El mandatario observó la carrera de 400 metros en el hangar presidencial

šNada de lamentar!, todos estamos orgullosos de Guevara, dijo Fox

ROSA ELVIRA VARGAS

"šNada de lamentable!'', exclamó el presidente Vicente Fox. Ana Guevara, dijo enfático, estuvo a punto de lograr una gran carrera. Todos, todos deben estar muy orgullosos de ella, porque, como siempre, se vio muy competitiva, muy entregada y poniendo lo mejor de sí misma en la competencia. "Buena carrera, buen tiempo''.

Apenas concluía la competencia y el mandatario recobraba el aplomo. Admitía que cuando la atleta está a punto de competir, "a todos nos pone tensos y nerviosos, pero ya cuando la ve uno correr se va tranquilizando, cuando sale de la curva y aprieta el paso... muy bien. šBuena medalla de plata!''

El presidente Vicente Fox literalmente sufrió la carrera de Ana Guevara en Atenas. Como su esposa Marta Sahagún y los miembros de su gabinete que lo acompañaban en la gira de trabajo que realizó por San Luis Potosí. Frente al televisor el mandatario animó, gritó, aplaudió a la atleta sonorense. Y aunque, a diferencia de los demás, no hizo evidente su decepción, era claro que, como todos, también creyó por un momento que el Himno Nacional se escucharía en el podio más alto de los Juegos Olímpicos.

De inmediato, cuando la realidad se impuso, recobró el ánimo y felicitó a la corredora. Habló ante los micrófonos de la proeza de la corredora y dijo que del desempeño del resto de la delegación mexicana hablaría después.

Para llegar al hangar presidencial justo a tiempo y seguir en vivo la prueba de los 400 metros planos femenil, Fox Quesada le avisó a su anfitriones en la capital potosina que tenía toda la intención de regresar cuanto antes a México.

Les explicó lo que luego la diligencia del Estado Mayor Presidencial y de la tripulación de la aeronave TP-01 Presidente Juárez cumplirían al pie de la letra. "...yo me supongo que ustedes van a querer ver a Ana Gabriela, igual que nosotros, sólo que yo no traigo televisión en el avión; entonces, pretendo llegar al aeropuerto y ahí, en el hangar, verla correr''.

De ese modo, el vuelo entre San Luis Potosí y el Distrito Federal, programado para 50 minutos, hizo esta vez 37 minutos. La nave presidencial despegó a las 13:55 y a las 14:32 ya aterrizaba. El avión alcanzó los 943 kilómetros por hora, cuando la velocidad de crucero es de 823 kilómetros por hora.

Todo estaba dispuesto en el hangar presidencial y su esposa ya aguardaba por él. Y en menos de un minuto todo se consumó.

Marta Sahagún, quien sí alcanzó a manifestar un gesto de frustración cuando a Ana se le fue el oro, no tardó también en mudar su rostro por una amplia sonrisa y felicitar el esfuerzo de la corredora nacida en Sonora.