México D.F. Viernes 27 de agosto de 2004
Cuba y otros países ponen bases para
que vejez ya no signifique enfermedad y pobreza
Sin pensión, 80% de 8 millones de ancianos en
México: especialista
Urgente, un plan nacional gerontológico
JOSE GALAN
De unos 8 millones de personas con 60 años y más
en México, casi 80 por ciento carece de pensión, mientras
45 por ciento no tiene derecho a los servicios médicos de las instituciones
de seguridad social, afirmó Verónica Montes de Oca Zavala,
del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la Universidad Nacional
Autónoma de México, y consideró que ante los graves
problemas que enfrentan los adultos mayores, incluidas las enfermedades
crónico-degenerativas, es necesario establecer un plan nacional
gerontológico.
La población adulta mayor representa 7.5 por ciento
del total del país, y se espera que en 2020 llegue a 15 millones
de personas. Actualmente la esperanza de vida de los mexicanos con 60 años
y más es de 21.86 años adicionales.
Para los hombres, esa esperanza es de 20.84 años,
y de 22.8 para el género femenino. En tanto, en el rango de edad
superior a 60 años hay 84 varones por cada 100 mujeres.
Al
impartir en el IIS la conferencia Día de las personas adultas mayores:
mitos y realidades, la investigadora sostuvo que, ante la vulnerabilidad
económica y social de los ancianos, es necesaria una estrategia
en la que participen no sólo instancias gubernamentales, sino también
organismos de la sociedad civil especializados en ese sector de la población.
La intención es crear una cultura de la vejez que
no sólo se preocupe por brindar servicios y atención, sino
también difunda el respeto, la paciencia, la tolerancia y el entendimiento
hacia los ancianos.
De acuerdo con información censal acerca de las
viviendas de México con adultos mayores, éstos viven solos
en 12.3 por ciento de los casos, mientras 45.9 por ciento habitan en los
hogares llamados nucleares -o que agrupan a pocos familiares-, y 41 por
ciento en hogares extensos.
En ese contexto, las ancianas predominan en los hogares
unipersonales y en los extensos.
Por otra parte, del total de ancianos en el país,
62.4 por ciento declaró padecer alguna enfermedad crónico-degenerativa.
Al no contar con algún sistema de seguridad social,
los afectados por esas enfermedades de larga duración deben hacer
desembolsos onerosos para enfrentar sus padecimientos, así como
enormes gastos en lo familiar y lo emocional, sobre todo en instituciones
privadas, además de las instalaciones de la Secretaría de
Salud y de las clínicas estatales.
Mientras, del total de adultos mayores, 41.7 por ciento
carece de pareja -por separación, divorcio, viudez o soltería-,
y del conjunto de hogares en México, 24 por ciento tiene entre sus
integrantes a un anciano.
La académica insistió en la necesidad de
que en nuestro país se fomente la cultura de la vejez, lo que permitiría
a niños, jóvenes y adultos realizar una tarea prospectiva
de su existencia, y subrayó que el aumento de la supervicencia no
necesariamente está ligado a una mejor calidad de vida.
El gobierno foxista analiza prácticas de
la isla
CAROLINA GOMEZ MENA ENVIADA
La Habana, 26 de agosto. A escala global se estima
que cada mes un millón de personas cumple 60 años, casi 80
por ciento de las cuales viven en los países en desarrollo.
En caso de continuar esa tendencia, al completarse el
primer cuarto de este siglo mil 200 millones de habitantes en el mundo
habrán llegado a la vejez, con lo cual se duplicará ese sector
de la población.
Actualmente se considera que de los 11 países con
mayor envejecimiento al menos ocho no están entre los más
ricos.
La perspectiva es que el incremento se agudice, sobre
todo en los países que aún no han alcanzado altos niveles
de desarrollo.
Asimismo, al existir la percepción de que la vejez
es un periodo en el que el individuo constituye una carga para la sociedad,
el futuro de los ancianos en las naciones pobres se perfila adverso.
Con el propósito de evitar que ese porvenir desfavorable
se concrete, algunos países han comenzado a sentar las bases para
que vejez deje de ser sinónimo de enfermedad, pobreza, abandono
y desesperanza, y entre ellos está Cuba, destacó el geriatra
Enrique Vega García, director nacional del Programa de Atención
al Adulto Mayor del Ministerio de Salud de la isla.
Entrevistado en el Centro Iberoamericano de la Tercera
Edad, en la capital isleña, remarcó que preocuparse por el
envejecimiento personal no debe ser una tarea a la que haya que abocarse
cuando se cumplen los 60 años, sino desde mucho antes.
Con base en ello, sostuvo que en Cuba se ha entendido
que es un "error dividir el ciclo de la vida" en cuanto a la atención
médica, pues existen "momentos clave" durante niñez, adolescencia
y adultez temprana, en los que se deben hacer ciertas intervenciones que
redituarán en beneficios cuando se superen los 60 años.
Es el caso de la osteoporosis, la cual se puede evitar
con acciones preventivas durante la niñez y el embarazo, sostuvo.
Vega García, también secretario general
de la agrupación civil Club de los 120 años, puntualizó
que de poco más de 11 millones de personas que habitan en Cuba,
alrededor de un millón 800 mil superan los 60 años, es decir,
casi 16 por ciento de la población.
Subrayó que unos 3 mil tienen más de 100
años de edad (algunos superan los 106), según datos del censo
de 2002 y de la Oficina Nacional de Estadística.
De acuerdo con el funcionario, la longevidad en la isla
-la cual se espera se incremente los próximos años- es producto
de la baja en la natalidad, de sólo 1.8 hijos por mujer, y del alza
en el promedio de vida de los cubanos durante las cuatro décadas
anteriores.
Agregó que mientras en 1960 la esperanza de vida
era de 60 años, ahora es de 77, uno de los promedios más
altos en el orbe.
Gratuitos, todos los servicios
Para que la vida de los ancianos sea satisfactoria y sana,
el sistema nacional de salud de la isla cuenta con un sistema integral
de vacunación.
Asimismo, todos los servicios sanitarios y las medicinas
son proporcionados de forma gratuita a los viejos, quienes además
reciben desde atención primaria hasta "cirugía mayor y trasplante
de órganos", así como atención médica domiciliaria.
De forma paralela se aplica el esquema de "dispensación",
que consiste en que el médico de familia "tiene la obligación,
aunque no se esté enfermo, de evaluar al adulto mayor al menos una
vez al año".
Además, si el anciano es hipertenso, cardiópata,
sufre una enfermedad pulmonar obstructiva crónica o padece diabetes,
debe recibir "cierto número de atenciones al año".
De igual forma, el país caribeño cuenta
con una red de "centros diurnos" para los adultos mayores que por su condición
de salud no puedan permanecer en sus casas cuando la familia sale a trabajar.
"Son una especie de guarderías".
Existen 200 geriatras en el país, pero la previsión
es que en menos de una década este número se duplique, pues
por lo pronto la proporción es de un especialistas por cada 9 mil
adultos mayores.
La propuesta, abunda Vega García, es que se "geriatrice
el sistema de salud", es decir, que los médicos de familia y los
de diversas especialidades aprendan de esta disciplina, ya que, aunque
ahora sólo "40 por ciento de las consultas médicas son demandas
por adultos mayores y 50 por ciento de los ingresos hospitalarios" corresponden
a este sector, en los próximos años "80 por ciento de los
pacientes que tendrán los especialistas serán mayores de
60 años".
El gobierno cubano, por conducto del Ministerio de Salud
y el Instituto Nacional del Deporte y Recreación, ha fomentado el
Movimiento del Círculo de los Abuelos,
el cual tiene entre sus filas a más de 33 por
ciento de las personas mayores 60 años.
Todas estas experiencias, así como la filosofía
del Club de los 120 años, añadió Vega, han sido compartidas
con el gobierno mexicano, por conducto del Instituto Nacional de las Personas
Adultas Mayores (Inapam), organismo dependiente de la Secretaría
de Desarrollo Social.
"Hemos tenido acercamientos con Pedro Borda (director
del Inapam), y él ve con buenos ojos todo esto y parece que les
interesaría reproducirlo."
En vísperas del Día Internacional del Anciano,
el 28 de agosto, cálculos globales apuntan a que entre 2000 y 2030
la población mayor de 65 años se incrementará entre
550 y 970 millones, lo que significará un aumento de entre 6.9 por
ciento a 12 por ciento.
En Europa, la estimación de ascenso es de 15.5
a 24 por ciento; en Asia, entre 6 y 12 por ciento; en América Latina
y el Caribe, entre 5.5 y 11.7, y en Africa, entre 3 y 3.7. En México
es de 3.7 por ciento y para la tercera década de este siglo será
de 4.6. También se estima que por cada 100 mujeres mayores de 80
años sólo habrá 53 hombres.
Dentro de 16 años será tal el peso de la
población adulta mayor que las proyecciones indican que casi "75
por ciento del total de muertes en los países en desarrollo se deberá
al factor de la edad".
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