México D.F. Miércoles 25 de agosto de 2004
El esquema complementa el plan del BM y busca más apertura al sector privado
Financiarán el BID y Japón proyecto para impulsar la reforma del ISSSTE
El banco invertirá 275 millones de dólares y el gobierno nipón 750 mil
VICTOR CARDOSO Y JUAN ANTONIO ZUÑIGA
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el gobierno de Japón apoyarán el financiamiento para impulsar las reformas al sistema de salud y de pensiones del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE) propuestas por el presidente Vicente Fox hace dos semanas.
Ambos apoyarán con 275 millones de dólares y 750 mil dólares, respectivamente, con lo que se suman al plan que impulsa el Banco Mundial (BM) para modificar el sistema de pensiones actualmente en operación y que, según su percepción, enfrenta una situación financiera insostenible.
En el documento Estrategia y Programa Operativo del BID para México, que prevé créditos por mil millones de dólares entre junio de 2004 y mayo de 2005, está el programa ME-0245: Salud y Seguridad Social de Trabajadores del Estado, por 275 millones de dólares.
Este programa será revisado en septiembre próximo en reuniones que sostendrán representantes del BID con funcionarios del gobierno federal, en particular, de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y del propio ISSSTE.
En el esquema de reformas también participará, con recursos por 750 mil dólares, un fondo de cooperación técnica del gobierno de Japón, denominado Fondo Especial.
Con esto se busca impulsar la reforma al sistema de pensiones del ISSSTE y garantizar un esquema sustentable a largo plazo. No obstante, el programa operativo propuesto por el BID advierte que se requiere de una pronta aprobación legislativa para reducir los costos de la transición entre el viejo y el nuevo esquema de pensiones.
El proyecto incluye una estrategia para reformar integralmente el sistema de salud del país, con la cual se pretende ampliar la participación del sector privado como proveedor, lo mismo que una subrogación de servicios e inclusive ajustes de personal de acuerdo con la demanda.
El proyecto del BID reconoce que es complementario al auspiciado por el Banco Mundial, el cual se empezó a aplicar desde hace dos años con el propósito de impulsar reformas a los programas de beneficios de pensiones y salud para los trabajadores del Estado, con base en la experiencia de las modificaciones para establecer el Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR) llevadas a cabo en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) a finales de la década pasada, que dieron origen a las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afore).
De acuerdo con el documento del BID, la operación es consistente con la estrategia del gobierno mexicano para mejorar el sistema de salud y seguridad social delineada en el Plan Nacional de Desarrollo. En materia de pensiones, se argumenta que el programa ayudará a alcanzar los objetivos estratégicos de concentrarse en las necesidades de la población de edad avanzada asegurándoles beneficios de largo plazo.
Los objetivos, precisa el documento, "se concentran en la modernización del sector social y serán alcanzados a través de este programa con las mejoras hechas en la capacidad de las instituciones para desarrollar nuevos mecanismos en el cuidado de la salud familiar y en niveles de cuidado médico especializado, al construir una red de seguridad social para personas financieramente vulnerables a edad avanzada". Y completa: "La operación propuesta ayudaría al gobierno de México a impulsar una reforma estructural en el fondo de retiro de los empleados del gobierno afiliados al ISSSTE".
Contemplado para desarrollarse con base en tres componentes fundamentales, el proyecto de reformas establece en una primera etapa mejorar la participación del sector privado; avanzar en el proceso de subrogación de servicios, y mejorar la calidad de servicio de los proveedores.
Para la segunda fase se prevé separar la provisión de servicios de su financiamiento (la provisión puede involucrar participación del sector privado, mientras que el financiamiento continuaría en el ámbito público); una restructuración completa de la nómina de médicos y personal administrativo, así como nuevos esquemas del trabajo actuarial, contable y financiero, para mantener un registro continuo de costos del sistema.
Un segundo componente se refiere al restablecimiento de la solvencia financiera del fondo de pensiones, y en tercer lugar, la reorganización corporativa mediante un esfuerzo por solventar la estabilidad financiera de los servicios esenciales, la revisión a fondo de los recursos humanos y de las prácticas contables; redefinición de las relaciones jerárquicas, y el tránsito a un nuevo sistema de incentivos administrativos para promover la rendición de cuentas de cada departamento.
Terapia de alto impacto
En el documento del BID se hace referencia a que el programa de estabilización del sector salud en México tendrá un efecto fiscal negativo por los altos costos de transición del actual sistema al nuevo propuesto. Sin embargo, afirma que las ganancias a largo plazo por ese programa de estabilización "requieren que la reforma sea aprobada tan pronto como sea posible".
Un beneficio adicional, señala, es que las reformas al sistema de pensiones podrían darle nuevas oportunidades a la industria local de seguros, así como mayor estabilidad a las reservas de dinero en el sistema bancario por medio de su mejor situación de pensiones, compensación de los trabajadores y programas por incapacidad, mientras que en lo referente a la salud, "nuevas oportunidades podrían ser dadas al sector privado en todas las áreas".
En síntesis, el objetivo del programa es apoyar al gobierno de México en la reforma al ISSSTE, al asegurar la continuidad de beneficios en salud y pensiones mediante un plan de ahorro de costos y estabilización financiera. El programa le dará asistencia al gobierno para que éste alcance los objetivos de reducir el déficit y mejorar la calidad del sistema de salud, rediseñar el sistema de pensiones para darle sustentabilidad financiera, y reorganizar las funciones centrales administrativas para planear con mayor efectividad el gasto de recursos.
La operación propuesta será estructurada como un préstamo de 275 millones de dólares, que serían entregados en dos etapas: en la primera, un total de 140 millones, y en la segunda, 135 millones.
Las condiciones de la primera etapa buscarán establecer un acuerdo legislativo para iniciar un plan de acción. Las condiciones para el desembolso de la segunda etapa especificarán términos esenciales para llevar a la institución (ISSSTE) por un camino de ahorro de costos en salud y sustentabilidad en el sistema de pensiones.
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