México D.F. Viernes 20 de agosto de 2004
Presentan hoy el libro Trabajo y vida en equilibrio
Alta deserción laboral femenina en México a causa del matrimonio
CAROLINA GOMEZ MENA
En México, 34.2 por ciento de las mujeres que trabajan dejan su empleo cuando contraen matrimonio y otro 21.9 por ciento toma la misma opción para poder cuidar a sus hijos pequeños. Estas cifras revelan no sólo algunos aspectos culturales, sino, por sobre todo, la escasa conciliación que existe entre trabajo y vida familiar, problema que "sufren" principalmente las mujeres, que en diversos países desarrollados se ha subsanado con la promulgación de nuevos ordenamientos la-borales y acuerdos con las empresas.
Justamente algunos de los cambios que se proponen para la Ley Federal del Trabajo están encaminados a armonizar trabajo y fa-milia. La Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STPS) propuso en la iniciativa de reforma a la legislación "que se recorran los días de descanso obligatorio a lunes o viernes" y que las jornadas de trabajo puedan no ser de ocho horas.
Y es que ésta es la tendencia existente en países desarrollados en los que la experiencia ha demostrado que no siempre mayores jornadas laborales redituarán un rendimiento más elevado en el trabajo, sino al contrario.
Esta "necesaria conciliación" es la que se aborda en el libro Trabajo y vida en equilibrio, que será presentado hoy en la Universidad Iberoamericana. Adriana Morales Va-lle, del Consejo Técnico de esa casa de estudios, precisó que en su investigación se cons-tata que en las naciones ricas han logrado privilegiar la vida familiar, sin que ello lastime el proceso productivo, y citó que en países como Francia o Japón los horarios de trabajo se han parcializado y en otras naciones europeas los periodos vacacionales se han extendido hasta por 30 días y a las mujeres se les dan permisos posnatales de un año.
En Estados Unidos algunas empresas han creado esquemas en que no se cumple una típica semana de trabajo, sino que se labora día por medio: lunes, miércoles y viernes".
"Es claro que estas sociedades que han resuelto sus problemas básicos se preocupan ahora por otros niveles superiores, mientras que en los países en desarrollo aún no existen estructuras legales y sociales tan avanzadas e incluso se nos ponen más barreras y obstáculos, pero no es algo imposible. Mientras no haya leyes que lo sustenten, la búsqueda del equilibrio tiene que ser algo personal porque vivir en la vorágine tiene consecuencias laborales y personales".
Para Morales Valle, quien ha sido encargada de áreas de recursos humanos en el sector privado y también pertenece a la Asociación Mexicana de Mujeres Ejecutivas, en el logro de la citada armonía las empresas también deben hacer su parte y "dejar de satanizar la flexibilidad", además de entender que el personal que dedica la mayor parte de sus semana a lo laboral, en detrimento a la atención de su familia, finalmente se desmotiva y no rinde lo que debiera.
El titular de la STPS, Carlos Abascal, durante el Congreso Mundial de Familias que se realizó en marzo anterior refirió sobre esto que "hay que cambiar también las políticas públicas (...) la persona no es para el trabajo, el trabajo es para la persona, así también la familia no es para el trabajo, el trabajo es para la familia".
Agregó que parte de la propuesta de la STPS es que "las jornadas de trabajo se organicen de manera diferente, para que fa-vorezcan por un lado a la familia y por otro al proceso productivo, y no necesariamente se tenga que tratar de jornadas de ocho horas".
Según el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, pese a que 51 por ciento de la población está conformada por mujeres, 70.3 por ciento de la fuerza la-boral son hombres y el resto mujeres.
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