México D.F. Viernes 27 de agosto de 2004
Habrá que ver hasta dónde están dispuestos a llegar, señala el jefe de Gobierno capitalino
El innombrable y dos ''de mero arriba'' buscan usar a los jueces como títeres
Insiste en su llamado a la PGR para que se desista de la acusación, ya que no tiene sustento jurídico
ANGEL BOLAÑOS SANCHEZ
El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, consideró que la decisión del proceso en su contra por la presunta violación a una sentencia de amparo dependerá de hasta dónde estén dispuestos a llegar sus adversarios, en particular tres personas. ''Son los de mero arriba, hasta mero, mero arriba, quienes se están reuniendo en una mesa redonda'', para echar a andar toda la maquinaria e incluso utilizar a los jueces ''como si fuesen títeres''.
Dicho grupo, aseguró, lo encabeza el innombrable (Carlos Salinas), pero se reservó la identidad de los otros dos personajes. Pese a ello, el mandatario capitalino hizo ayer un segundo llamado a la Procuraduría General de la República (PGR) para que se desista de la acusación en su contra, toda vez que no hay sustento jurídico.
Aseguró que hay diversas irregularidades en el expediente integrado por la PGR para que retire la acusación, e incluso bastaría hacer un peritaje para encontrar que el propietario del predio El Encino, Federico Escobedo Garduño, mintió sobre la extensión de la propiedad, y la parte donde presuntamente se cometió el delito no le pertenece.
Este sería ''el mejor escenario'', apuntó, ''que se acepte por la autoridad que corresponda que todo esto fue fabricado, que no hay una fundamentación jurídica y que si no nos ven con buenos ojos, bueno, que dejen la decisión en manos de la gente''.
Refirió que hasta el abogado constitucionalista Ignacio Burgoa coincide en que se trata de un abuso el proceso de desafuero para tratar de inhabilitarlo, con miras a las elecciones de 2006.
Interrogado sobre la posibilidad de que el resultado de la marcha del domingo próximo modifique la intención de voto de los diputados en el juicio de desafuero, López Obrador respondió que su confianza está en la fuerza de la opinión pública. ''Antes se cometían atropellos y arbitrariedades, y aunque la gente protestaba se consumaban los hechos. Ahora es distinto, ahora la gente no quiere que se le engañe, no quiere que se le mienta y mucho menos que se limiten las libertades''.
Reiteró que hay incluso militantes y simpatizantes del PAN y el PRI que no están de acuerdo en lo que están haciendo ''los de arriba'' en su contra.
Sobre la decisión de la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Electorales de exonerarlo de haber cometido algún ilícito por la publicación de historietas, dijo que era obvio, pues informar es una responsabilidad y una función de gobierno.
Por su parte, el secretario de Gobierno capitalino, Alejandro Encinas, señaló que coincide plenamente con el llamado que hizo la Comisión Permanente al presidente Vicente Fox, a Andrés Manuel López Obrador, así como a las distintas fuerzas políticas del país, para buscar el diálogo y construir acuerdos que permitan llegar a la sucesión presidencial en condiciones de estabilidad y normalidad democrática.
Encinas lamentó, sin embargo, la actitud de animadversión que ha mostrado la Presidencia contra la administración local, y recordó que el mandatario capitalino ha llamado a poner por delante el interés general, más allá de confrontación y enconos.
''Sería bueno un encuentro (Fox-López Obrador) para buscar un acuerdo donde no se trate de dar concesiones y que nadie renuncie a sus ideas, sino que se busque cómo debe prevalecer el interés general'', concluyó.
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