Una de las hipótesis: que los ladrones pedirán rescate

La policía noruega, sin pistas para recuperar óleos de Munch

DPA, AFP Y REUTERS

Oslo, 24 de agosto. El Museo Munch de Oslo reabrió sus puertas este martes, dos días después del robo a mano armada de las célebres pinturas El grito y La Madonna del artista noruego Edvard Munch, sin que hasta el momento la policía tenga pistas sólidas que conduzcan a la recuperación de las obras, admitieron fuentes oficiales.

El director del recinto, Gunnar Soerensen, ordenó colocar dos obras menores de Munch en el lugar vacío dejado por los cuadros robados, y decidió no sacar de la reserva la segunda versión de El grito, obra maestra de la pintura expresionista que, según los expertos, simboliza la angustia existencial del hombre moderno.

Hasta el momento, las autoridades noruegas manejan al menos tres hipótesis para explicar el hurto: se trata de un robo encargado por un coleccionista sin escrúpulos, es un ''secuestro" para obtener un rescate o un golpe espectacular de algún grupo desconocido que quiere atraer la atención del público.

Una vertiente más en las investigaciones, aunque con menos respaldo, es que el robo de las pinturas sirvió para distraer a las fuerzas de seguridad de la investigación del atraco a un banco en la ciudad costera de Stavanger a inicios de este año.

Recompensa por los cuadros robados

Mientras la policía analiza todas las variables que expliquen el robo, la revista Se og Hor ofreció una recompensa cercana a 15 mil dólares a quien brinde información que permita recuperar las obras de Munch, pero el jefe policiaco de la capital noruega, Iver Stensrud, consideró que el anuncio puede resultar contraproducente y estorbar la investigación al generar una avalancha de llamadas.

Sin embargo, varios ex agentes de policía relacionados con la investigación del robo de otra versión de El grito, ocurrido en el Museo Nacional en 1994, se mostraron de acuerdo con la recompensa y llamaron a las autoridades a no pagar rescate por las pinturas.

Los dos piezas extraídas por la fuerza se consideran prácticamente ''invendibles", por la fama y reconocimiento que tienen en el mundo.

Este factor refuerza la hipótesis de que los ladrones sólo buscan obtener un rescate para devolver las obras.

De acuerdo con estimaciones, el valor conjunto de El grito y La Madonna alcanzaría los 100 millones de dólares.