se permitió, en indeterminadas ocasiones, cambiar de parejas de baile, mientras a su alrededor, fuera del cerco impuesto, decenas de personas se abocaron a disfrutar de los números musicales, una vez satisfecha su curiosidad por conocer a Marta Sahagún.