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México D.F. Miércoles 25 de agosto de 2004
ASTILLERO
Julio Hernández López
La plata (y el oro)
Populismo en pistas huastecas
Cursilería mediática de consolación
ALLI ESTABA ELLA, su figura morena, el cabello bien acomodado, la mirada al frente y la férrea convicción de que debía poner el máximo de su empeño para conquistar una medalla más que colgar al cuello. La nueva campeona sin corona, la diosa de la plata (y el oro), la veloz corredora que habría llegado no a 400 metas sino a 5 millones; la secretaria de Desarrollo Social, Josefina Vázquez Mota, que ayer ganó la presea del oportunismo en las pistas de la Huasteca potosina al decir con tono apasionado lo que los obsesionados oídos presidenciales querían oír: una condena sonora al populismo que, en el sistema de traducción política automática de Los Pinos, significa Andrés Manuel López Obrador. Chepina y su cocina política: ciento cincuenta y nueve palabras metidas con calzador en el discurso de la responsable de los programas asistenciales-electorales del gobierno federal. šLa Sedeso hablando de orejas: condenas al populismo mientras los funcionarios repartían las tales Oportunidades que son la versión foxista de la Solidaridad salinista y del Progresa zedillista! šMuera el populismo, decían los funcionarios, mientras el propio Presidente de la República cerraba su discurso anunciando que nomás porque él así lo quiso habrá de serle construida una casa a una familia para celebrar que le tocó ser la número 5 millones en cuanto a recibir las tales Oportunidades tan clientelares y paternalistas como sus antepasados priístas!
ENCENDIDO DISCURSO COMO los de aquellos jilgueros priístas que se deshacían por complacer al poderoso en turno al elogiar a punto del éxtasis las teorías u ocurrencias de ese jefe que al conjuro oratorio de sus subordinados, y al ondear de sombreros campiranos y al sonar de tambores y trompetas quedaba convencido de que el mundo funcionaba maravillosamente al compás marcado por sus ideas brillantísimas, o de que sus enemigos estaban condenados al abismo histórico y al rechazo social apabullante. Ana Josef-Ana que alegremente informaba que el populismo foxista le daría beca para estudios profesionales a uno de los hijos de esa empobrecida familia Cinco Millones y que de pronto, sin más motivo aparente que quedar bien con el patrón, se lanzó a toda velocidad por su carril oratorio a sonarle a un populismo no identificado, pero sí identificable. "No al populismo que da dádivas", dijo diciendo en su decir la escritora de un libro sobre viudez solicitada al Altísimo; "no al populismo que da prebendas haciendo de cuenta que el dinero les pertenece a los políticos o a los funcionarios públicos" (šasí hablaba Chepinatustra ante público convocado para aplaudir las dádivas del buen señor Vicente!); pero, sobre todo, "no al populismo que divide a la sociedad en buenos y malos, en ricos y pobres, que provoca la confrontación" (y que se niega a aceptar desafueros sin chistar, y que no quiso recibir a Luis Pazos como representante, podría haber agregado la impactante oradora Vázquez Prestas, cuyo corazoncito según eso sigue latiendo con la esperanza de ser considerada como presuntamente posible tal vez a lo mejor y en un descuido candidata presidencial).
PERO, EN REALIDAD, los mexicanos ayer sólo sabían de una mujer: Ana Guevara y su medalla de plata en los 400 metros olímpicos. La entereza de la sonorense, al aceptar el segundo lugar como un resultado satisfactorio y reconfortante, contrastaba con el lamentable esfuerzo hecho por algunos cronistas y comentaristas para tratar de "justificar" que la Guevara no se hubiera llevado el oro. El baúl de los lugares comunes y del sentimentalismo barato fue vaciado frente a diversos micrófonos para "explicar" a la gente las razones por las cuales no se había dado el máximo triunfo tan facturadamente publicitado y por las cuales debería valorarse como si fuera dorado lo que en realidad era simple pero muy dignamente plateado. Frases como "caer de cara al sol", "morir en la raya", "como si hubiera" fueron exhumadas para formar parte de la cursilería teletransmitida de ayer. El Presidente de la República, desde luego, de inmediato se colgó del único triunfo telefoneable, entristecido como está porque no ha podido hacerle caso, respecto a Atenas, al gordito ese de los anuncios de televisión que induce a gastar en largas distancias al grito de "šháblele!" La señora Marta, por su parte, con su saludo a Ana reapareció en las páginas cibernéticas de Los Pinos con las transcripciones literales de sus palabras que en las semanas recientes habían quedado en simples boletines. Bueno, hasta el portal de www.presidencia.gob.mx se permitió la ligereza de incluir a su inicio una nota deportiva bajo el encabezado de "Ana Gabriela Guevara obtiene medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004" (con la correspondiente fotografía victoriosa de la sonorense), como si el hecho fuera un logro más del gobierno federal o un acto foxista reportable en esa página que normalmente da cuenta de giras, discursos, entrevistas y comunicados presidenciales. De hecho, la gira del presidente Fox a San Luis Potosí fue colocada en segundo lugar. Pero el triunfo, o el fracaso de Ana Guevara, no provienen de una construcción colectiva ni de una inversión de dinero público, ni de un esfuerzo hecho por el Estado mexicano ni de apoyo de político alguno. Guevara ha llegado a ser una gran deportista mundial debido a su esfuerzo personal y, por tanto, hoy los mexicanos deberíamos agradecerle a Ana que por sí misma nos dé alegrías como la medalla de plata, sin oportunismos políticos ya muy sabidos y sin explicaciones o justificaciones sin sentido.
ASTILLAS: šESE ES EL CANCILLER mexicano! Luis Ernesto Al Derbez justificó ayer ante legisladores federales mexicanos el uso estadunidense de balas de goma rellenas de polvo pimienta. Es más, arguyó que sólo se han utilizado en 234 ocasiones y que ninguno de los afectados se ha quejado de nada... Y, mientras el famoso Chacho retoma el negocio llamado Cancún, šhasta mañana! Fax: 5605-2099 [email protected]
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