México D.F. Viernes 27 de agosto de 2004
Condujeron a una "reducción total del ingreso" de los habitantes de la región, asegura
FMI: las crisis bancarias en AL, más costosas que en países desarrollados
"El suministro directo de apoyo a un sistema fracasado" daña dinámica de deuda, asegura
ROBERTO GONZALEZ AMADOR
Las crisis bancarias que golpearon a países de América Latina (AL) en la década pasada condujeron a "una reducción total tanto del ingreso como de la riqueza" de los habitantes de la región y su costo para superarlas ha sido mayor al de sucesos similares ocurridos en naciones desarrolladas, afirmó el Fondo Monetario Internacional (FMI).
"En la mayoría de los casos, una crisis bancaria en Latinoamérica ha implicado una amplia redistribución de la riqueza -en la transferencia de riqueza desde los sectores menos favorecidos- y ha llevado a una reducción total tanto del ingreso como de la riqueza", señaló el reporte, en cuya elaboración participó el mexicano Agustín Carstens, subdirector gerente del FMI.
El reporte, que será publicado por el FMI en septiembre, señala que en los países latinoamericanos han ocurrido una veintena de crisis bancarias y financieras en la última década. Las naciones de la región "han sufrido un número desproporcionado de crisis, comparadas con países de un nivel de desarrollo económico similar en otras regiones".
Más aún, indica que la frecuencia, severidad y magnitud de estas crisis se mantienen como una preocupación sobre el desempeño de la zona.
En el documento se analizan varios casos de crisis bancarias latinoamericanas, por supuesto entre ellos el de México entre 1994 y 1995, que implicó que el Estado asumiera una deuda que hoy alcanza 110 mil millones de dólares para evitar la quiebra del sistema, que después fue objeto de una reforma que cambió la propiedad nacional a extranjera.
Con ese marco de referencia, el reporte del FMI señala que "el suministro directo de apoyo a un sistema bancario fracasado puede dañar la dinámica de la deuda, creando más resistencia para que alcance la sustentabilidad de las deudas". Añade que la experiencia de seis países latinoamericanos que han sufrido crisis bancarias en la década reciente (Argentina, Colombia, República Dominicana, Ecuador, México y Uruguay), muestran el impacto de las crisis bancarias.
En el primer año desde que estalló la crisis bancaria en esos países, la relación de deuda pública con respecto del producto interno bruto (PIB) se incrementó en alrededor de 40 puntos porcentuales. El costo fiscal inicial considerado para resolver esa crisis representa alrededor de 20 puntos porcentuales de este incremento.
La cifra es relevante, puesto que, en el caso de México, el total de la deuda pública externa e interna neta equivale ahora a alrededor de 24.8 puntos porcentuales del PIB, según la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. Este nivel da una idea de lo que significa que una deuda derivada del rescate bancario pueda alcanzar 40 puntos del producto interno bruto.
También el reporte da cuenta de que las crisis bancarias han tenido un mayor costo cuando han ocurrido en los países en desarrollo que en las naciones ricas.
Entre 1994 y 2003, añade el reporte, ocurrieron 23 crisis bancarias en países en desarrollo, que se prolongaron por un promedio de tres años. El costo fiscal para resolverlas representó, también en promedio, 20 por ciento del producto interno bruto.
En cambio, las siete crisis bancarias que durante ese mismo periodo ocurrieron en países desarrollados tuvieron una mayor duración, de cuatro años y medio en promedio, pero el costo fiscal para resolverlas fue de 12 por ciento del producto interno bruto, ocho puntos porcentuales menos que en las naciones en desarrollo.
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